No estaba escrito en el guion. Los mandatarios de ambos partidos habían charlado de manera informal en los últimos días. Por eso, Begoña Villacís, en su escaño del Ayuntamiento de Madrid, no daba crédito. Por primera vez desde que echó a andar la legislatura, Vox pedía su dimisión... y la justificaba con argumentos que ella considera "falsos".
Pedro Fernández, concejal de la derecha radical, cargó contra la vicealcaldesa hasta el punto de exigir su marcha. Incluso fue más allá: anunció un cordón sanitario. "Ni reuniones formales ni informales", sentenció. En ese instante, según ha contrastado este diario, la dirección nacional de Vox -e incluso algunos compañeros concejales- se quedaron de piedra. Tanto como la propia Villacís. Fernández ha declinado una invitación de EL ESPAÑOL para pronunciarse al respecto: "No voy a hacer declaraciones".
"Se pasó de frenada. Se vino arriba. No entendemos qué sucedió", desgranan las fuentes de Vox consultadas por este periódico. El partido, aunque todavía no ha rectificado en público, no contempla esa estrategia. Es más, en las próximas semanas, los ediles de la derecha radical tienen previsto formar parte de la mesa que guiará la reactivación económica de la capital.
Ni siquiera Javier Ortega Smith, líder del grupo municipal de Vox en Madrid, estaba al tanto de las palabras que iba a pronunciar Pedro Fernández. A finales de enero, este también diputado en el Congreso saltó a todos los telediarios con estas palabras dirigidas a PSOE y Más Madrid: "Aparten sus sucias manos, aparten sus marxistas deseos y apetitos sexuales. No les voy a permitir adoctrinar a nuestros hijos para convertirlos en enfermos como ustedes".
Este lunes, Fernández se mostró visiblemente exasperado por las críticas de Villacís a las protestas del barrio de Salamanca, lo que le llevaron a decir: "Con una mano da una medalla a los madrileños y con la otra les pega un bofetón".
Otra prueba del resbalón de Fernández anida en las redes sociales de Vox. Su intervención tuvo un fuerte impacto en medios locales y nacionales, pero los responsables de la cuenta de Twitter de su formación no compartieron ni un breve fragmento.
"Mintió deliberadamente"
En cuanto finalizó la comisión de la bronca, el gabinete de Ciudadanos contactó con el equipo de Vox. Obtuvo esta misma respuesta: "Pedro se ha pasado, ha ido por libre". Hasta hoy, la relación había sido cordial y, al contrario de lo que sucede en la Comunidad de Madrid, los de Abascal no habían amenazado con desestabilizar de esta manera al Gobierno de Martínez-Almeida.
"Ha traspasado una barrera. Mintió deliberadamente", sintetiza un dirigente de Ciudadanos en conversación con este periódico. El concejal de la derecha radical, Pedro Fernández, acusó a la vicealcaldesa de planear una moción de censura contra Almeida. "Eso es una tontería, no hay por dónde cogerlo. Begoña, si quisiera, ya sería alcaldesa con los votos de la izquierda", desgranan desde el grupo municipal de los liberales.
Fuentes cercanas a Villacís relatan que la también miembro de la Ejecutiva nacional de su partido es tentada "casi todas las semanas" por pesos pesados del PSOE y Más Madrid. "Qué rápido te hacía alcaldesa", le dijo uno de ellos poco después de la bronca con Vox.
La vicealcaldesa preguntó en alto -durante la comisión- a los herederos de Manuela Carmena por esa supuesta moción de censura. "¡Qué mas quisiera yo!", respondió un irónico Nacho Murgui -concejal de Más Madrid-. Otro tanto arguyó un edil del PSOE, que confirmó de viva voz la invención de Pedro Fernández.
El clima del Consistorio, hasta este lunes, había sido bueno. Reflejaba ese consenso imposible de alcanzar en el Congreso. Martínez-Almeida, Villacís, Rita Maestre, Pepu Hernández y Ortega Smith venían conduciéndose con actitud pactista, hasta que Pedro Fernández resbaló. No obstante, las fuentes de Vox consultadas por este periódico insisten en que su intervención no tendrá consecuencias prácticas: "Claro que asistiremos a las reuniones".