"Ese sacrificio que nos piden... Ellos deben ser los primeros en realizarlo". Esa es la conclusión política alcanzada por la Iglesia durante la crisis del coronavirus. El portavoz de la Conferencia Episcopal llama a los líderes políticos -sin ponerles nombres y apellido, pero con claras referencias- a reeditar el consenso que suscribió los Pactos de la Moncloa en 1977.
Luis Argüello, también secretario general, viene exhibiendo con contundencia su punto de vista, alejado de la ostensible prudencia que suele mostrar este órgano en todo lo relacionado con los partidos y sus candidatos. Esta vez, crisis del coronavirus de por medio, la Conferencia Episcopal ha recurrido al "espíritu de la Transición" como apuesta para la reconstrucción.
Las fuentes consultadas por este diario reseñan que las palabras de Argüello son una "constante", la cumbre de un camino que una gran parte de dirigentes sacerdotales comenzó a recorrer cuando el Congreso de los Diputados se inundó de crispación.
Debido a ese consenso también interno -bien es cierto que con matices y a expensas de las posturas de algunos obispos conservadores-, Argüello lanza su mensaje sin remilgos en sus conversaciones con periodistas.
En su última rueda de prensa, fechada este lunes, pidió a Moncloa y a la oposición que "abandonen su amor propio y sus intereses ideológicos" para centrar su trabajo en el "bien común".
Llegó a referirse al clima político que arrojaron las últimas elecciones generales como una "crisis permanente". "Pongamos la realidad por delante de las ideologías", sintetizó. Un lema que, según expresó, bebe directamente del Papa Francisco, que en una de sus últimas encíclicas rezó: "La realidad es superior a la idea".
Próxima reunión con el Gobierno
A tenor de lo contrastado por este diario, las autoridades eclesiásticas mantendrán una reunión con el Gobierno "en los próximos días". En ella, se abordará el devenir del culto en las parroquias.
La Conferencia Episcopal tacha de "confuso" el decreto ley, ya que considera que el artículo 11 permite el culto, pero que el 7 lo invalida al prohibir la salida a la calle. Los sacerdotes, en colaboración con expertos sanitarios, ya preparan una propuesta para el desconfinamiento de las misas.
No habrá pilas de agua bendita y se colocará gel hidroalcohólico en la entrada para que los fieles hagan un uso obligatorio de él. Sobre la comunión, todavía no se ha encontrado un método que se adecúe a las nuevas circunstancias, más allá de la conocida como "comunión espiritual" -no hay contacto entre el sacerdote y el feligrés-.
En su última comparecencia, Luis Argüello también desveló la postura de la Iglesia sobre la renta básica universal planteada por el Gobierno. Los obispos reiteran la idoneidad y la "urgencia" de esa medida para "ayudar a los afectados por la crisis", pero piden que sea "temporal".
Si fuera "permanente" -indicó el portavoz- se generarían "grupos amplios de ciudadanos que vivirían de manera subsidiada", lo que "no sería un horizonte deseable". Por otro lado, la Conferencia Episcopal ha recomendado a los sacerdotes que donen parte de su sueldo a los afectados por la crisis.