Las críticas de Podemos a Javier Ortega Smith por su positivo por coronavirus han impactado como un boomerang en el seno del partido morado tras hacerse público el contagio de Irene Montero y la obligatoria cuarentena de Pablo Iglesias.
Tanto Montero como Iglesias participaron en la manifestación del 8-M en Madrid y en algunos de los vídeos de ese día puede incluso verse a la ministra de Igualdad estornudar a pocos centímetros de la cara de otras manifestantes. Entre ellas la de Bote García Rodrigo, veterana activista por los derechos LGTB.
"Algunos humoristas, tertulianos y malas personas hacían bromas sobre la enfermedad de Ortega Smith hace días. Yo quiero desear una pronta recuperación para Irene Montero, Ana Pastor y tantos otros afectados", dijo ayer jueves en su cuenta de Twitter Ignacio Garriga, portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados.
Garriga jugaba sobre seguro. Todas y cada una de las críticas que Ortega Smith ha recibido durante las últimas horas por su irresponsabilidad son aplicables, sin cambiar una sola coma, a Irene Montero y Pablo Iglesias. Con una diferencia. Montero e Iglesias son miembros del Consejo de Ministros y tenían en su mano la suspensión de la manifestación de 8-M.
Apenas unos minutos antes de que saltara la noticia del positivo de Montero, Juan Carlos Monedero escribía: "Hay quien se cree un oso, va a Milán y a Vitoria, a la manifestación de Jusapol y a Vistalegre a dar abrazos a 9.000 personas, muchas de ellas mayores. Definitivamente, Ortega Smith está infectado de estupidez". Al parecer, nadie en su partido había informado a Monedero del positivo de Irene Montero.
Tampoco había sido informado Pablo Echenique, que pocas horas antes del positivo de Montero escribía irónicamente en su cuenta de Twitter: "La culpa de que Ortega Smith viajara voluntariamente a Milán y a Vitoria (dos conocidas zonas de contagio del coronavirus) y luego se pusiera a dar la mano y a abrazar a cientos de personas en la manifestación de Jusapol y (ya moqueando) en Vistalegre es toda de Pedro Sánchez".
Deseos de muerte
Las burlas hacia Ortega Smith han sido habituales no sólo en Podemos, sino también desde otros ámbitos. La tertuliana de TV3 Pilar Carracelas se lamentó públicamente de que Ortega Smith "no tenga 95 años".
Oscar Puente, el alcalde socialista de Valladolid, también se burló de Ortega Smith a cuenta de la periodista Cristina Seguí, expareja del de Vox, con el mensaje: "se ha librado por los pelos".
Pero el contagio de Irene Montero y el tiro por la culata de las críticas a Javier Ortega Smith son en realidad un asunto menor en comparación con la sospecha de que la ministra de Igualdad podría haber puesto en riesgo la salud de muchos ciudadanos alentando la manifestación del 8-M.
Según varias informaciones publicadas por distintos medios, el Gobierno ya tenía información detallada acerca del fuerte incremento en el número de contagios durante el fin de semana. Según el diario El Mundo, el Gobierno se negó a aplicar las medidas que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, le pidió durante los días previos al 8-M.
Suspensión del 8M
Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, reconoció ayer durante su rueda de prensa que el Gobierno tuvo noticias de un incremento de los contagios "mayor del previsto" a lo largo del domingo. Y aun así, Montero, Iglesias y el resto del Gobierno se negaron a suspender la celebración del 8-M.
"¿No cree que nos vamos a arrepentir de no haber suspendido el 8-M?", le preguntó Ana Pastor a Irene Montero el pasado domingo por la noche en La Sexta. "Creo que nadie duda que la gestión que están haciendo los expertos es la adecuada", contestó la ministra de Igualdad sin dudarlo ni un segundo.
El descargo de cualquier responsabilidad en "unos expertos" de los que apenas se conoce un nombre, el del mismo Fernando Simón, ha sido habitual en boca de Pedro Sánchez y otros miembros del Gobierno durante los últimos días.
Tampoco se ha librado Irene Montero de las sospechas de trato de favor por la rapidez con la que se le ha realizado una prueba del coronavirus que, en el caso de otros ciudadanos, puede demorarse entre cuatro y cinco días, e incluso más.
"Obviamente que ha habido trato de favor en el caso de Montero. Hay doctores que llevan cinco días esperando el test", responde un sanitario que conoce los actuales protocolos de la Sanidad pública. Las críticas, sin embargo, son en este caso de doble dirección. Si ha habido trato de favor a Montero e Iglesias, también lo habría habido en el caso de Ana Pastor.
Yo sí te contagio
El positivo de Irene Montero ha provocado las críticas de Toni Cantó, que ayer acusó de irresponsabilidad al Gobierno por permitir la manifestación del 8-M. "Montero, manifestante ilustre, hermana, yo sí te contagio", dijo el portavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, haciendo un sencillo juego de palabras con el famoso "hermana, yo sí te creo" habitual entre el feminismo.
Las críticas a Cantó no se hicieron esperar entre los simpatizantes y líderes del partido morado, que olvidaron rápidamente las suyas propias a Ortega Smith.
Sonia Vives, concejala de Podemos en el Ayuntamiento de Palma, llegó a escribir en su cuenta de Twitter que "los maltratadores y sus aliados son así, se burlan de las víctimas y de las mujeres que las defienden. Asco, miedo y vergüenza". Otros, como el periodista Isaías Lafuente Zorrilla, el diputado de Compromís Joan Baldoví y la consejera de Agricultura valenciana Mireia Mollà, también de Compromís, se sumaron a las críticas.
Ninguno de ellos había mostrado la más mínima incomodidad por las burlas hacia Ortega Smith de sólo 24 horas antes.