Ignacio Aguado va por libre. Esa es la sospecha en el gobierno de la comunidad de Madrid. Y no sólo entre las filas del Partido Popular, sino también entre las del propio Ciudadanos. "Aguado es un lobo solitario. A veces da la sensación de estar cegado por la ambición" dicen en la formación naranja.
Ninguna de las fuentes consultadas para este artículo da crédito alguno, sin embargo, a la tesis de una posible moción de censura contra Isabel Díaz Ayuso apoyada por Ignacio Aguado con el objetivo de darle el mando de la comunidad a Ángel Gabilondo o incluso a él mismo. "Rotundamente, no" dicen fuentes naranjas.
"Sería un suicidio" afirman esas mismas fuentes. "Para el propio Aguado, desde luego. Pero también para Ciudadanos, pues boicotearía de forma radical su posicionamiento actual como partido capaz de pactar medidas nacionales con el PSOE, pero también de gobernar junto al PP en Madrid, Andalucía o Castilla y León".
Corrillo de periodistas
Los recelos de Ciudadanos respecto a su propio vicepresidente tienen su origen en uno de esos gestos que suelen pasar desapercibidos en los medios, pero cuyo peso simbólico marca el perfil de los políticos que los protagonizan.
El 19 de noviembre de 2019, Albert Rivera anunció su dimisión y su retirada de la política tras los malos resultados de Ciudadanos en las elecciones generales. Ese día, Aguado sólo tardó unos minutos en organizar un corro de periodistas en el que, off the record, insinuó su disposición a asumir el mando del partido en lugar de Inés Arrimadas.
"Aguado es alguien que nunca ha tenido una relación demasiado estrecha o de confianza con el resto de miembros del partido y de la Ejecutiva" dicen en el partido naranja. "Pero eso se deteriora aún más a raíz de la anécdota del corrillo. Aguado va ahora por libre y el partido no acaba de comprender lo que hace".
La Comunidad de Madrid es, junto con la Junta de Andalucía, la joya de la corona del poder institucional de Ciudadanos. La ruptura del pacto con el PP de Madrid conllevaría tensiones en Andalucía y Castilla y León y podría incluso llegar a afectar la buena relación que en estos momentos mantiene Inés Arrimadas con Pablo Casado.
"Cualquier posicionamiento de Aguado para favorecer al PSOE o romper con Ayuso sería la destrucción de Ciudadanos" dicen en el partido naranja. "Pero creemos que no hay un plan. Hay tensiones en la Comunidad, y son evidentes. Hay tensiones de Aguado con Miguel Ángel Rodríguez, el jefe de gabinete de Ayuso, y eso también es evidente. Pero da la sensación de que Aguado sólo está quemando las naves de su ambición".
Toque de Génova
Otras fuentes de la comunidad niegan de forma rotunda las acusaciones. "Desde hace una semana, las cosas han cambiado bastante. En Génova han pegado un toque a la presidenta y todo se ha suavizado mucho. Ahora, PP y Ciudadanos hacen actos conjuntos y ruedas de prensa conjuntas. Así que, por ambas partes, la relación está mejor que mejor".
Se refieren esas fuentes a la reunión conjunta que mantuvieron este jueves las autoridades del Ayuntamiento de Madrid y las de la Comunidad de Madrid con el objetivo de definir un plan para el aeropuerto de Madrid Barajas-Adolfo Suárez y analizar el fin del estado de alarma.
La reunión fue plasmada en abundantes fotografías que muestran a Isabel Díaz Ayuso, José Luis Martínez-Almeida, Begoña Villacís e Ignacio Aguado mano a mano.
"La relación entre Ignacio y Isabel es buena en lo personal y lo profesional" dicen desde la Comunidad. "Pero lo que ha desaparecido, por fin, es la intoxicación que se hace de Ignacio por detrás llamándole traidor, desleal y lobo solitario, cuando eso no es cierto. También parece que hay menos fijación de Miguel Ángel Rodríguez con Aguado".
Las preocupaciones de M.A.R.
Otras fuentes de la comunidad niegan sin embargo la tesis de la llamada de atención de Génova o de la hipotética animadversión de Miguel Ángel Rodríguez hacia Ignacio Aguado. "Con todo el respeto, pero entre las preocupaciones de Miguel Ángel Rodríguez no está Ignacio Aguado. Miguel Ángel Rodríguez es el jefe de gabinete de la presidenta y está para cosas bastante más importantes".
"Los problemas entre Aguado y Ayuso nacen muy pronto" afirman esas mismas fuentes. "La negociación con Vox y Ciudadanos para la formación de gobierno en junio y julio de 2019 fue muy, muy complicada. Ayuso tuvo que interceder entre Vox y Ciudadanos, a pesar de que Aguado le debe la presidencia de la Asamblea y su propia vicepresidencia a Vox. El mismo Aguado estuvo torpedeando el acuerdo".
"A partir de ahí, todo son detalles feos" dicen aquellos que se sienten desconcertados por la actitud de su propio vicepresidente. "Aguado no ha asumido que hay una jerarquía institucional y que el vicepresidente siempre va a tener una menor relevancia que la presidenta. Desde el principio de la legislatura el equipo de Aguado ha tensado la cuerda".
El equipo Aguado
Los ejemplos de esa tensión han sido abundantes durante los últimos meses. Poco después de anunciarse el acuerdo entre PP y Ciudadanos, Ciudadanos hizo una campaña con su logotipo y sus colores hablando del "equipo Aguado", lo que en lenguaje político equivale a remarcar que en el gobierno de la Comunidad son en realidad dos gobiernos en uno: el del PP y el de Ciudadanos.
Pocos días después, Aguado se unió a PSOE, Podemos y Más Madrid para aprobar una comisión de investigación sobre Avalmadrid. Una comisión que, en palabras de fuentes de la Comunidad, y a la vista de su obvia intrascendencia judicial, "sólo tenía como objetivo desgastar políticamente a Ayuso y, sobre todo, hacer sangre con la historia de cómo se arruinó su padre hace diez años".
Fuentes de la Comunidad recuerdan también el caso de una rueda de prensa en la que el consejero de Educación debía explicar el informe elaborado con ocasión del inicio del curso escolar.
"A Aguado no le gustó tener que salir como portavoz con un consejero del PP al lado, algo que es totalmente habitual en política, incluso en el caso de ministros, y reventó la rueda de prensa, monopolizándola, dando toda la información relevante y dejándole al consejero sólo las preguntas de la prensa" afirman desde la Comunidad.
Tampoco parece gustar en el PP la tendencia de Aguado a reunirse por su cuenta, y casi sin informar a los consejeros competentes, con asociaciones o actores sociales que caen fuera de su ámbito de competencia.
"La interlocución con determinados actores sociales concretos la tiene el consejero, no el vicepresidente" dicen en la Comunidad. "Ese tipo de actuaciones transmite un desconocimiento absoluto de cómo funcionan las instituciones y generan desconcierto entre los actores sociales, que ya no saben con quién deben hablar".
"El mismo Aguado eligió ámbitos vacíos de competencias, el de Deportes y el de Transparencia. Y ahora descubre que eso no le garantiza foco mediático" dicen esas mismas fuentes. "Aguado no ha asumido que la presidenta es Ayuso. Su obsesión es la proyección mediática. Las fotos".
Filtraciones a la prensa
"A nosotros nos llegan las conversaciones con periodistas, las filtraciones, los ataques" dicen en la Comunidad. "Hay detalles de los consejos de Gobierno que son filtrados de inmediato a la prensa más beligerante con Ayuso si se considera que pueden dañarla. Como cuando se filtró que la presidenta se había levantado de una reunión para irse a un minuto de silencio en Móstoles. O cuando se filtró el tema de Kike Sarasola".
En lo que coinciden todas las fuentes consultadas es en poner como ejemplo de armonía institucional el gobierno conjunto de PP y Ciudadanos en el Ayuntamiento de Madrid. "Es un buen ejemplo, sí" afirman en la Comunidad. "Porque Villacís sí ha asumido su rol. Villacís tiene un papel y no es desleal con Almeida, no pone zancadillas al gobierno de la ciudad o filtra sus discrepancias. Si las hay, las gestiona en privado con Almeida".
"Es evidente que hay un acercamiento de Ciudadanos al PSOE" dicen en la Comunidad. "Y claro que nos llegan rumores, sobre todo referentes al entorno de Gabilondo y de José Manuel Franco, el delegado del Gobierno. Pero Ciudadanos niega de forma rotunda cualquier tipo de apoyo a una posible moción de censura. Así que nos lo hemos de creer".