Encerrados con Ana Rosa Quintana: "Salgo de casa todos los días, al volver no puedo abrazar a mis hijos”
3º episodio: entra cada mañana en las pantallas de, al menos, un millón de ciudadanos. Relata su rutina y sus emociones en los días de la pandemia.
10 abril, 2020 02:39Noticias relacionadas
"Mientras dure el encierro" es el título de una serie de podcast que publicará EL ESPAÑOL hasta que se levante el estado de alarma. En cada episodio, el entrevistado escapará virtualmente de su habitación y romperá el aislamiento. Con una libertad radical por bandera -cuatro paredes no bastarán para encorsetarla-, artistas, periodistas, poetas, escritores... abrirán las puertas de su conciencia, de sus creencias, de sus miedos y de sus ilusiones. Desvelarán una rutina reconstruida a marchas forzadas después de que el coronavirus la hiciera volar por los aires.
El programa de Ana Rosa (Madrid, 1956) es información, acompañamiento, desamores, sucesos, intrigas palaciegas… pero también influencia y poder. Desde que estalló la pandemia, esta periodista entra en un millón de casas cada día.
Cuando sale del plató, como en este instante, navega por carreteras vacías. Es como si Antonio López hubiera extendido su cuadro de la Gran Vía a la ciudad entera: todo un desierto.
En casa, cenan juntos, pero cada uno en una esquina del comedor. Distancia de seguridad, sin abrazos. Sus hijos pequeños, a punto de cumplir los 16, forman parte de esa generación en constante cambio, quizá la que más vaya a notar en el futuro el paso del coronavirus. A uno de ellos, que estudia en Inglaterra, lo trajeron a Madrid sobre la bocina, el fin de semana del 8 de marzo.
Ana Rosa Quintana tiene en la mano, desde hace quince años, el termómetro que mejor mide la temperatura de España. Ahora, a veces con la voz quebrada, da cuenta, casi al minuto, de este país que ni siquiera puede velar a sus muertos. Cuando mira a la cámara, en directo, se acuerda de los mayores. Muchos de ellos, espectadores habituales, han convertido la radio y la tele en sus tablas de salvación. Y también, en cierto modo, en sus tablas de la ley.
Ven, móntate en este coche que va camino de casa de Ana Rosa. Si te gusta alguna serie, aconséjasela, que anda en busca de alguna que le enganche. El vehículo es amplio, así que no te preocupes por la distancia de seguridad. Si te contagias de algo, será de la pasión por lo que hace: dice que, con esta crisis, le ha llegado el momento de devolver a la profesión… todo lo que ha recibido en treinta años de éxito.
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Lista de episodios
3. Ana Rosa Quintana