José Félix Tezanos lo ha vuelto a hacer.
En abril, cuando el Gobierno calificaba de "bulos" muchas de las quejas a su gestión en el coronavirus, utilizó el CIS para preguntar a los españoles: "¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y los medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener libertad total para la difusión de noticias e informaciones?".
La cuestión, enfocada en la línea que más convenía al Gobierno en ese momento, fue inmediatamente interpretada como un aviso y un ataque a la libertad de expresión.
En mayo, cuando las protestas contra el Ejecutivo arreciaban y Pedro Sánchez reclamaba una actitud más colaborativa a la oposición, Tezanos preguntó: "En circunstancias como las actuales, ¿cree usted que los partidos y líderes de la oposición tienen que colaborar y apoyar al Gobierno, dejando sus críticas o discrepancias para otros momentos, o que deben continuar criticando y oponiéndose al actual Gobierno en todo lo que consideren?".
El asunto volvía a orientarse a favor del partido en el Gobierno, del que él es destacado militante.
Ahora, en junio, vuelve a abrir la polémica con esta pregunta: "Ante la crisis económica producida por la Covid-19, ¿está usted a favor de que el Gobierno conceda un ingreso mínimo vital a aquellas personas y sectores más necesitados, o está en contra de esta medida?".
Más allá de que en los términos en los que está planteada, la pregunta -como sus hermanas de abril y mayo- induce a una respuesta afirmativa, lo llamativo es cómo Tezanos cuela la medida estrella del Gobierno en un cuestionario sobre la gestión del coronavirus.
La pregunta, en efecto, vincula la implantación del Ingreso Mínimo Vital con la crisis económica derivada de la crisis sanitaria por el coronavirus. Sin embargo, esta medida ya estaba recogida por PSOE y Unidas Podemos en sus respectivos programas electorales con los que se presentaron a los comicios del 10 de noviembre de 2019.
La realidad es que el IMV no se pensó para afrontar las consecuencias de la epidemia: es una demanda histórica de la formación liderada por Pablo Iglesias, que posteriormente fue asumida por los socialistas mucho antes de que se desatara la crisis sanitaria. De hecho, "desarrollar el Ingreso Mínimo Vital como prestación de Seguridad Social" era una de las medidas del acuerdo de Gobierno que firmaron ambas formaciones.
Más preguntas polémicas
Las otras preguntas que han desatado la polémica por inducir a una respuesta determinada son la número dos y la siete del estudio. La primera de estas reza: "¿Cree que las medidas que se han adoptado en España para combatir la COVID-19 han sido: muy necesarias, bastante necesarias, poco necesarias o nada necesarias?".
A tenor de las respuestas, parece claro que los españoles conviene en que han sido necesarias (un 87,6% sumando "muy necesarias" y "bastante necesarias"), pero el engaño consiste en plantear la necesidad de estas medidas (sin especificar cuáles son) y no su idoneidad o su eficacia.
En este sentido, llama la atención la omisión de cuestiones relevantes. Por ejemplo, no se pregunta en ningún momento por la polémica sobre la cifra de fallecidos, que tanta polémica ha generado en las últimas semanas.
Por último, la pregunta número siete plantea si "después de lo que estamos viviendo con la pandemia del coronavirus, ¿cree usted que son convenientes reformas en la sanidad española?".
El preámbulo a la pregunta "después de lo que estamos viviendo..." apela a la compasión del entrevistado, pero además el planteamiento es equívoco. ¿Qué es lo que estamos viviendo? ¿Se refiere a reformar la sanidad pública o privada? Formulada así, las respuestas pueden ser utilizadas para reforzar las tesis gubernamentales de que hay que "blindar la sanidad pública".
En este sentido, el pasado mes de abril Pedro Sánchez pidió reformar la Constitución para "blindar la Sanidad pública" frente al modelo mixto del PP. Además, importantes líderes de las dos formaciones que componen el Ejecutivo han lanzado reproches durante el estado de alarma a "los recortes en Sanidad y Educación" de la última etapa de Gobierno de Mariano Rajoy como supuesto causante del desabastecimiento.