Inés Arrimadas ya está de vuelta. La presidenta de Ciudadanos ha adelantado cuatro semanas su retorno al trabajo tras su baja por maternidad, y lo ha hecho despertando el entusiasmo de sus militantes.
Ese entusiasmo se ha traducido en un anuncio a bombo y platillo del regreso prematuro de su lideresa. Para ello, las bases han promovido a través de Twitter el hashtag #VuelvELLA, acompañado de imágenes que parodian el polémico cartel con el que Podemos anunció en 2019 el regreso de Pablo Iglesias tras su baja por paternidad.
La imagen del líder de espaldas, con el puño en alto y el eslogan "VuELve" fue criticado por supuestas connotaciones machistas. Para más inri, el cartel fue publicado en las víspera de la manifestación feminista del 8-M.
En su momento, fue tal la indignación suscitada en redes sociales, que el actual vicepresidente segundo del Gobierno se vio obligado a rectificar. "Vuelvo cargado de energía y con ganas de compartir mis reflexiones en este tiempo de permiso de paternidad y de estar de otra forma con la familia, los amigos y la gente del partido. También quiero deciros que no me siento identificado con el cartel con el que lo hemos anunciado", dijo.
Pese a la rectificación, los rivales políticos utilizaron el tropiezo de Podemos para apodar como "macho alfa" a Iglesias. Un sobrenombre con el que el centro-derecha señala sus recurrentes actitudes machistas. Ahora, desde Ciudadanos, han hecho su irónica interpretación del cartel erigiendo a Arrimadas en su particular hembra alfa.
Tres últimas apariciones
En las 12 semanas que ha durado su permiso por maternidad, Inés Arrimadas se ha dedicado al cuidado del recién nacido Álex. Por ello, en los últimos cuatro meses tan sólo se ha dejado ver públicamente en tres ocasiones.
La primera se produjo el 4 de julio, en el marco de la campaña electoral de las autonómicas gallegas. Entonces, la presidenta naranja se desplazó hasta Vigo para apoyar a la candidata regional a la presidencia de la Junta, Beatriz Pino.
La segunda fue al día siguiente, el 5 de julio, cuando la líder naranja se desplazó hasta Guernica para celebrar un acto cargado de simbolismo junto a Pablo Casado en el marco de la campaña electoral de las autonómicas vascas. Ese día, frente al árbol de Guernica y arropados por Carlos Iturgaiz, Ignacio Aguado y Begoña Villacís, Arrimadas y Casado sellaron su alianza en el País Vasco.
La tercera aparición pública de Inés Arrimadas tuvo lugar el 16 de julio, durante el funeral de Estado en el Palacio Real por las 28.000 víctimas –según los cómputos del Gobierno– de la epidemia de coronavirus.
Satisfechos con Bal
Durante la ausencia de Arrimadas, Edmundo Bal ha sido el timonel encargado de mantener fijo el rumbo marcado por la presidenta del partido tras su contundente victoria en las primarias del 8 de marzo ante Francisco Igea.
Desde el partido naranja están muy satisfechos con el liderazgo ejercido por Bal estos últimos meses. El creciente protagonismo del portavoz adjunto de Cs en el Congreso, que exhibe un estilo más contenido que Juan Carlos Girauta o Marcos de Quinto, es una pista del nuevo rumbo que Arrimadas desea imprimir al partido.
A diferencia de Albert Rivera, que se negó rotundamente a pactar con aquellos a los que calificó de "banda", la presidenta de Ciudadanos ha levantado el veto al PSOE y decidido amortizar al máximo los diez diputados del partido en el Congreso de los Diputados.
Si eso implica un reposicionamiento del partido naranja en el centroizquierda o sólo la adopción del concepto de "geometría variable" defendido por Sánchez es una de las incógnitas que despejará la vuelta de Arrimadas al frente de Ciudadanos.
Otoño caliente
Inés Arrimadas ha precipitado su vuelta a la actividad política para poder preparar con tiempo la estrategia de su partido ante un "otoño caliente" que se prevé muy tenso por la coincidencia de la crisis sanitaria con la económica, política y social. "Está al cien por cien desde el lunes", cuentan personas de su entorno político.
Por delante, una difícil tesitura. A la más que previsible segunda ola del coronavirus, habrá de sumarse una crisis económica sin precedentes. Con el fin de los ERTE, previsto para finales de septiembre, los 3,4 millones de trabajadores afectados podrían pasar a engrosar de forma definitiva las listas del paro.
Ciudadanos quiere poner todas sus cartas encima de la mesa y volver a mostrarse como un partido capaz de ser útil pese a sus diez escaños. Para esto, aspira a formar parte de las grandes decisiones que deberá tomar el Gobierno de España.
Ciudadanos es el puente que puede unir ahora mismo al PSOE y al Partido Popular. En sus manos está que la configuración de los nuevos Presupuestos Generales del Estado se amolde a las exigencias de la UE y se aleje de las pretensiones de Podemos y las formaciones separatistas.