Este sábado, Pedro Sánchez ha contactado con los líderes de los diferentes partidos con representación parlamentaria para comunicarles su decisión de prorrogar por 15 días más el estado de alarma, hasta el 26 de abril, a causa de la emergencia del coronavirus. Cumpliendo con lo que indica la Constitución, el Gobierno deberá aprobarlo en Consejo de Ministros y solicitarle permiso al Congreso de los Diputados en un pleno a lo largo de la próxima semana.
Pero sólo les ha comunicado su decisión, nada más. A pesar de haber recibido la carta de Inés Arrimadas esta misma mañana en la que le reclamaba "unos Pactos de la Moncloa versión siglo XXI" y de que Pablo Casado le transmitió el "apoyo del Partido Popular para las medidas de contención contra el coronavirus". Pero también a pesar de que el líder del PP le recordó en esa llamada que "la lealtad y la unidad exigen eficacia y transparencia".
Lealtad y unida son las palabras que más repite Pedro Sánchez desde que comenzó la crisis. Las pide a los líderes de la oposición. Las reclama en Europa, anet la incomprensión de algunos jefes de Gobierno, como la alemana Merkel y el holandés Rutte. Y las recuerdas dentro de su propio Ejecutivo, donde se ha desatado la batalla entre los ministros del PSOE y los de Unidas Podemos por destacar, liderar la respuesta socioeconómica ante la ciudadanía y pillar foco en los medios.
La pelea entre la vicepresidenta tercera, Nadia Calviño, y el segundo, Pablo Iglesias empieza a parecer más la de un gobernante con la oposición. O viceversa, ya que en la formación morada celebran cada día con más algarabía "este nuevo Sánchez que ni nos esperábamos ni le pedíamos llegar tan lejos".
Sin embargo, esos Pactos de la Moncloa que quiere Sánchez, para "unir todo el talento" político, adolecen de una cosa fundamental: su acción. "Relanzar y reconstruir nuestra economía y el tejido social y empresarial", es el objetivo, tal como repetía el presidente en la hora larga de comparecencia -la novena en 24 días-.
Pero Santiago Abascal simplemente se negó a cogerle el teléfono: "Ya avisamos de que sería nuestro último apoyo, ahora sólo esperamos una comunicación, la de su dimisión".
Por su lado, Casado y Arrimadas lograron algo que no tuvieron hace dos semanas, saber por boca de Sánchez que habrá más confinamiento. Pero tuvieron que esperar a verle en televisión para saber que les quiere en Moncloa negociando un plan económico de "todo el talento unido". Y para ver oficializado que el Gobierno pide "15 días más ahora, pero el confinamiento será más largo".
Del usted al tú
El presidente hizo una rueda de prensa enormemente larga. Y en ella dio el paso de tratar de tú a los españoles, para mostrarse más cercano justo el día en el que no se centró sólo en anuncios y datos -que muchas veces eran demasiado prolijos y poco adecuados para un líder en un momento de crisis-, sino que también advirtió de que la salida del confinamiento será "paulatina, como por un pasillo", y que tiene dos equipo específicos trabajando: uno para diseñar esa vuelta a "una nueva normalidad", y otro para "la salida de nuestra economía de la hibernación".
Dijo que con ese objetivo convocará unos nuevos Pactos de la Moncloa "como los de hace 40 años" para "reconstruir la economía". Su intención es llamar a "todos los partidos políticos" para "trabajar en este objetivo" contra la emergencia económica que ha provocado el coronavirus.
Pero entonces, ¿por qué pide las prórrogas poco a poco? Para ceñirse a "la opinión de los expertos" y porque es consciente de que está "sentando un precedente" en una hora muy dura. "Es un honor ser el presidente de este gran país y no puedo estar más orgulloso", insistía.
Y describió ese pasillo por el que iremos regresando a la vida "que no será como la de antes" con un paso previo. Tras la Semana Santa prevé levantar el "cierre total de las industrias no esenciales" y volver a un estado de alarma como el de antes del último decreto ley que lo impuso. Eso sí, "con absoluta precaución y siguiendo los dictados de los expertos".
Una unidad más fuerte y más compacta, ha dicho: "Tenemos que pasar del qué pueden hacer los demás por mí a qué puedo hacer yo por los demás". Y es ahí donde ha recordado expresamente los Pactos de la Moncloa "como pasó hace 40 años" en los que "los mejores se unieron para sacar adelante el país en su peor hora".
Madrid piensa en el 4 de mayo
Sin embargo, en la Comunidad de Madrid ya daban por seguro que el estado de alarma iba a durar más, al menos hasta después del puente de mayo.
Este periódico pudo saber de fuentes de la Consejería de Sanidad del gobierno regional que Isabel Díaz Ayuso trabajaba ya con la idea de que las medidas de confinamiento de la población impuestas por los sucesivos decretos ley de estado de alarma -el primero fue el pasado día 14 de marzo y éste se renovó en un Consejo de Ministros extraordinario, el pasado 27 de marzo- se prolongarán hasta, como mínimo, el 4 de mayo.
Todo, a pesar (o quizá por eso mismo) de que María José Sierra ha confirmado en su comparecencia que que "sí tenemos cierta sensación de que los ingresos de hoy son inferiores a los de ayer en Madrid y en otras comunidades", ha insistido en que hay que hacer esfuerzos, porque "las medidas de distanciamiento están funcionando".
"Hemos pasado el pico"
De hecho, Sánchez dio otra noticia, anunció como de pasada que ya hemos rebasado el tope de la epidemia.
"Una vez sobrepasado el pico", dijo el presidente -dando por hecho que ya hemos llegado a esa "primera etapa"-, el regreso a la nueva vida que nos espera pasará por "detraer recursos a las generaciones futuras" endeudando al país, pero aprovechando para "invertir en una nueva economía que les deje un mejor mundo" para que esas generaciones entiendan "por qué lo hicimos".
"Habrá que reconstruir y relanzar la economía y el sistema productivo", advirtió. "Quiero rendir un homenaje a los trabajadores, a los autónomos, a la economía social y a las empresas que están aguantando este tirón", los que quieren mantener los empleos y los negocios: "El Gobierno de España lo siente como propio".
"No renuncio a los eurobonos"
Pero también convocó esa unidad a la Unión Europea. "Necesitaremos unidad dentro y también en Europa", remarcó, "para afrontar las deudas que vamos a contraer y para crea un verdadero plan Marshall para revivir nuestras economías". Para Sánchez, "Europa no puede fallar esta vez: es la hora de que proteja a los europeos".
Según el presidente, "España no va a renunciar a los eurobonos", insistió, y además pedirá el fondo europeo por desempleo, o que los fondos estructurales se puedan volcar "sin condicionalidad" y precauciones en los pactos de estabilidad económica. Pero a lo que no renunciará "en ningún caso" es a los "eurobonos, porque eso es solidaridad".
"Europa se ha resistido demasiado tiempo a dar pasos en una responsabilidad compartida, y eso es lo que les voy a trasladar al resto de líderes europeos en el próximo Consejo", que será este jueves. "Estoy convencido de que los gobiernos más reticentes al final serán conscientes de que éste es el camino".
Populares y liberales esperan ahora la llamada, antes del Jueves Santo, en el que a las 9.00 de la mañana Meritxell Batet ha convocado ya el pleno para la prórroga del estado de alarma hasta el 26 de abril... y para que Sánchez pueda ir, de verdad, con fuerza el Consejo Europeo extraordinario.
Si quiere presionar a la alemana Merkel y al holandés Rutte lo lógico es que lo haga con la fuerza de más de 250 diputados: los 155 de su Gobierno sumados a los 89 del PP y los 10 de Cs. Para empezar a unir talento.