La Comunidad de Madrid, Cataluña y otras cuatro comunidades gobernadas por el PP han rechazado las medidas propuestas por el Ministerio de Sanidad para frenar el coronavirus en toda España. Las otras regiones que han votado en contra del Consejo Interterritorial de Salud han sido Galicia, Andalucía y Ceuta, mientras que Murcia se ha abstenido.
Con este resultado, las medidas del departamento que dirige Salvador Illa no se han aprobado esta tarde ya que tendría que haber salido adelante por consenso. El documento se traslada ahora a la Ponencia de Alertas de Salud Publica para trabajarlo tecnicamente.
En la tarde de este pasado martes, Sanidad alcanzó un principio de acuerdo con Madrid por el que se aplicarían las mismas medidas restrictivas en todos los municipios con más de 100.000 habitantes. Si la cifra de vecinos era menor, se ocuparían las comunidades de tomar las decisiones oportunas.
Los baremos estipulados para cerrar esos municipios eran tres, que se tendrían que dar simultáneamente: una tasa de incidencia acumulada de más de 500 positivos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, más del 10% de positividad en las PCR y un índice de ocupación en las UCIS de la región del más del 35%.
Sólo 10 ciudades españolas cumplen estos criterios, y la casualidad ha querido que todas ellas sean madrileñas. Sólo Pamplona está en la cuerda floja, pero los datos de UCI son menores a los que se querían implantar.
Rechazo de Madrid
Ni 24 horas pasaron para que Madrid se descolgase del "acuerdo" que Sanidad había informado un día antes. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sigue en sus trece de que no se cierre toda la capital. En el comunicado difundido se apunta que la capital es "un conjunto de 21 distritos" de los que "18 superan los 100.000 habitantes, y por tanto, los índices "no se pueden aplicar, en su conjunto, a toda la ciudad".
Esta disputa territorial nace de la diferencia que Sanidad y la Región hacen a la hora de aplicar las restricciones: Illa quiere hacerlo por municipios y Ayuso por áreas sanitarias. Fuentes del Gobierno regional especifican a EL ESPAÑOL que esos baremos no son suficientes. Piden tener en cuenta también la capacidad de elasticidad de camas de hospitalización y de UCI. También la capacidad diagnóstica de la autonomía, que es "muy superior" en Madrid. "Y una mesa de dialogo", puntualizan.
La Comunidad de Madrid entiende que las restricciones afectan a "derechos fundamentales y libertades de millones de personas" por lo que considera que "sería necesario crear una comisión de diálogo con criterios técnicos y científicos".
La aplicación efectiva de estos nuevos criterios queda a expensas de que se aprueben en la reunión del Consejo Interterritorial que se celebra en la tarde de este miércoles, y en la que los gobiernos autonómicos conocerán los detalles concretos de este acuerdo entre el Ejecutivo central y Madrid.
Cataluña se niega
La Generalitat de Cataluña también se ha mostrado contraria a la decisión de Illa. La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, ha rechazado este miércoles un "café para todos" en las restricciones para hacer frente al coronavirus alegando que Cataluña ya tiene sus propias medidas.
Budó ha señalado que no pueden aplicar en todas las comunidades "las mismas restricciones" porque en Cataluña "ya se toman otras". En este sentido, ha asegurado que la Generalitat no se ha esperado a llegar a ratios de 500 casos por cada cien mil habitantes porque ya ha tomado decisiones registrando valores "por debajo de 200".
El diálogo entre el Gobierno y Madrid no ha gustado en las autonomías periféricas, que han visto en el pacto una medida centralizadora. El Ejecutivo Vasco ha criticado las "formas" en las que las medidas se han hecho en "mesas paralelas" y que finalmente han sido "impuestas".