En el Ministerio de Exteriores se remiten a lo que diga Pedro Sánchez. Para que la ministra aspire a dirigir la Organización Mundial de Comercio (OMC), la última palabra no será la suya, sino la del presidente del Gobierno.
Pero, en realidad, Pedro Sánchez no tiene la decisión en su mano. Él se remite, curiosamente, a lo que por su parte digan los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea: Arancha González Laya sólo será candidata a la OMC si Nadia Calviño fracasa en el Eurogrupo.
"González Laya sería una magnífica candidata". Este viernes, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, sugería que el jefe del Ejecutivo había tenido que elegir. "Intentaremos que España tenga cuantas más personas en el marco internacional", explicaba Montero, "y si son mujeres las que puedan ocupar posiciones de relevancia, mucho mejor".
Pero no confirmaba la posibilidad de que Sánchez haga la doble apuesta, y eso que los plazos son casi los mismos. El plazo para oficializar la presunta aspiración de González Laya a la dirección general de la OMC concluye el 8 de julio. Y si Calviño -cuya candidatura sí es ya oficial- es o no presidenta del Eurogrupo sólo se sabrá el 9 de julio, en una votación a puerta cerrada de sus compañeros del Consejo de ministros de Economía y Finanzas de los países del euro.
La batalla de la española es con el conservador irlandés Paschal Donohoe (45 años) y el liberal luxemburgués Pierre Gramegna (62 años). Las quinielas la colocan en cabeza como máxima favorita, aprovechando sus cartas: los complicados equilibrios que condicionan la elección de los altos cargos de la UE (políticos, geográficos o de género) inclinan la balanza a favor de la vicepresidenta, que además puede presumir de un currículo europeo insuperable.
Desde el entorno del Ejecutivo, en todo caso, se explica a este periódico que los plazos no serán un obstáculo. En los 12 días que quedan para que se le cierre la puerta a la ministra de Exteriores para salir del Gobierno camino de la OMC, habrá dado tiempo a que se vayan decantando los apoyos en Bruselas. "Es la mejor preparada", abunda esta fuente gubernamental, "creemos que va a ganar, pero si vemos que no, estaremos a tiempo de presentar las credenciales de González Laya".
Desde el Gobierno se desmiente, pues, el supuesto dilema que forzaba al presidente del Gobiernoa a elegir su promovía las dos candidaturas al mismo tiempo -con el riesgo de perder la doble apuesta- o si por el contrario concentraba todos sus esfuerzos en una en detrimento de la otra.
Los mejores
"No dudo de que la ministra González Laya sería una magnífica candidata a ocupar esa posición", insistía Montero en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. "Los equilibrios son un elemento que se tiene en cuenta, pero nuestra apetencia e interés, sin duda, es que cuantos más mejor".
Al mismo puesto aspira el comisario europeo de Comercio, el irlandés Phil Hogan, lo cual demuestra que hay tantas estrategias como países. Porque Paschal Donohoe es uno de los dos competidores de Calviño y el Gobierno español cree que con ello Irlanda estaría usando a su ministro como baza de negociación para forzar la retirada de Laya en la carrera a la OMC.
Este empeño en no renunciar a ninguna de las dos opciones, además, alimenta el argumento defendido hasta la saciedad por el presidente: que su Gobierno está formado por los mejores y con más méritos que encontró.
"Este es un Gobierno que se ha movido en su elección por capacidad, mérito y la confianza que generan dentro y fuera de España", presumía Sánchez en su última rueda de prensa con preguntas en Moncloa, cuando ya se rumoreaban los nombres de ambas, e incluso el de Pedro Duque para dirigir la Agencia Espacial Europea (ESA).
"Un nuevo tiempo"
Entretanto González Laya continúa su discreta campaña. Se reúne cara a cara con sus homólogos europeos en una ronda que busca apoyos para que España consiga los fondos europeos a los que aspira en la reconstrucción. Y de paso muestra sus cartas como una negociadora activa en el campo de la diplomacia económica.
Tras reunirse con el alemán, Heiko Maas, este lunes en Valencia, se citó con el húngaro Péter Szijjárt el martes en Madrid. Este jueves, le tocó el turno con el hueso más duro de roer, el holandés Stef Blok, líder de los cuatro países frugales, junto a Austria, Suecia y Dinamarca, que quieren entregar menos dinero, en menos plazo, con menos fondo perdido y más condicionalidad.
Por otro lado, que la apuesta inicial haya sido Calviño siendo las dos elecciones en el mismo plazo se explica por dos razones, según fuentes cercanas al Gobierno. El primero, las opciones: no es que a Laya le falten, pero son más inciertas porque el universo de votantes es mucho mayor en su caso, hasta 164 países, por 19 en el Eurogrupo. Y además por eso mismo, es más fácil anticipar una derrota y evitarla con una retirada elegante.
La segunda razón es más de andar por casa: a Pedro Sánchez le refuerza más en el ecosistema del Ejecutivo que su vicepresidenta tercera gane poder. Precisamente porque a Pablo Iglesias no le conviene que Calviño gane peso aquí, en Madrid, y allí, en Bruselas porque influiría tanto en el día a día como en su horizonte de legislatura.
Y es que el motivo de que se cambie al presidente del Eurogrupo es la dimisión del portugués Mário Centeno. Y una fuente europea lo explicaba muy clarito a este periódico: "Se va porque ya no era sostenible el liderar posiciones en Europa que luego tiraba al suelo su parlamento nacional".
Porque eso es precisamente lo que buscan Francia y Alemania, apoyando la candidatura de la mayor rival interna de Iglesias en el Consejo de Minsitros: "Una especie de intervención a la inversa de nuestra economía", concluía esta fuente. Quizás esto ayude a entender el "nuevo tiempo" que aproxima al Gobierno y a Cs... y tiende puentes entre PSOE y PP.