Envuelto en un enjambre de cámaras de televisión, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, ha alzado este miércoles los dedos en señal de victoria para dar por iniciada la colocación de los diez millones de luces led que iluminarán las próximas Navidades.
Una cita estelar en la ciudad que esta vez estará sometida a un "protocolo de seguridad total con normas mucho más estrictas que en España" para mantener a raya al Covid-19, ha atestiguado el también presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (Femp).
"No vamos a hacer ninguna concesión ni nos va a temblar el pulso" para hacer respetar el protocolo "cien por cien seguro" que se aplicará en Navidad, ha dicho el regidor, que, no obstante, ha anunciado que los detalles de ese protocolo los irá explicando a medida que se acerquen las fiestas.
Sí ha avanzado en todo caso que el Ayuntamiento establecerá un aforo máximo para algunas de las calles más transitadas o que se dará protagonismo a las más anchas para facilitar la distancia de seguridad entre las personas.
Una de ellas será Policarpo Sanz, en donde se instalará este año el árbol gigante en lugar de en la Puerta del Sol, que está en obras para convertirse en una gran plaza peatonal.
Confía Caballero en que, del mismo modo que ha funcionado bien el protocolo anti Covid que este verano se ha aplicado en las playas de Vigo, suceda otro tanto con el que se ejecutará en Navidad.
Claro que la cantidad de gente y la posibilidad de mantener distancias de seguridad no es la misma, puesto que el año pasado, según datos del Ayuntamiento, pasaron junto al árbol casi cuatro millones de personas mayores de 18 años.
"Solamente" 800.000 euros
Que el virus cobra protagonismo este año en las ya famosas luces de Navidad de Vigo lo demuestra también el hecho de que la empresa cordobesa que las instala haya pedido, según el primer edil, comenzar con veinte días de antelación la tarea, ya que su propio protocolo anti Covid hace el trabajo más lento y engorroso.
En principio todo estará listo para que a mediados de noviembre se enciendan 334 calles repartidas en todas las zonas de la urbe con 2.700 adornos de luces frías respetuosas con el medio ambiente.
Asimismo, se iluminarán 450 árboles y brillarán al unísono hasta mediados de enero los mencionados diez millones de luces Led para dar continuidad a un evento que ya se ha situado como uno de los principales reclamos turísticos de Vigo.
Para iluminar la ciudad, el Ayuntamiento desembolsará "solamente" 800.000 euros, un coste, según el alcalde, muy inferior al que pagan otras metrópolis por iluminar menos calles, entre otras cosas porque Vigo lo contrató hace ya dos años.
"Haremos una Navidad 2020 excepcional, bonita, con eventos culturales, conciertos y con seguridad Covid cien por cien", ha dicho Caballero, quien considera que “es bueno mantener tradiciones milenarias" como la Navidad porque con ellas "se reafirma parte de la cultura occidental".
Más que probablemente, las Navidades volverán a contar, entre otras atracciones, con una noria gigante, que Caballero quiere que acabe siendo permanente "para competir con el London Eye de Londres".
Críticas de la oposición
El entusiasmo que el regidor vigués demuestra con todo lo que tiene que ver con las luces contrasta este año con el escepticismo de la oposición, fundamentalmente por la presencia del virus entre nosotros.
"No nos parece muy razonable, ni sensato ni responsable que en este contexto la única preocupación del Ayuntamiento sea inaugurar la Navidad en agosto", ha dicho a la agencia Efe Xabier Pérez Igrexas, portavoz del BNG en Vigo.
Igrexas entiende que "estamos hablando ya de una segunda ola de coronavirus" mientras el Ayuntamiento carece de un plan de contingencia ante las necesidades que se ciernen sobre la ciudadanía pese a que hace ya cuatro meses que ha pedido al Gobierno local medidas de ayuda para el tejido comercial y los servicios sociales de la ciudad.
"Cuando no hay proyecto. Cuando ni un euro en construir un tejido comercial y hostelero local. Cuando ni capacidad tienes de conseguir emplear los recursos propios. Cuando todo eso pasa: luces y mamarrachada fina", ha escrito por su parte en las redes sociales el portavoz de Marea de Vigo, Rubén Pérez.
Tampoco el Partido Popular, principal partido de la oposición, se ha mostrado muy de acuerdo con el anuncio del alcalde: "¿Luces de Navidad en agosto? ¿Qué disparate es éste, señor alcalde?", ha retuiteado la concejala Teresa Egerique.
Mucho darán que hablar todavía las luces de Vigo hasta la llegada de la Navidad, cuyo éxito turístico queda este año probablemente supeditado a la evolución de la pandemia y a la seguridad que generen en los visitantes las medidas anti Covid que el Ayuntamiento tiene previsto anunciar "en los próximos días, semanas y meses".