Dejando atrás el pasado asambleario y callejero, Pablo Iglesias ha radicalizado el armazón ideológico de Podemos y ha renovado el andamiaje ético y político. El suyo es hoy un partido político en su forma más tradicional, hasta el punto de que las decisiones se toman por unanimidad y también funciona el dedazo sucesorio: Irene Montero ha sido ungida ya oficialmente, al ser ascendida a secretaria de Acción de Gobierno.
Junto a ella, un núcleo duro de mujeres de confianza: Isa Serra, Ione Belarra y Noelia Vera. Unidas pueden ser un remedo en su versión feminista de la Banda de los cuatro que, encabezados por la viuda de Mao, fueron elegidos por el timonel para continuar con suma pureza su Revolución Cultural. Tanta que provocaron una inquina insoportable y acabaron encarcelados... pero ésa es otra historia.
La crisis del coronavirus ha ocultado la trascendencia del último proceso congresual de Podemos. Eso y su conversión en partido de Gobierno, que es a la vez causa y consecuencia de los cambios internos en el partido que prometía asaltar los cielos y ahora los gestiona.
La ministra de Igualdad era considerada hasta ahora la número dos de facto del partido. Hasta la formación del Gobierno de coalición, cuando uno preguntaba por qué, en función de su cargo -ninguno- dentro del Consejo de Coordinación, la respuesta era una subida de hombros acompañada de "es la portavoz parlamentaria".
Es decir, que el secretario de Organización y portavoz de la formación, que luego añadió -a la vez- el cargo de responsable de Acción de Gobierno y Programa, Pablo Echenique, no estaba ahí para heredar. Menos aún cuando dejó la responsabilidad de Organización a Alberto Rodríguez, quien tampoco fue señalado como segundo de Iglesias...
Sin embargo, este sábado, tras el Consejo Ciudadano posterior a la III Asamblea de la formación morada, celebrados ambos de manera telemática, sí se puede decir que la flamante secretaria de Acción de Gobierno es oficialmente la número dos. Irene Montero asume la más alta responsabilidad política interna del partido. Rodríguez sigue al frente de las cañerías organizativas y Echenique se queda en la intelectualidad de los Programas.
El equipo ha sido votado con disciplina este sábado. Como si el rabillo del ojo de todos vigilara al compañero, el resultado ha sido un unánime sí a lo propuesto por el líder supremo.
Montero, ministra de Igualdad, en un Gobierno autodefinido como "feminista", ocupa la silla tras un Consejo Ciudadano que corroboraba el resultado del congreso, el primero en el que había un documento de más, aparte del político, el ético y el organizativo... el de "Feminismos". En 1976, también la esposa del jefe, Jiang Qing, había sido ascendida al frente del aparato cultural de la Revolución (del mismo apellido) en China.
Serra, portavoz radical
Son todas de la misma generación, y amigas personales. Noelia Vera (1985), hoy secretaria de Estado y mano derecha de la ministra elegida, ha ejercido hasta ahora el cargo de Portavoz del partido, y ahora será secretaria de Feminismos. Ione Belarra (1987), secretaria de Estado para la Agenda 2030 en la Vicepresidencia del jefe, seguirá como coordinadora de la formación y cambia Derechos Humanos por Desarrollo Sostenible.
Y la jovencísima Isa Serra (1989) es aupada a la cúpula tras ganarse el favor no sólo de la ungida, sino de la nomenklatura morada. Dio el difícil paso al frente que supuso asumir la candidatura de Podemos a las elecciones autonómicas en la Comunidad de Madrid en el peor momento.
Tras la "traición" de Íñigo Errejón en enero del año pasado, de la que tardó varios meses en recuperarse la formación de Pablo Iglesias, la hoy portavoz autonómica aceptó hacerse cargo del cartel electoral en circunstancias casi imposibles: su hermana Clara se había largado de la mano del exfundador, Anticapitalistas se desgajó de Podemos para fundar partido propio y la izquierda radical estuvo a punto de presentar hasta cuatro listas distintas a los comicios madrileños.
Fuentes internas del partido han destacado a este periódico su "valentía y su buen hacer". Además de su capacidad de negociación y el "éxito electoral" de sostener a la formación, que arriesgaba no haber siquiera entrado en la Asamblea y finalmente mantuvo siete diputados. Pero hay otro detalle, Isa es una amiga muy cercana a Montero. Y dentro del feminismo militante del partido, forma parte del equipo que inicia la carrera sucesoria con toda la ventaja.
Según la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Serra "profirió insultos" a la Policía y se encaró con una agente municipal diciéndole: "Eres cocainómana, mala madre, hija de puta, con todo lo que hemos luchado las mujeres contigo se pierde todo". A otra agente le dijo: "hija de puta, puta, zorra, que te follas a todos los policías municipales, s¡ fuera tu hijo tendría que cogerte un arma y pegarte un tiro''.
Más que Unidas
Pero lo cierto es que, a pesar de la reciente condena a 19 meses de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por un delito de atentado contra agentes de la Policía, la nueva voz de Podemos forma parte del círculo de amistad que incluye a otras mujeres del partido.
Aquel apelativo de la Banda de los cuatro no se lo ganaron la esposa de Mao y sus tres más cercanos hasta después de ser defenestrados, detenidos y encarcelados. Pero nada de eso se augura hoy en el partido morado y como en la sucesión de Mao, a la Banda de las cuatro la acompañan otras colaboradoras: Ángela Rodríguez, secretaria de Derechos LGTBI; Sofía Castañón, de Cultura...
"La próxima líder del partido será una mujer, y eso está más cerca que lejos", ha repetido en ocasiones el secretario general y vicepresidente segundo del Gobierno. En la interna de Podemos nadie duda de que será Irene Montero quien herede los trastos, y mucho menos después de la votación unánime de este sábado al plan de Iglesias.
Isa y Ione han ido de la mano en los trabajos con la infancia inmigrante. Noe se trasladó con Irene al Ministerio. E Iglesias le ha dado la vuelta al partido como un calcetín para dejarlo todo atado y bien atado.
La nueva ejecutiva tiene muy pocos cambios, pero es un equipo que se arriesgaría a ser efímero de no haberse incluido en los nuevos estatutos -el documento político y ético que acompañaban a la candidatura de Iglesias en el congreso- un cambio en la limitación de mandatos. Si hasta ahora ningún cargo interno o representativo de Podemos tenía derecho a permanecer más de ocho años, ahora esa norma se ha diluido.
Dobles parejas
¿Para que Iglesias se eternice? "No, precisamente para lo contrario", explican las fuentes autorizadas del partido. "Es porque se va". Este periódico ya anticipó que el líder morado tiene decidida su fecha de caducidad, no más tarde de 2023. "Pablo se irá cuando deje de gobernar", han confesado a EL ESPAÑOL desde su entorno, y eso será al fin de la legislatura, que como mucho llegará a 2023, el mismo año en el que por fechas debe convocarse otra Asamblea Ciudadana, a la que ya no concurrirá como candidato.
El jefe quiere seguir marcando el paso, ahora el sucesorio. Y hasta el transgresor, a pesar de que ahora viste traje y pisa moqueta. Por eso hasta se podría decir que la condena ha jugado a su favor de Serra, por ejemplo. Fuentes internas del partido afirman que la sentencia fue injusta, como ya dijeron varios de sus líderes -entre ellos, el mismo Iglesias, vicepresidente del Gobierno- en público. Y reconocen que es costumbre de sus mandos compensar a quien "da la cara" por los valores del partido y se la parten. Si Serra molesta, más Serra van a tener, sería la divisa.
Pero no sólo es eso. La estrategia de comunicación de Podemos -que marca Juanma del Olmo, a la sazón, pareja de Serra- está basada en marcos dialécticos. Y aunque la formación se gane titulares en el día de la elección como portavoz de una condenada por agresiones e insultos a la Policía, lo cierto es que el nuevo cargo logra dos objetivos en uno: alimenta a las bases, en un momento de un Podemos demasiado institucional por ejercer el Gobierno y, al tiempo, hará que en adelante Serra supere la fase de condenada, pues será noticia por ser la cara y la voz del partido.
Ese congreso lo preparará Irene Montero junto a su Banda de las cuatro con las riendas en la mano, y sólo esperando la oficialización del cargo... como hasta ahora era la dos sin que eso constara en su tarjeta de visita.