Darle a Pablo Iglesias la coordinación de la Agenda 2030 significaba una de dos cosas: o bien le das la importancia que supuestamente merecen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o bien es que te importa un pimiento.
Porque los 17 puntos de la lista signada por España ante la ONU comprenden políticas transversales que afectan a todo el Ejecutivo, son un programa de gobierno en sí mismo, que es como entregarle al socio la capacidad de controlar a todo el gabinete. O al menos de informar sobre si los ministros están cumpliendo. Y eso es lo que ya ha hecho, al haber elaborado el Informe Progreso 2020. Reconstruir lo común.
Iglesias alterna en su solapa el pin antifascista -ése con el que tomó posesión- y el circular colorido de la Agenda 2030... que también luce en las americanas del presidente, Pedro Sánchez. Así que más parece que el presidente quiso darle rango de vicepresidencia a los ODS que diluirlos. Y el informe marca las pautas políticas que abarcarán -o pretenden hacerlo- a todo el Ejecutivo durante los próximos 10 años, en cumplimiento de los compromisos de nuestro país.
Así, en las 228 páginas del documento,al que ha tenido acceso este periódico, el Gobierno asume que la recuperación económica no ha llegado a toda la población. Y se reclaman, entre otras cosas, la implementación de la educación gratuita de 0 a 3 años, aumentar la capacidad de recaudación en la política fiscal y una mayor progresividad en los impuestos para financiar el gasto social.
Como ya informó EL ESPAÑOL, también se propone profundizar en la medida estrella del Ejecutivo hasta el momento: "ampliar el Ingreso Mínimo Vital" (IMV). Lo que quiere decir, llevarlo a más colectivos que se han quedado fuera de su amparo -como los inmigrantes irregulares, por ejemplo- y una apuesta por europeizarlo. Iglesias ya se ha asociado con la ministra italiana y su colega portuguesa para llevar la propuesta a la Unión Europea y convertirlo en un derecho a nivel comunitario.
Al Consejo y a la ONU
El documento será llevado este martes al Consejo de Ministros y, una vez aprobado, el miércoles ante Naciones Unidas. Supone el primer balance de la ejecutoria del Gobierno de Pedro Sánchez, y ha sido redactado por el equipo de la secretaria de Estado para la Agenda 2030, Ione Belarra, que depende del Ministerio de Derechos Sociales de Iglesias. El informe se presentará en un acto oficial junto a Teresa Ribera, vicepresidenta cuarta, y a Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de la ONU.
Lo cierto es que tras el paso de la epidemia del coronavirus por España, éste es el "primer informe oficial en el que España rinde cuentas de su gestión de la pandemia". Pero, sin disimulo, es un balance del Gobierno tras sus seis meses de vida y un auténtico plan de reconstrucción tras "una crisis sanitaria, económica y social de enorme magnitud" que ha "vuelto a demostrar, una vez más, las costuras de nuestro sistema".
Belarra e Iglesias presumen en el texto del "escudo social sin precedentes" construido por el Gobierno y aprovechan para apostar por un programa reformista en todos los aspectos: en educación, seguridad, industria, energía, protección social, igualdad de género, suministros básicos, innovación, desigualdades y exclusión, urbanismo, acción por el clima, justicia, costas...
Es decir, aspectos que entran en las competencias de departamentos tan sensibles como el de Interior (Marlaska), Transportes (Ábalos), Medio Ambiente (Ribera), Economía (Calviño), Ciencia (Duque), Educación (Celaá) y otras carteras en manos de ministros socialistas.
Desafío presupuestario
Es más, el informe baja al terreno cifras como que "el gasto social en España es comparativamente bajo (16,9% del PIB)" respecto a la zona euro (19,6%) en el año 2018. Y que la solución debe estar en "aumentar la progresividad y la capacidad recaudatoria" ya que en nuestro país se "recaudó un 33,45% con respecto al PIB frente al 41,7% de la zona euro".
Así, el trabajo es tan completo que trata de aprovechar el mandato de Naciones Unidas para que, además de ser un balance de cumplimiento, sea sobre todo una propuesta para avanzar en las políticas palanca en la próxima década.
Dos claves
El documento detecta dos claves. Una de ellas está en las propuestas y así, según ha podido saber EL ESPAÑOL, la intención de los equipos de la Vicepresidencia social de Iglesias es darle todo el peso posible al informe en el seno del gabinete ministerial para que a partir de los próximos Presupuestos Generales la inversión del Estado se enfoque en los ODS.
El otro pilar es la gobernanza de la Agenda 2030, "presentando a partir del enfoque de Buen Gobierno". Y así, el informe propone "la articulación entre todos los niveles de gobierno, los compromisos y avances en relación a aspectos esenciales como la alineación presupuestaria y normativa".
La prueba del peso que Iglesias y Belarra están logrando en este aspecto fue la primera reunión de la Comisión Delegada para la Agenda 2030, celebrada hace apenas 10 días, a la que fueron convocados hasta nueve ministros: Exteriores, Arancha González Laya; Transición Ecológica, Teresa Ribera; Hacienda, María Jesús Montero; Educación, Isabel Celáa; Industria, Reyes Maroto; Agricultura, Luis Planas; Sanidad, Salvador Illa; Consumo, Alberto Garzón; y Seguridad social, José Luis Escrivá.
El texto se cierra con unas conclusiones de título inequívoco, Una década para cambiarlo todo: cuidar de las personas y del planeta reconstruyendo lo común. En definitiva, el informe analiza exhaustivamente la situación actual de los ODS. Pero también presume de los logros como el IMV, la Ley de Libertad Sexual y la de Cambio Climático. Y señala como imprescindibles los proyectos ya en marcha de rehabilitación energética de viviendas, el Plan de Energía y Clima, la estrategia de Economía Circular y la de Inteligencia Artificial, entre otras. Casi todo de ministerios en manos del PSOE.
Iglesias pretende con el informe poner las bases para que España llegue a 2030 en cabeza del cumplimiento de los 17 objetivos. "Este hecho, totalmente necesario en años anteriores, es ahora una necesidad inaplazable", explica el documento, en referencia a la devastación socioeconómica producto del Covid-19."Hoy, más que nunca, la Agenda 2030 debe ser la hoja de ruta para construir las bases y guiar nuestro camino hacia una sociedad más justa y sostenible".