El día 13 de marzo se clausuraron las instalaciones del Ministerio de Igualdad. Sólo 24 horas después de que diera positivo por coronavirus la titular del ramo, Irene Montero. Ese jueves, el Gobierno celebraba el primero de los Consejos de Ministros extraordinarios por la emergencia del coronavirus... pero a él no acudió Montero, ministra de Igualdad, pues a primera hora de la mañana Moncloa informaba de que había dado positivo por Covid-19.
A partir de esa fecha, se ordenó la desinfección del inmueble: el despacho de la ministra, la sala de reuniones, la oficina de las secretarias, la zona del café... Pero según fuentes internas del Ministerio, quien llevó a cabo estos trabajos no fueron profesionales especializados, sino "las mismas chicas de limpieza de todos los días, con unos guantes y lejía". Es más, una de las operarias ha caído enferma.
La fecha del diagnóstico, en la semana posterior a la marcha del 8-M, en realidad indica sólo una lejana posibilidad de que la titular de la cartera se hubiera contagiado precisamente en la marcha que reunió a 120.000 personas en las calles de Madrid.
Ya infectada el 8-M
Se desconocen muchas cosas de este virus: al inicio de la pandemia, las publicaciones científicas dieron por hecho que su periodo de incubación asintomática era de 14 días. Ahora, se sabe que el intervalo oscila entre los cuatro días y las dos semanas. Pero eso significa que si Montero no contrajo el coronavirus en la marcha, acudió a ella ya infectada y pudo ser un vector de contagios.
Quizá por eso mismo, el mismo día en que los medios confirmamos su positivo -y con celeridad- se cerraron las oficinas del Ministerio de Igualdad. Así permanecen desde entonces, clausuradas, y con todos sus trabajadores y funcionarios ejerciendo sus labores de manera remota.
Este periódico se ha puesto en contacto con la cartera que dirige Montero. Las fuentes oficiales de Igualdad explican que "una vez conocido el positivo de la ministra", los servicios del Ministerio pusieron esta información "en conocimiento de las autoridades competentes".
A partir de ahí, "se cumplieron y aplicaron estrictamente los protocolos establecidos tanto por parte del Ministerio de Sanidad como por parte de Función Pública", detalla un portavoz del departamento, "en lo relativo tanto al funcionamiento como al personal vinculado al mismo".
De Ministerio a Ministerio
Sin embargo, repetida la pregunta de manera expresa -"¿Fueron las habituales mujeres de la limpieza las que desinfectaron?"-, las fuentes oficiales de Igualdad insistieron en que "no sabemos quién mandó Sanidad a desinfectar".
Así, ante la duda de quién es responsable de este tipo de labores, si el propio Ministerio afectado, a través de sus servicios, o la autoridad delegada de Salvador Illa, ministro y gestor final de todo lo que tiene que ver con la emergencia del coronavirus, EL ESPAÑOL también se puso en contacto con el Ministerio de Sanidad.
La pregunta fue directa, destinada a averiguar si se contrató una empresa especializada o no para la desinfección de las instalaciones del Ministerio de Igualdad. O si las labores de desinfección las realizó el personal de limpieza habitual, sin formación específica para el asunto.
Sorprendentemente, la respuesta oficial desde el departamento de Illa fue "debes preguntar al propio Ministerio de Igualdad". Sin más.
Por el momento, una de las limpiadoras que procedió sin una protección específica ni conocimientos especializados a la desinfección de las instalaciones de la antigua Secretaría de Estado de Igualdad, en la madrileña calle de Alcalá, 37, ha caído enferma por coronavirus. Al menos, una de las secretarias que comparte dependencias con el personal adscrito a la ministra presenta síntomas y los departamentos del socialista Illa y de la morada Montero se pasan la pelota de la responsabilidad.