Los datos oficiales de test PCR, los que desde el pasado sábado conforman la estadística oficial de España "porque son los únicos útiles para conocer cómo evoluciona la epidemia del coronavirus", en palabras de Fernando Simón, colocan a España en el puesto 17 de los países de la OCDE, con 22,29 pruebas por cada mil habitantes. La cifra deja a nuestro país por debajo de la media de la propia organización internacional (22,9).
Con mejores ratios que España aparecen Islandia (134,9); Luxemburgo (64,6); Estonia (36,9); Lituania (36,6); Israel (30); Italia (29,7); Suiza (28,8); Noruega (28,5); Austria (25,9); Dinamarca (25,3); Letonia (25,2); Alemania (25,1); Nueva Zelanda (25,9); Eslovenia (23,9); Irlanda (22,8) y Portugal (22,7).
Así, a pesar de las insistentes declaraciones del presidente Sánchez y del ministro de Sanidad, Salvador Illa, en el sentido de que somos uno de los países de Europa que más pruebas está realizando, España es también el 12º Estado miembro de la UE en esta serie. Y queda por detrás de economías mucho menos desarrolladas como las de los tres países bálticos, la eslovena la irlandesa o la portuguesa.
Es cierto que hay un salto espectacular de ventaja de España respecto de otros dos países de nuestro entorno que están sufriendo la epidemia en cifras muy cercanas a las nuestras. Francia y Reino Unido sólo han hecho 9,1 y 9,9 test del Covid-19 por cada mil de sus habitantes.
Pero que todos los medios se pusieran a escudriñar esta estadística tener que ver con una información manipulada que publicó este lunes el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y que inmediatamente utilizaba el Gobierno de Pedro Sánchez para presumir de que España estaba en el top-ten mundial.
El dato era falso, porque sólo para nuestro país sumaba test PCR y serológicos y lo alzaba a las 28 pruebas por cada mil habitantes, muy cerca de Italia. Y la fuente de la tabla estadística que se publicitaba, suficientemente confusa como para, tirando del hilo, señalar a Moncloa como iniciador del presunto bulo.
Explicaciones de unos y otros
A lo largo del lunes, este periódico descubrió que la página web de la Universidad de Oxford ourworldindata.org/covid-testing no incluía "datos oficiales" de España por carecer de ellos. "Sólo disponemos de una nota de prensa del Ministerio de Sanidad que, citando a su titular, Salvador Illa, da unas cifras" que no podían ser utilizadas en sus cuadros dinámicos comparativos.
Así, Edouard Mathieu, el responsable de la estadística de Oxford utilizada como base por la OCDE para, después, encastrar en medio un dato inconsistente de España, salía por la tarde a desmentir su implicación en el entuerto. Y señalaba a Moncloa como "presunta autora del cuadro compartido por la OCDE", haciendo mención a que la leyenda del mismo explicaba que la fuente de los datos era su documento... "consultado por el Gabinete de la Presidencia del Gobierno de España el 26 de abril de 2020".
Se quedaban sin base las celebraciones de Sánchez e Illa por que España ya estaba en el puesto 8º a nivel mundial en el número de pruebas PCR a sus ciudadanos. Y eso que, como decía el propio Gurría en su tuit, los test son un argumento clave "para poder recabar la información necesaria para iniciar la desescalada del confinamiento".
Ante el escándalo organizado, que implicaba al propio Gobierno, a la OCDE y a la Universidad de Oxford, pasadas las 0.30 de la noche de este martes, la Secretaría de Estado de Comunicación emitió una nota oficial exculpando a Moncloa del entuerto, y señalando a la OCDE como autora de la gráfica de marras.
Desde el Ejecutivo se defendían afirmando que se habían remitido al organismo internacional los datos desglosados de test PCR y tests de anticuerpos, y que había sido la OCDE quien "ha elaborado y publicado su propio gráfico con tests de diagnóstico conjunto, sin discriminar técnicas".
La OCDE al desnudo
"En España están pasando muchas cosas" con la crisis del coronavirus, dice Ángel Gurría, secretario general de la OCDE. "Todos los ojos están en España, y los nuestros también, porque no había datos de los test y de repente está empezando el desconfinamiento".
Gurría trataba de exculpar a su organización y, de paso, al Gobierno de Pedro Sánchez, del escándalo que se originó este lunes a partir de un tuit suyo aprovechado en pocos minutos por Moncloa para colocar a España en el top-ten de los países que más pruebas de Covid-19 hace por cada mil habitantes.
En una entrevista en Onda Cero, el político y economista intentaba responder en la mañana de este martes a las preguntas que todo el mundo se hacía: ¿A qué venía ese tuit citando sólo y expresamente a España? ¿Por qué en una estadística de test PCR a España se le sumaban los serológicos? ¿Sufrió la OCDE presiones del Ejecutivo español?
Pero en su empeño, el jefe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico destapaba el auténtico problema. España está iniciando el desconfinamiento, dando permiso a los niños a salir a jugar y anunciando la desescalada de los paseos en familia y el deporte individua sin contar con "un mapeo de cómo está incidiendo el virus".
Porque en la busca de quitarle hierro a la implicación de la OCDE en una operación de imagen de un Gobierno particular, Gurría se volvía a pillar los dedos: "Lo importante no es una estadística, sino los esfuerzos que yo sé que está haciendo España, un país que está sufriendo mucho". ¿Si no era importante la estadística, por qué se manipuló ésa que pretendía reflejar esos esfuerzos?
La pregunta quedó sin respuesta. Como tampoco si él o la OCDE han sido presionados por su "especial relación con España", que admitió. O por el embajador de nuestro país, Manuel Escudero, miembro de la Ejecutiva del PSOE y gurú económico del presidente Sánchez, justo ahora que comienza el proceso electoral para que Gurría renueve por cuarta vez su mandato, tras 15 años al frente.