"Este Gobierno tendrá muchos acentos, pero una sola voz", dijo Pedro Sánchez al sellar su pacto de coalición con Pablo Iglesias. La frase buscaba crear un nuevo eslogan que tapara en lo posible aquel otro de "no podría dormir, ni yo ni el 95% de los españoles, con un vicepresidente así". Aunque, en realidad, al presidente se le seguía reprochando su "alianza de pesadilla" hasta que el trajo cosas como la "nueva normalidad".
En todo caso, lo de una sola voz no se cumple tampoco. Este martes, en pleno Consejo de Ministros, este periódico confirmaba en fuentes de Unidas Podemos que la formación gubernamental de Pablo Iglesias llevará a la comisión de los acuerdos para la reconstrucción del Congreso la propuesta de un Impuesto a las Grandes Fortunas. Pero la mayoría del Ejecutivo no está con él. Concretamente, tres cuartas partes del gabinete, las del PSOE.
Así de claro lo dejó la ministra portavoz, María Jesús Montero, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Según la titular de Hacienda, responsable de la política fiscal, "hay otras maneras de hacer más progresiva" la recaudación y lograr "que paguen más los que más tienen". Y, si no quedaba clara su postura, la ha rematado sentenciando que "no hay necesidad de que haya una figura expresa".
Pero Iglesias quiere aprovechar el marco de la comisión de pactos, donde la oposición tendría que retratarse, porque lo considera el momento oportuno para recuperar una de una de las banderas electorales moradas. El "impuesto a los ricos" supone enardecer a sus masas y una palanca para alejarse de la imagen de aburguesados de moqueta que persigue a los dirigentes que antes llenaban plazas y ahora se sientan en sillones del poder.
El PP advierte
Podemos quiere recaudar con ese "impuesto a los ricos" el 1% del PIB, hasta 11.000 millones de euros anuales. La cifra parece fantasiosa, según informa Invertia, pues supondría multiplicar por 10 lo que ingresa el Estado a través de Patrimonio, la figura fiscal a la que sustituiría. Y además, según el portavoz económico del PP en el Congreso, Mario Garcés, "produciría asimetrías evidentes en el campo de la equidad, además de deslocalización de activos financieros".
El diputado popular forma parte de la comisión de la reconstrucción y, al conocer el proyecto de Podemos, declaraba a este periódico que ese impuesto "se convertiría en una barrera de entrada para la inversión extranjera y un desincentivo para el mantenimiento del patrimonio en España".
De la necesidad, virtud
Aunque ir con ese plan a la comisión de los nuevos Pactos de la Moncloa le sirve a Unidas Podemos para marcar perfil propio, también ahonda en la pelea interna del Ejecutivo. Este martes también se produjo la primera de las reuniones telemáticas semanales acordadas hace siete días por Pedro Sánchez e Inés Arrimadas, una cita tras la que ambos expresaron su voluntad de compartir información sobre la crisis y buscar "acuerdos futuros" en el ámbito sanitario, económico y social.
El acercamiento del presidente a Ciudadanos, que llegó por necesidad, se puede convertir en virtud si los acontecimientos siguen por los derroteros que se anuncian. Para empezar, Montero aprovechaba otra pregunta de la prensa para emplazar a Ciudadanos a que negocie los Presupuestos Generales de 2021. Además, el comunicado del equipo de Presidencia y el de Ciudadanos tras la cita de Sánchez y Arrimadas, sin ser conjunto, sí era calcado letra por letra.
Y finalmente, fuentes parlamentarias confirmaban a este periódico que, durante la sesión constitutiva de este martes, los representantes de Arrimadas en la comisión del Congreso para los acuerdos "estaban entregados al PSOE". Así, los nervios en Podemos y los socios nacionalistas del Gobierno no hacen sino confirmar que todos ellos temen que la mayoría alternativa que se vislumbró el miércoles pasado en la Cámara Baja tome cuerpo.
Tirar a la izquierda
Podemos quiere sustituir el Impuesto de Patrimonio por éste nuevo a las Grandes Fortunas, entre otras cosas, para evitar que las autonomías lo eliminen, como hace la Comunidad de Madrid, que lo bonifica al 100%. Pero el popular Garcés en ese sentido recuerda que "Patrimonio está en vías de extinción en Europa y en el mundo". De hecho, en las últimas décadas, Italia (1992), Austria (1994), Dinamarca e Irlanda (1997), Países Bajos (2001), Finlandia (2006) y Suecia (2007) ya derogaron este tributo, mientras que "en Alemania fue declarado inconstitucional desde 1997".
Quizá por eso, Iglesias ha pisado el acelerador de su propuesta de "impuesto a los ricos" que, explicaban las fuentes de la vicepresidencia, había sido aparcada hace dos semanas para mejor ocasión. La intención es que no sólo se retrate la oposición en un ambiente socioeconómicamente propicio -o apoyáis que estos Pactos hagan que los ricos paguen más o estaréis dejando atrás a los pobres-, sino que pretende tirar más a la izquierda al PSOE.
Montero, otrora aliada de los morados cuando Sánchez gobernaba en solitario y en minoría tras la moción de censura, se ha erigido últimamente en el azote de Iglesias. Desde el equipo más cercano al vicepresidente segundo no ha gustado cómo en más de una ocasión la portavoz ha aprovechado las ruedas de prensa posteriores al Consejo de Ministros para ejercer de portavoz "sólo de una parte del Gobierno". Y no precisamente la morada, claro.
Cabe recordar que hace exactamente un mes, Montero descartaba públicamente el proyecto de renta mínima temporal de Iglesias ante los micrófonos. El guión fue exactamente el mismo: Iglesias lanzó una noticia mientras el Gobierno estaba ocupado -entonces en el debate de la segunda prórroga del estado de alarma-, conseguía titulares, enfadaba a los ministros del PSOE -sobre todo a su némesis, Nadia Calviño- y de inmediato la portavoz lo desmentía.
En aquella ocasión, Montero dejó muy claro que "no se puede improvisar" y que el jefe del Ejecutivo no tenía ninguna intención de atender las presiones del vicepresidente para aprobar pronto el Ingreso Mínimo Vital Puente que había anunciado su equipo sólo cinco días antes: "El compromiso del Gobierno es dar un salto de rentas bien diseñado", dijo, "y el responsable es el ministro Escrivá, lo haremos bien, aunque tardaremos unos meses".