Sin partidismos y priorizando el papel de los técnicos. La Consejería de Sanidad, Alba Vergès, ha cambiado la actitud mostrada en el primer Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud que convocó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, donde evitó salir a la foto junto el resto de consejeros del ramo.
Ahora las fuentes consultadas aseguran que la responsable máxima catalana ha optado por “adoptar un perfil bajo” y dejar que sean los especialistas, con Joan Guix, Antoni Trilla y Marc Ramentol al frente, quienes se coordinen con Madrid para atajar la crisis sanitaria.
De esta manera, en los dos siguientes encuentros que se han celebrado en el Consejo Interterritorial sobre la cuestión, Vergès ha asistido sin mostrar discrepancias con el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
El ministerio que controla Illa es quien tiene las competencias en temas de epidemias y, hasta el momento, todas las Comunidades Autónomas, independientemente del color de sus gobiernos, han asumido este estatus y han dejado de lado el oportunismo político de exigir transferencias en este ámbito o responsabilizar al Estado de cualquier contratiempo relativo a la expansión del coronavirus.
En el caso concreto de Cataluña, la coordinación entre el Departamento de Sanidad catalana y el Ministerio está siendo fluida y es el Hospital Clínic -consorcio público-privado- quien está elaborando los protocolos del virus procedente de China en base a las directivas del Centro Nacional de Microbiología de Majadahona (Madrid).
Papel secundario
“El Clínic lleva todo el peso. La sanidad pública catalana tiene un papel secundario, desde la Consejería de Vergès se limitan a hacer seguimiento de las actuaciones del Ministerio”, explican las fuentes consultadas.
De hecho, el director del centro de coordinación de alertas y emergencias sanitarias y quien está siendo la cara más visible del ministerio de Sanidad, Fernando Simón, está vinculado al Clínic.
El procedimiento cuando un centro hospitalario se halla ante un posible caso de coronavirus es enviarlo a SUVEC, el servicio de urgencias de vigilancia epidemiológica de Cataluña, que lo envía en el Clinic para determinar si es positivo.
El hospital barcelonés lo remite al centro de microbiología madrileño que coordina y compila todos los casos. “A Madrid se marcan las directivas y las Comunidades Autónomas las implantan”.
Recortes en Cataluña
La falta de recursos en la sanidad pública catalana es uno de los frentes que tiene abierto el Gobierno de la Generalitat.
Según el último informe de Los servicios sanitarios de las CCAA 2019, Cataluña sigue entre las autonomías con peor sanidad pública, ocupando la posición 14 del total de 17 regiones. Asimismo, es la que destina menor presupuesto por habitante (1.192,83 euros) en Sanidad y es la segunda por la cola que más días de promedio de espera sufren los pacientes.
El hecho que desde hace tres años no se aprueben unos nuevos presupuestos ha empeorado la situación, ya que operan con una financiación pública más cercana a los años de crisis, como han criticado diversos sindicatos del sector.
PSOE y Podemos, desunidos
La buena coordinación de los ejecutivos autonómicos con el Gobierno central dista de las discrepancias mostradas públicamente entre PSOE y Podemos en diferentes materias, incluida las medidas a tomar ante el coronavirus
En la cuestión sanitaria, Moncloa desautorizó este jueves al ministerio de Trabajo, liderado por Yolanda Díaz (Podemos), que elaboró una guía para “paralizar la actividad laboral” en aquellas empresas “con riesgo grave e inminente de contagio”.
En su momento, la titular de Trabajo también definió de "incomprensible" la cancel del Mobile World Congress en Barcelona y consideró que había otro "motivo" diferente al de la salud pública.
Si entonces el Gobierno dejó pasar la polémica, con su protocolo para las empresas ante el virus ha sido tajante al sostener que las indicaciones y medidas a tomar deben ser gestionadas directamente desde el ministerio de Sanidad en “coordinación total entre las distintas administraciones del Estado”.