"Pocos dirigentes del PP han sido tan críticos como yo con los postulados de Vox. Pero ese dato se orilla porque no encaja con mi etiqueta".
Son palabras de Cayetana Álvarez de Toledo en su última entrevista como portavoz parlamentaria del Partido Popular, concedida a El País. Dos días después, llegaría su destitución.
La decisión de Pablo Casado de prescindir de la diputada por Barcelona como portavoz, tras declararse ésta "incompatible" con la forma de hacer política del presidente, ha desatado una situación paradójica: desde el PP reniegan ahora de Álvarez de Toledo mientras que desde Vox se han lanzado a "homenajearla".
Vayamos por partes. Miembros destacados del PP han optado por distanciarse de la exportavoz. Si ya no gustó que desvelara parte de la conversación que mantuvo con Pablo Casado cuando explicó las razones de su salida, la indignación ha corrido como la pólvora en el partido después de que EL ESPAÑOL publicara este miércoles todos los detalles de la misma: Casado no la llamó para cesarla; ella se declaró "incompatible" con el presidente del PP.
Por todo ello, en el PP piden ahora su renuncia al acta de diputada para que "se dedique a dar la batalla de las ideas desde fuera del partido". "Ella era portavoz de sí misma", critican fuentes populares en conversación con este periódico.
Las mismas fuentes confían ahora en que Cayetana "sea coherente con sus principios" y "abandone el Grupo Parlamentario Popular" al que, subrayan, "jamás se ha dedicado".
"Homenaje de Vox"
Para más inri, el apoyo que Cayetana no ha encontrado en el seno popular, lo ha encontrado en Vox, que se ha apresurado en redes sociales a criticar su cese y "homenajearla". La diputada Macarena Olona se servía de un escueto "ELLA" para mostrar su apoyo a la popular, ayudándose de una foto en el Congreso de los Diputados.
Pese a que algunos lo interpretan como un homenaje, lo que hay de fondo es un claro intento por parte de la derecha radical de instrumentalizar políticamente el cese de Cayetana, en tanto en cuanto consideran que refuerza su argumentario. Es decir, que el Partido Popular ha vuelto a retratarse como "la derechita cobarde".
En este sentido, el economista y miembro de Vox Arturo Villa ha profundizado en el nombramiento de Cuca Gamarra como portavoz parlamentaria en detrimento de Álvarez de Toledo para argüir que se trata del "mismo PP de siempre, el de Rajoy y Soraya, el que ha entregado España a la izquierda".
El eurodiputado de Vox Hermann Tertsch sostenía por su parte que "Casado puede vivir con las mentiras de Sánchez, pero con las verdades de Cayetana, no".
No es ningún secreto que desde Vox celebran el presunto giro a la moderación del PP tras la elección de Cuca Gamarra como nueva portavoz. Desde la formación liderada por Abascal entienden que Cayetana Álvarez de Toledo es uno de esos perfiles que más votos puede arrebatarles entre quienes piden beligerancia ante el nacionalismo y la izquierda.
Vox, "populismo identitarista"
Ese homenaje interesado de Vox a Cayetana Álvarez de Toledo olvida, sin embargo, que ella siempre ha sido crítica con el partido liderado por Santiago Abascal, al que define como "populismo identitarista".
"Décadas de despótica ultracorrección política han estallado en una bacanal de incorrección ultra. Años de corrosivo identitarismo centrífugo han cebado un histérico identitarismo centrípeto. A las rancias mentiras del posmodernismo se contraponen ahora las mentiras recalentadas del neonacionalismo", sostenía Álvarez de Toledo en un artículo publicado en el diario El Mundo.
Puede que el discurso de Álvarez de Toledo coincida superficialmente con el de Vox en asuntos como el rechazo al feminismo "hegemónico" o en su reivindicación de la necesidad de dar la "batalla cultural" contra la izquierda. No obstante, entre la aún diputada popular y el partido de Abascal media un abismo. El mismo que obvian quienes no entienden de matices.