No estaba previsto que el ministro Fernando Grande Marlaska compareciera en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros. Sólo salían la portavoz y la titular de Industria. Pero no le quedó más remedio a Moncloa que actualizar la convocatoria a los medios tras la dimisión fulminante del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, conocida en la mañana de este martes, y la destitución el lunes de Diego Pérez de los Cobos, jefe del cuerpo en Madrid.
Con todo el país pendiente de sus posibles explicaciones, Marlaska se sacó de la manga el anuncio de que, por fin, habrá equiparación real de sueldos de Policía Nacional y Guardia Civil con las policías autonómicas. "En estos meses tan duros, los dos cuerpos han demostrado su valía y se han ganado el cariño y respeto del conjunto de los españoles", ha dicho.
Y es que el ministro trataba de hacer de la necesidad virtud en la marejada. En pleno lío y descrédito personal, presentó las dimisiones y destituciones como "un nuevo impulso a la Guardia Civil" y sacó la chequera. No sólo la equiparación salarial, también un plan de renovación de cuarteles y una oferta de empleo público para la Policía Nacional y la Guardia Civil.
El ministro no habló de dimisión ni de destitución del jefe de la Guardia Civil en Madrid, sino de "proceso de renovación natural" en el cuerpo. "No he dicho que pidiera irse", apuntó para hacer como que rectificaba sus primeras palabras, aunque sí se había referido a su salida del cargo, en el inicio de su intervención, en los siguientes términos: "Pérez de los Cobos decidió el mismo su salida", ésas fueron sus palabras.
Marlaska buscaba centrar la rueda de prensa en presentarse como el valedor de los agentes pero, excusatio non petita, insistía en dejar claro que "no nos lo han pedido, ni siquiera en este momento de tantísimo trabajo, pero la sociedad española les reconoce así su valía" con esta subida de sueldo acordada hace ya dos años.
"Por eso el Consejo ha habilitado al Ministerio a ejecutar el tercer y último tramo del dinero comprometido, un incremento de gasto de 247 millones de euros", dijo, agradeciendo el esfuerzo a la ministra de Hacienda, de pie junto a él.
Se cumple así el acuerdo inicial de 2018, "de hasta 800 millones de euros, y con efecto retroactivo a 1 de enero de 2020".
"Un insulto"
El incremento de las nóminas será de una media del 20% respecto a los salarios anteriores al acuerdo, según el ministro. Preguntado sobre si la equiparación salarial se ha decidido tras la polémica, el ministro dijo que "este es un proceso largo, y ya se trató en la comisión de subsecretarios del pasado jueves".
Pero el líder de la oposición no se traga la maniobra. En plena rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Pablo Casado reaccionó indignado y exigiendo "explicaciones de inmediato" ante un "insulto a la Guardia Civil y al Estado de derecho".
Contra las cuerdas
El hoy ministro y antes prestigioso magistrado de la Audiencia Nacional ha quedado contra las cuerdas por las críticas de la oposición, las de las asociaciones de la Guardia Civil y las de las asociaciones de jueces, que lo acusan de "injerencia" en la división de poderes. "La única palabra que no conjugo es ésa, injerencia", se defendió, "sé muy bien cuál es la labor de un juez".
Laurentino Ceña presentó su dimisión del cargo ante el Ministerio del Interior tras haberse negado a destituir al coronel Diego Pérez de los Cobos por orden de instancias superiores del departamento. Marlaska cesó finalmente al coronel por "pérdida de confianza". Curiosamente, este martes se ha acordado Marlaska de que Ceña pasaba a retiro el pasado 15 de mayo, "pero las circunstancias relativas a la pandemia hicieron que lo prolongáramos". Poco tiempo, por lo que se ve.
El ministro anunció quién será el nuevo DAO, el general de división Pablo Salas Moreno, que será ascendido a teniente general a propueta de Marlaska. Como jefe de servicio de información de la Guardia Civil ha destacado en la reciente detención del exjefe etarra Josu Ternera. "Su contribución en la lucha contra ETA y su final han sido extraordinarios", ha dicho el titular de Interior.
La realidad, según pudo confirmar este periódico, es que el ministro quiso echar a Pérez De los Cobos porque éste no le dio cuenta del trabajo como Policía Judicial de sus agentes en la investigación judicial al delegado del Gobierno en Madrid por haber permitido la manifestación del 8-M, alentada por el Gobierno en el inicio de la epidemia de coronavirus.
"Es una investigación delicada para el Gobierno y tenemos que conocer lo que la Guardia Civil está entregando a la jueza". Éste fue el motivo que la directora general del instituto dio al coronel Diego Pérez de los Cobos al comunicarle la decisión "de la cúpula del Ministerio" de cesarle de manera fulminante como jefe de la Comandancia de Madrid, según ha trascendido entre los mandos de la Benemérita.
"Lo decidió él mismo"
Quizás todo este galimatías explica esa frase del ministro de que De los cobos "decidió él mismo su salida". Si un subordinado -el general- se niega a cumplir la orden de un jefe -el ministro-, aunque sea por cumplir las instrucciones de otro superior a ambos -en este caso, la juez-, parece fácil entender que será consciente de que pierde la confianza del primero.
En todo caso, el ministro Marlaska no lograba tapar la polémica con su "nuevo impulso" y su "compromiso para modernizar" los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Todas las preguntas que se le dirigían iban en la misma dirección y, en una de las respuestas, llegó incluso a señalar a Pérez de los Cobos diciendo que su salida "la decidió él mismo", dentro de la normalidad de los cargos elegidos por decisión política.
El ministro, en todo caso, había iniciado su comparecencia despidiéndose de su trabajo como autoridad delegada competente durante los dos primeros meses del estado de alarma: "Agradezco la coordinación, siempre magnífica y en estos meses insuperable".