Moncloa se tienta la ropa con cada movimiento de Podemos en su ofensiva contra la Monarquía a propósito de los escándalos financieros de Juan Carlos publicados en exclusiva por EL ESPAÑOL. El equipo más cercano a Pedro Sánchez vive en guardia, aunque uno de los altos funcionarios de los despachos de Presidencia reconoce a este periódico que "por ahora, en el seno del Gobierno, Iglesias ha estado comedido, dada su posición".
La posición de Podemos es, de manera activa, republicana. Tanto que este mismo viernes se reunía su Consejo de Coordinación -ahora llamado Secretariado- por primera vez tras la debacle electoral del domingo pasado en el País Vasco y Galicia y su análisis más destacado fue el de que hay una "crisis de la Monarquía" que es debida "a los numerosos escándalos de corrupción que están apareciendo", que "cuestionan su utilidad".
Así, en lugar de abordar con "autocrítica" -como prometió Pablo Iglesias- los resultados que dejaron a la coalición de izquierda radical que lideraba Podemos en Galicia, fuera del Parlamento regional, o que hizo dividir por la mitad los apoyos en País Vasco hace sólo seis días, Iglesias y el resto de sus dirigentes concluyeron en "la necesidad de llevar a cabo aportaciones en clave propositiva", sobre el sistema político en España, "abriendo espacio al debate para avanzar hacia una democracia más fuerte".
Radicalización morada
Las fuentes citadas en Moncloa dicen que son conscientes de que Iglesias funciona con una estrategia de territorios conquistados. Y que ahora está en fase de ataque para recuperar espacios perdidos: sus propios problemas de imagen por el caso Dina, al que respondió señalando a periodistas desde la sala de prensa del Consejo de Ministros; la negociación de Sánchez en Europa, que los ha dejado fuera por pura estrategia; y el hundimiento en las urnas han llevado a los morados a radicalizar su mensaje para marcar perfil respecto al PSOE.
Y en el equipo del presidente no gustó cuando la semana pasada el vicepresidente del Gobierno manipuló las palabras del presidente en la víspera. Pedro Sánchez se mostró "inquieto y perturbado" por "las últimas informaciones de estos días".
Estas noticias eran aquéllas en las que este periódico demostraba, con documentos, que el Rey Emérito había recibido 100 millones de dólares en 2008 como "regalo" del rey saudí, que había ordenado construir una estructura en un banco de Suiza para esconderlos de Hacienda, y que en 2012 se los donó a la que por entonces era su amante, Corinna Larssen.
Iglesias se acogió a esas declaraciones de Sánchez para interpretarlo: "Lo que ha dicho el presidente es muy valiente y demuestra que este Gobierno no va a dejar de lado el debate sobre la utilidad de la Monarquía". El equipo cercano al presidente se sintió "incómodo" con este nuevo paso, y ahora se demuestra que el partido socio del PSOE en el Ejecutivo utiliza ese punto como el inicio de sus siguientes pasos.
Aquel día, el líder morado también puso en duda la legitimidad de Felipe VI para distanciarse de los negocios de su padre, alegando que su condición de Rey es tan "paterno-filial" como una herencia. Ahora, Podemos ha anunciado que hará "aportaciones propositivas" y eso quiere decir que continuará su batalla republicana.
Crisis interna
La reunión de la dirección morada este viernes ha sido en sí misma una noticia, es una cita que hacía meses que no se celebraba. De hecho, desde la celebración telemática de la tercera asamblea ciudadana durante el confinamiento, es decir, el congreso del partido, los nuevos integrantes no se habían visto las caras.
Fuentes internas de Podemos admiten que el partido "ha desaparecido" desde que entró en el Ejecutivo, el pasado enero. Y que "se ha descapitalizado" como fuente de ideas y soporte de la acción de gobierno de sus ministros. Efectivamente, ahora más de la mitad de su dirección ocupa puestos institucionales -ministros, secretarios de Estado, etc- y prácticamente todos comparten sus obligaciones internas con un cargo de senador o diputado nacional o regional.
Eso es a lo que estas fuentes internas del partido culpan del descalabro del 12-J. Y así, a las conclusiones de la reunión, el Secretariado de Iglesias ha añadido que "la debilidad organizativa en los territorios" se debe a "las peleas internas de la etapa anterior", sin que quede muy claro en qué consiste esta nueva etapa.
"La conclusión a la que ha llegado el Secretariado", añaden las fuentes, "es la necesidad de poner en marcha cuanto antes lo aprobado en la Asamblea Ciudadana para poner el partido en dirección al próximo ciclo electoral". En Podemos aún creen que están "a tiempo de recuperarnos sobre los resultados actuales". Y de ahí la ofensiva radicalizadora del mensaje de las últimas semanas.