Pedro Sánchez ha comparecido en solitario tras el Consejo de Ministros del plan de choque económico "en la batalla contra el coronavirus". Utilizando un lenguaje de guerra, buscando "la victoria total contra el virus", habló de "frenar la curva ascendente" de los contagios y la "descendente" contra el desplome económico. "Un escudo social y económico" que "moviliza 200.000 millones de euros, 117.000 de ellos totalmente públicos".
Sánchez ha recuperado la frase que citó hace sólo una semana, por muy lejos que aquello suene. "Sí, nos hacen falta unos nuevos presupuestos", y los bautizó como de "reconstrucción social y económica". Pidió ayuda a la oposición, con la que tratará de pactar estas cuentas públicas, y pidió ayuda para ello a la UE. Eso sí, no dejó claro cuándo podrán presentarse, ya que hace falta saber de dónde partirá la economía española "cuando hayamos superado la emergencia".
En ese sentido, insistió en que ésta es "una crisis temporal", durísima, pero temporal. Y que debemos ser comprensivos con los demás, ha dicho el presidente. "El Estado sólo es una parte de la sociedad", ha insistido. Es una crisis económica y social "de dimensiones desconocidas", ha isnistido, para explicar los posibles errores en la gestión. La propia OMS admite que carece de precedentes, ha recordado, "y no hay manual de instrucciones para responder a los desafíos que van surgiendo".
Pero Sánchez ha encorajinado a la sociedad con una arenga: "Contamos con el saber de los técnicos, el conocimiento de la comunidad científica, la entrega de los servidores públicos, policía y milicia, la voluntad de los ciudadanos... Caben errores, y los examinaremos al acabar esta batalla".
La bronca política ha sido conjurada por el jefe del Ejecutivo, que se ha erigido en líder de la nación, en un discurso inspirado para "no dejar a nadie atrás" e impulsar la unidad de la nación. "Quienes creen saber todo de esta batalla no van a aprender nada", ha dicho como única mención a la pelea política. "Los demás, revisaremos lo hecho y recogeremos esos frutos de conocimeinto. Sacaremos las lecciones para que no vuelva a ocurrir".
"Una prueba inédita"
Y ahí ha vuelto a tocar la fibra de la sociedad. "Ya hay una lección indiscutible, tenemos que reforzar nuestro sistema nacional de salud, el estado de bienestar, la seguridad humana". Pero ahora, ha dicho, es el momento de la unidad de acción en "una prueba dura e inédita para nuestro país".
Sánchez ha encomiado la disciplina social de la ciudadanía, que hace sólo una semana tenía una vida completamente distinta. "La conducta social está siendo modélica, y quiero ponerlo en valor". El presidente ha pedido ayuda a las empresas, porque el Estado "asume su enorme parte", pero solo no puede.
Y por eso ha aplaudido a la sociedad en su conjunto: "La sociedad se une cada noche a las 20.00 horas para ovacionar a su ejérciro de sanitarios", ha dicho. "Para combatir la adversidad y para dar aliento. Ese ejércitro de profesionales sanitarios no deja de pelear para salvar nuestras vidas".
"Aplausos para todos"
Y ha unido a esos aplausos "también para quienes llenan nuestras tiendas de comida; para los profesionales de la salud mental que nos da apoyo telemático para que no decaigamos; para el mundo de la cultura, que nos entretiene en estos días; las personas generosas que nos ceden los hoteles, a los profesores y maestros que siguen sus tareas académicas desde casa..."
El presidente advirtió de que si estos son "días largos y duros" aún quedan muchos por llegar. "Sigamos las recomendaciones de los expertos a rajatabla, y sigamos unidos. Sigamos en casa, perseveremos, lavémonos las manos a conciencia, mantengamos la distancia de seguridad y tengamos paciencia".
"Me sumo a esta sociedad que no se va a doblegar. Resistiremos. Nos preocupa el impacto económico. Resistiremos. Nos cuesta mantener la moral en pie. Resistiremos y jamás nos rendiremos, y venceremos".
Dos frentes en la guerra al virus
Sánchez comparecía para anunciar un plan de choque lleno de cientos de miles de millones para frenar la curva al alza de contagios, para luego que haya más altas que nuevos infectados y definitivamente, la derrota del virus cuando caigan en picado los contagios. Pero ése es sólo el primer frente, el sanitario.
El segundo es el real decreto "inédito" que moviliza el 10% del PIB, que llega casi al 20% de toda la riqueza nacional uniendo los recursos privados que reclama, y que se resume en las siguientes medidas.
-Fondos para la investigación científica para hacer frente a la emergencia sanitaria (hasta 30 millones de euros).
-Un Fondo especifico de contingencia para reforzar la atención a personas mayores, sin techo y en residencias de mayores y dependientes (300 millones de euros)
-Flexibilización de la regla de gasto para que los ayuntamientos puedan usar su superávit si lo invierten en partidas de atención social: atención a la dependencia, servicios sociales y todo tipo de problemas de índole social asociados al coronavirus (otros 300 millones de euros)
-Moratoria en el pago de hipotecas a personas que hayan reducido sus ingresos o estén en situación de desempleo por el Covid-19. Y consecuente moratoria en el pago de suministros básicos (agua, luz y gas) a colectivos vulnerables. Y prórroga automática hasta septiembre del bono social a los hogares beneficiarios.
-Intervención de los ERTE: Agilizar el proceso de autorización de ERTEs con el objetivo de que las empresas hagan un paréntesis y cuando pase la crisis se conserve el empleo, evitando la destrucción de empleo.
-Garantía de prestación por desempleo en caso de ERTE: Todas las personas que se vean afectadas por Expedientes Temporales de Regulación de Empleo serán beneficiarias de la prestación por desempleo, incluso aquéllas que no tuvieran derecho a ella por no tener el tiempo de cotización suficiente.
-El Estado se hará cargo de las prestaciones por desempleo de todos los trabajadores y trabajadoras que se vean afectados por ERTEs mientras dure la crisis sanitaria, aunque no tengan tiempo suficiente cotizado.
-El paro cobrado mientras dure esta situación no restará a trabajadores/as su acumulado en la prestación por desempleo. Cuando termine esta crisis sanitaria, contador a 0.
-Beneficios específicos para los trabajadores fijos discontinuos, a tiempo parcial y cooperativistas en materia de prestaciones por desempleo
-Prórroga automática de las prestaciones por desempleo. Nadie perderá sus derechos por no poder acudir a las oficinas de empleo.
-Carácter preferente del trabajo a distancia: facilitamos el trabajo a distancia haciendo más sencillo el procedimiento para aplicarlo.
-Derecho al cuidado familiar para todos los trabajadores y trabajadoras sin que puedan ser sancionados o despedidos (reducción de jornada incluso hasta el 100% o reorganización por cuidado de familiar hasta segundo grado -nietos y abuelos-)
-Plan de Contingencia de contra la violencia de género ante la crisis del Covid-19: protección de las mujeres, niños y niñas víctimas de violencia de género, en coordinación interministerial y entre las distintas Administraciones del Estado, durante el estado de alarma, con todos los medios al alcance.
-Interrupción del plazo para la devolución de productos.
Una semana de caos
Parece mentira que haga sólo una semana desde que el Gobierno se asustó. Pero desde entonces, han pasado cuatro Consejos de Ministros, a cada cual más urgente, extraordinario y lleno de medidas impensables cuando el dos días antes de la maratoniana jornada del martes pasado, España era un país en el que se podían convocar mítines y manifestaciones masivas. Hoy, las calles están vacías, el Ejecutivo se reúne por viodeconferencia y el Ejército ha pasado a patrullar las calles por primera vez en democracia.
En ese contexto, además, el Gobierno afronta la mayor crisis del país en generaciones: un virus altamente contagioso, desconocido y sin vacuna ni cura se expande de manera exponencial, las empresas aplican expedientes de regulación de empleo por doquier y los autónomos han dejado de cobrar. ¿Cómo pagar las hipotecas? ¿Cómo atender las obligaciones fiscales? ¿Cómo dar de comer a los niños que ya no tienen clase?
A eso precisamente iban este martes los ministros de lo que además es el primer Gobierno de coalición desde la II República. Y cada facción con sus obsesiones: a brcha gorda, "somos de izquierdas, eso debe notarse" y "sin proteger la macroeconomía no podemos hacer que eso se note". Por un lado, el maximalismo social de Unidas Podemos, con el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, a la cabeza. Y al otro, la ortodoxia socialdemócrata encabezada por la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño.
Y en medio, un Pedro Sánchez acosado porque su papel de presidente líder de una patria que se hunde está siendo cuestionado desde la oposición, los medios de comunicación e incuso desde voces quedas de dentro del Gobierno.
La decepción que supuso que el sábado pasado, tras más de siete horas de un Consejo de Ministros que impuso el estado de alarma, no se decretaran medidas de choque económico, le ha pasado factura, pero la ha conjurado en su discurso de este martes... y con los 200.000 millones que ha movilizado. Porque ambos frentes eran clave para insuflar no sólo liquidez, moratorias y liquidez a la economía, sino ánimos a la población.
El presidente ha pedido disciplina social. Porque son sólo tres días de aislamiento, y cada vez hay menos memes circulando por las redes y más preguntas que responder en las ruedas de prensa posteriores a los comités de seguimiento, a los consejos europeos, a las conferencias sectoriales, y a los Consejos de Ministros:
¿Cuál es la razón para que en dos de los principales focos de incidencia y contagio, Cataluña y País Vasco, todavía no se hayan desplegado las Fuerzas Armadas? ¿Qué margen fiscal ha dado la UE a España para las medidas contra el coronavirus? ¿Puede el Ejecutivo decir, como también ha hecho Macron en Francia, que "ninguna empresa quebrará" a causa de esta crisis?
¿Cuánto estima el Gobierno que va a crecer el paro por la emergencia económica causada por el coronavirus? ¿Qué impacto económico calcula el Ejecutivo por esta causa? ¿A cuántas personas estiman que beneficiará la moratoria de las hipotecas?
Unidas Podemos
Ésta es la única medida concreta que se filtraba a mitad de una reunión del Gobierno, la primera virtual de la historia de España. Porque no todas esas dudas fueron solventadas, en una ronda que -dadas las nuevas circunstancias- se filtra previamente por la Secretaría de Estado de Comunicación. Por iniciativa del departamento de Derechos Sociales de Iglesias, el resto del Ejecutivo aceptaba una iniciativa que ya han tomado en Italia o Francia y que este lunes ya era un clamor en la sociedad.
Si los de morado defendían en su campaña electoral que, en caso de llegar otra crisis, los recortes se harían "por arriba", ésta parece una buena manera de cumplirlo. Los bancos dejarán de cobrar las cuotas, las "personas más vulnerables" podrán aliviar así sus cuentas, y la facción de Podemos en el Ejecutivo se apunta un tanto.
"El Gobierno debate, pero decide unido", ha zanjado Sánchez en una comparecencia en la que todo parecía indicar que la facción más social del Ejecutivo, Unidas Podemos, había ganado la batalla.
"En estos días hemos recibido ideas de la oposición, de presidentes autonómicos de todo signo, y todo ha servido", ha explicado. "Y en ese sentido, sería absurdo que decretos como éstos se ventilen en 15 minutos, este Gobierno es de coalición, creemos en la pluralidad, pero decidimos juntos" para recuperar el brío económico.