La ironía ha querido que el coronel Diego Pérez de los Cobos (Yecla, Murcia, 1964), un hombre de Alfredo Pérez Rubalcaba que sobrevivió a ETA, al procés y a uno de esos cambios de gobierno que suelen resultar letales para los cargos de confianza, no haya podido sobrevivir sin embargo a Pedro Sánchez, a Fernando Grande-Marlaska y a las investigaciones judiciales del 8-M.
El cese de Pérez de los Cobos por no informar al Gobierno de la investigación sobre las manifestaciones del 8-M, algo a lo que el jefe de la Comandancia de Madrid no podía prestarse sin desobedecer a la jueza Carmen Rodríguez-Medel e incurrir en una ilegalidad, se produce una semana después del pacto del PSOE con Bildu, viejo enemigo del coronel desde sus tiempos de la lucha contra ETA.
Se produce también tres días después de que Oriol Junqueras, desde su celda de la prisión de Lledoners, amenazara a Pedro Sánchez con dar por acabada la legislatura si este insistía en seguir buscando el apoyo de Ciudadanos en vez del de ERC. Pérez de los Cobos es una de las bestias negras del nacionalismo catalán desde su nombramiento como responsable del operativo contra el referéndum ilegal del 1-O en 2017.
No estamos ante el primer coronel de la Guardia Civil cesado por el actual ministro del Interior, que ya en noviembre de 2018 destituyó al jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), Manuel Sánchez Corbí, a raíz de un mail en el que éste informaba a sus subordinados de que todas las operaciones vinculadas al uso de fondos reservados debían paralizarse. En 2008, Sánchez Corbí había salvado a Marlaska de ser asesinado por ETA.
Hombre de Estado
El cese de Diego Pérez de los Cobos es uno de los mejores ejemplos posibles de las diferencias entre el PSOE de Pedro Sánchez y el anterior a él. Pérez de los Cobos, diplomado en Estado Mayor y antiguo número uno de la Jefatura de la Policía Judicial de la 112 Comandancia de la Guardia Civil, fue desde 2006 y durante cinco años asesor de confianza de Alfredo Pérez Rubalcaba en el Ministerio del Interior.
En 2011, todavía con Jose Luis Rodríguez Zapatero en Moncloa, el coronel Pérez de los Cobos fue nombrado director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, y mantuvo el cargo cuando Mariano Rajoy llegó a la Presidencia. Un hecho no precisamente anecdótico y que demuestra su perfil de hombre de Estado más que de partido.
Pérez de los Cobos fue un hombre de Rubalcaba, luego de Jorge Fernández Díaz y posteriormente de Juan Ignacio Zoido. No lo ha sido sin embargo de Pedro Sánchez, cuya animadversión personal por Alfredo Pérez Rubalcaba es un secreto a voces en el partido socialista. Con el cese del coronel de la Guardia Civil, el presidente acaba con uno de los últimos restos del viejo PSOE que quedaban en el aparato del Estado.
Contra el 'procés'
En 2017, Diego Pérez de los Cobos fue nombrado por la Fiscalía director técnico encargado de la coordinación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y los Mossos d'Esquadra durante los meses culminantes del procés, los de septiembre y octubre de ese año. Como tal, se convirtió, en la mente del nacionalismo, en la cara visible de esa supuesta "represión" del Estado que culminó con los hechos del 1-O.
El nombramiento de Pérez de los Cobos, un hombre al que se le atribuyen simpatías políticas conservadoras y cuyo padre fue candidato de Fuerza Nueva en la Murcia de 1977, no fue una ocurrencia. Como director del Gabinete de Coordinación y Estudios de la Secretaría de Estado de Seguridad, el coronel estaba encargado de "coordinar la actuación de las fuerzas y cuerpos de la seguridad del Estado en materia de seguridad ciudadana, así como la de estos con las policías autonómicas y locales".
Hermano de Francisco Pérez de los Cobos, presidente del Tribunal Constitucional entre 2013 y 2017, el coronel participó entre 1996 y 1997 en la operación que condujo al rescate de Ortega Lara, y fue juzgado por las torturas al terrorista etarra Kepa Urra. Diego Pérez de los Cobos fue absuelto, pero tres de sus compañeros fueron condenados. Sus penas fueron posteriormente rebajadas por la Justicia.
En 2019, durante el juicio del procés, su testimonio se convirtió en uno de los más contundentes contra los líderes de la rebelión separatista. Pérez de los Cobos fue especialmente duro con el comisario Trapero, número uno de los Mossos, al que acusó de "poner palos en las ruedas" y de una gestión "insuficiente, inadecuada e ineficaz". El nacionalismo jamás se lo perdonó.
Aviso a navegantes
El malestar en la Guardia Civil es grande. Parte del Cuerpo atribuye el cese de Pérez de los Cobos a su empeño en cumplir las órdenes de la juez. "Es más, en un alarde de despotismo, así se ha trasmitido en el entorno del Cuerpo. Quizás quiere alguien que sirva de aviso a navegantes. Le han cesado porque no quieren a un profesional independiente", dicen en la Guardia Civil.
Como esa vieja paradoja en la que una máquina es renovada pieza a pieza hasta que de la original no queda más que el nombre y resulta imposible saber si se trata de la misma máquina o de otra diferente, Pedro Sánchez ha fulminado pieza a pieza cualquier remanente del PSOE previo a su llegada a la Secretaría General del partido.
Un proceder que ha llegado al paroxismo en la Guardia Civil, donde a los ceses de Diego Pérez de los Cobos y Manuel Sánchez Corbí hay que sumar la sustitución en enero de este año de su director general, Félix Vicente Azón, exvocal del Consejo General del Poder Judicial a propuesta del PSOE, por María Gámez, una habitual del PSOE andaluz.
Ha sido precisamente la nueva directora la encargada de comunicar a Pérez de los Cobos su cese fulminante. Del PSOE de Rubalcaba apenas queda ya algún recuerdo en las hemerotecas de los periódicos.