Albert Rivera no estará en la primera gran Asamblea de Inés Arrimadas como presidenta de Ciudadanos. Los liberales reaccionaron rápido ante la llegada del coronavirus y suspendieron su cónclave. Tras haberse extendido la cuarentena, celebrarán el Congreso de manera telemática entre el 30 de abril y el 3 de mayo. Su exlíder, pese a haber sido invitado, no participará de ninguna manera. Así lo confirman fuentes de la organización.
El político catalán es el único expresidente de Ciudadanos. Se mantuvo en su cargo desde 2006 hasta el descalabro en las últimas elecciones generales. Su ausencia rompe con la tradición bipartidista. A Pablo Casado, por ejemplo, lo bendijeron Rajoy y Aznar, aunque participando en días separados. Felipe González, pese a sus discrepancias con Pedro Sánchez, también acudió a la llamada del PSOE tras su elección en 2017.
El aparato naranja reitera que la relación con Albert Rivera es buena y resta importancia a su ausencia. Hace ya más de un mes que el ahora presidente del bufete Martínez-Echevarría volvió a hacer comentarios sobre la actualidad en Twitter, pero prefiere mantenerse alejado de cualquier acto político.
Rivera es en sí mismo gran parte de la Historia del partido: el crecimiento en Cataluña, la expansión nacional, la victoria electoral frente al nacionalismo, la machada de los 57 escaños, el veto al PSOE, el batacazo del pasado noviembre...
Un legado que sus sucesores han venido citando y elogiando desde su marcha. Está por ver qué palabras elegirá Arrimadas para referirse al pasado en su primer gran discurso. Hasta el momento, la jerezana no ha exteriorizado las claves estratégicas que, a su juicio, conllevaron la pérdida de cuarenta escaños.
La Asamblea a punto de celebrarse estaba programada para el 14 de marzo, día que se decretó el estado de alarma. Dadas las circunstancias -y para evitar el vacío de poder-, la gestora decidió nombrar telemáticamente a la nueva Ejecutiva.
Teniendo en cuenta que el confinamiento se alargaba mucho más de lo previsible, Ciudadanos ha dilucidado celebrar la Asamblea -votación de enmiendas y renovación de infraestructura regional- de manera digital.
El día de su nombramiento, Inés Arrimadas no brindó un discurso a su militancia -en previsión de poder hacerlo más tarde y presencialmente-, pero ha decidido no dilatar más los plazos. Se dirigirá a sus afiliados este fin de semana.
Participarán alrededor de quinientos delegados. Se nombrará al nuevo Consejo General y se renovarán tanto la ponencia de estatutos como la de estrategia. El coste del evento será de cero euros, frente a los 100.000 que iba a costar inicialmente. Fuentes del partido, no obstante, aseveran que la intención de Arrimadas pasa por convocar un gran acto multitudinario una vez se levante el confinamiento.