Cuando el pasado 12 de julio se cerraron los colegios electoral en el País Vasco, tan sólo 108 votos se interponían entre el candidato de Ciudadanos en Vizcaya, Luis Gordillo, y el escaño en el Parlamento Vasco. Sin embargo, todavía quedaba un comodín en el que Gordillo confiaba: el voto extranjero.
La coalición PP+Cs, pese a que había superado las encuestas más pesimistas, se había quedado en cinco escaños. Una cifra inferior a los nueve que el PP obtuvo en 2016, cuando aún no concurrían juntos populares y liberales.
Este viernes, la noticia llegaba hasta Luis Gordillo, candidato por Vizcaya en la lista que encabeza Carlos Iturgáiz. El recuento del voto extranjero y la revisión de actas le permitían finalmente la entrada al Parlamento Vasco en detrimento de Bildu.
Una elección que Gordillo festejó como una "doble victoria". En primer lugar, por lograr entrar como segundo parlamentario de Ciudadanos en el País Vasco -el otro es José Manuel Gil-. En segundo lugar, por arrebatarle un escaño a Bildu en el proceso. Un escaño, además, decisivo, ya que imposibilita numéricamente el tripartito entre Bildu, PSE y Podemos.
"Hay que tener en cuenta que nosotros nacimos en un parlamento autonómico, el catalán, con tres diputados y luego terminamos ganando unas elecciones. Así que estamos muy satisfechos", reflexionan fuentes de la dirección de Ciudadanos en conversación con este medio.
Estas mismas fuentes definen a Gordillo como un "prototipo" del político de Ciudadanos: "Viene de la sociedad civil y está muy preparado". Además, destacan que "ha trabajado muy duro en un ambiente muy difícil durante mucho tiempo".
Vasco por elección
Pese a que Luis Gordillo nació en Sayalonga (Málaga), se considera vasco de adopción. "Yo elegí ser vasco. Nací en un pueblecito de Málaga, pero vine aquí a estudiar y me quedé. Yo tengo la firme convicción de que las personas somos felices cuando cubrimos un hueco en los lugares donde se nos necesita", comenta en conversación con EL ESPAÑOL.
Con tan sólo 17 años, Gordillo llegó a la capital de Vizcaya para iniciar su carrera universitaria en Deusto, que cerró cum laude con una tesis doctoral sobre Derecho Constitucional que fue reconocida con el premio Nicolás Pérez Serrano.
Desde entonces se volcó en su vocación, la docencia en la Universidad de Deusto. "Yo como profesor llevo defendiendo la Constitución en las aulas toda mi vida y llegó un momento en el que se planteó la oportunidad de hacerlo desde la res publica", relata Gordillo.
Ese salto a la política se dio en octubre de 2018, cuando asumió la portavocía de Ciudadanos en el País Vasco para "alzar la voz sin miedo" ante los nacionalismos: "Los seis parlamentarios de PP+Cs no tenemos mucha trayectoria política, excepto Carlos Iturgaiz, pero venimos de la sociedad civil con muchas ganas de ser la voz del constitucionalismo en el Parlamento Vasco".
Un Parlamento radicalizado
En frente, los diputados de Partido Popular y Ciudadanos tendrán un hueso duro de roer. El nacionalismo, canalizado esencialmente en PNV y EH Bildu, está representado por 51 de los 75 escaños. Más de 2/3 de la Cámara vasca.
"A mi me entristece mucho el resultado de estas elecciones; el nacionalismo ha sacado unos resultados muy amplios", admite el doctor de Derecho Constitucional, que asegura que mantendrán como oposición una actitud "vigilante".
Por parte de Bildu, en el Parlamento Vasco entra Arkaitz Rodríguez, actual líder de Sortu -formación heredera de Batasuna- que fue condenado junto con Arnaldo Otegi por pertenecer a la banda terrorista ETA en el caso Bateragune.
Rodríguez fue detenido en 2009 y condenado a seis años de prisión. Cumplió condena en la cárcel de Logroño, donde compartió módulo con Otegi. Salió de prisión en 2015 y fue elegido secretario general de Sortu a finales de 2017. Desde entonces, ha actuado como uno de los máximos dirigentes de la izquierda abertzale aunque ahora entra por primera vez en las instituciones como candidato de EH Bildu al Parlamento vasco por Guipúzcoa.
"Es triste que sigan empeñados en poner a antiguos dirigentes en el Parlamento. Algunos intentan quitarle importancia o blanquear, pero a nosotros nos tendrán delante alzando la voz", sentencia el flamante parlamentario de PP+Cs.
La intención de Luis Gordillo es la de compatibilizar la docencia con la política. Sus dos pasiones. "Tendré que bajar la actividad, pero seguiré en las aulas. Ambas labores son muy necesarias", sentencia.