Debilitada su posición tras una semana de broncas internas aireadas por las dos facciones del Gobierno a la prensa, Carmen Calvo se defiende. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática ha tratado de restar importancia a las durísimas dicrepancias entre PSOE y Unidas Podemos y el consiguiente adelanto de la reunión de la Comisión Permanente de Seguimiento del Acuerdo de coalición, circunscribiendo este movimiento a la "normalidad" del funcionamiento del Ejecutivo.
A preguntas de los medios antes de participar en el acto institucional con motivo del 8 de marzo del Gobierno de Castilla-La Mancha desde el Paraninfo Luis Arroyo de la UCLM en Ciudad Real, Calvo se ha reivindicado como vicepresidenta primera del Ejecutivo de Pedro Sánchez, afirmaciones realizadas en el contexto de fricciones internas dentro del Gobierno a cuenta de la elaboración y aprobación del anteproyecto de Ley de Libertad Sexual.
"Soy la vicepresidenta primera del Gobierno con mis funciones establecidas y a las órdenes directas del presidente, algo que no ha cambiado para nada, y soy militante de un partido que trabaja con su secretario general", ha enfatizado.
Sin novedad
Calvo ha abundado en que estas reuniones de coordinación no son una novedad en el marco de un Gobierno bipartito, y se trata de citas que ya se han llevado a cabo en otros ejecutivos. Para la vicepresidenta, la única "novedad" es que ahora tienen lugar dentro del Gobierno estatal, pero "muchos ayuntamientos y comunidades autónomas ya han pasado por esta experiencia".
Esta "novedad" de que sea el Gobierno central el escenario de estas reuniones provoca que "salgan más noticias" y haya "más focos" encima. "No dejo de vivirlo con normalidad", ha reiterado.
Las "diferencias" entre PSOE y Podemos son para Carmen Calvo "las normales" y ha advertido de que el martes pasado se quedó en la mesa una ley importante de otro Ministerio "y no ha sido noticia".
Desviando el tiro
La vicepresidenta, ha visto como "lógico" que "cada Ministerio, cada Consejería quiere sacar adelante sus asuntos, y a veces los asuntos son transversales y afectan a otros, algo que hay que vivirlo con la normalidad que corresponde" a su tarea de coordinación.
Ha reconocido que "el Guinness de coordinación no lo tiene éste gobierno, sino uno en el que había dos ministerios, o dos personas, que no se saludan ni en público. Si alguien quiere mirar a algún sitio, tiene que mirar a otro Gobierno no a éste", ha aclarado.