Gabriel Rufián, portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, ha advertido al Gobierno de que con su gestión "unilateral y descoordinada" de la crisis del coronavirus se están jugando "el espíritu de la mayoría de 180 diputados" que los aupó a la Moncloa.
Si hace una semana amenazaba con votar no a la siguiente prórroga del estado de alarma -"nuestra abstención está cada vez más cerca del voto negativo"-, en la sesión de control al Gobierno de este miércoles ha levantado la voz contra el plan de desescalada aprobado el martes por el Ejecutivo: "Si nos hubieran llamado, les habríamos dicho que no tiene sentido se pueda ir a la peluquería antes que ver a tu madre".
El líder de ERC en la Cámara Baja juega con el apoyo de sus 13 escaños, que puede dejar en minoría a Pedro Sánchez. Tiene en la recámara la mesa de negociación separatista, suspendida durante el estado de alarma, que ya exigió que se recuperara para no boicotear los nuevos Pactos de la Moncloa. Y advirtió a la vicepresidenta cuarta, a la que preguntaba en la sesión de que "la alternativa son 'Torquemada Abascal' y sus colegas... no sé si se han dado cuenta".
De hecho, comenzó su intervención reconociendo que sí estaban informados de lo que el Gobierno llamó ayer el "Programa para la Transición hacia la nueva normalidad", y que presentó Sánchez en una rueda de prensa de 78 minutos emitidos en directo en la televisión, sin antes informar a los grupos: "Sí, ya vi la rueda de prensa", dijo Rufián, "que es la única vía de información que tenemos".
En juego la legislatura
El líder independentista, con el sostén al Ejecutivo de coalición en sus manos, se preguntó en alto: "¿Cuánto les importa la legislatura? Su empeño en no dialogar con nosotros lleva a los que consideran que comer es una cosa socialcomunista". Rufián recordó que "son 47 días sin diálogo ni consenso", momento en el que pasó al discurso claramente nacionalista: "Son 47 días sin competencias".
La vicepresidenta cuarta respondía, en teoría, como responsable del Comité de desescalada, cargo que perdió en medio de la reunión del Consejo de Ministros de este martes, cuando los miembros del Gobierno recibieron, una vez comenzada la reunión, el plan que en teoría se había estado preparando tres semanas y que ninguno de los ministros conocía, pese a estar incluidos algunos de ellos en ese comité.
"Hemos querido atender a la Sanidad lo primero y respetar el estado autonómico", dijo Ribera, aunque ya no es la responsable del programa de transición. Síntoma claro de ello fue que la sesión comenzó no sólo con un minuto de silencio sino con la retirada de la interpelación urgente que había registrado el Grupo Parlamentario popular para que diera cuenta de sus trabajos.
Ribera respondió con vaguedades y reconociendo el caos en el que se encuentra el Gobierno: "Tomo nota de sus sugerencias", dijo ante los requerimientos de diálogo por parte de Rufián, "y cuando nos organicemos, tendremos un debate con los grupos políticos".
La vicepresidenta de Transición Ecológica aseguró, además, que el plan se había "consensuado con las Comunidades Autónomas" y la presidenta le dio por cortado el turno de su segunda respuesta cuando apuntaba que estamos ante una situación "en la que tendremos que aprender todos juntos..."