Los comunistas más veteranos hablan de la "gran matrioshka". Una muñeca rusa que a su vez esconde varias en su interior. Esa es la circunstancia de Unidas Podemos: la toma de decisiones -para cumplir con todas las partes- debe atravesar tres túneles. El Partido Comunista de España (PCE) forma parte de Izquierda Unida (IU), que está integrada en Unidas Podemos (UP).
Para más inri, IU y Unidas Podemos albergan en su interior otros tantos movimientos y asociaciones de distintas Comunidades: gallegos, vascos, catalanes... Todo ese guirigay conforma el núcleo de poder de Pablo Iglesias. Y todo ese guirigay es muy difícil de controlar.
De ahí que el propio Iglesias y Enrique Santiago -actual secretario general del Partido Comunista- estén maniobrando al margen de Alberto Garzón -coordinador de Izquierda Unida- para desmontar aquella estructura que un día brilló con Julio Anguita. IU -diagnostican estos dos dirigentes- ha perdido su sentido debido a dos causas: apenas aporta electoralmente y dificulta el día a día de Unidas Podemos.
Antes de ir al meollo del asunto, conviene explicar una realidad aparentemente paradójica: Alberto Garzón, líder de IU, también milita en el PCE, pero -orgánicamente- está mucho más implicado en lo primero que en lo segundo. Enrique Santiago también tiene las dos afiliaciones, pero ocurre justo lo contrario.
Iglesias mantiene una relación personal más estrecha con Santiago que con Garzón. Para muestra, este botón: el candidato de Podemos eligió al secretario general del PCE para negociar el Gobierno con el PSOE. El coordinador de IU se quedó fuera, aunque el juego de cuotas le reportó la cartera de ministro.
Este verano, por ejemplo, Enrique Santiago brindó una casa de su propiedad en Asturias a Iglesias y Montero, aunque tuvieron que abandonarla debido al acoso de decenas de radicales.
El pasado fin de semana, el PCE dio el primer paso para "desmontar" IU como "partido político". Así figura literalmente en el documento aprobado en su Conferencia Política, titulado "Un partido para la unidad popular: nuestras alianzas en la nueva fase política".
"IU fue derrotada"
"Nos enfrentamos a órganos que se solapan, con funciones similares, que pueden llegar hasta tres niveles (cuatro con la militancia)", se dice en estos papeles. Acto seguido, los comunistas reconocen: "IU fue derrotada a finales de los noventa, no fue capaz de remontar y no cumplió su finalidad (...) Cuando, tras la crisis de 2008, se produjo la desafección generalizada del PSOE, IU ya no estaba en condiciones de recoger esa desafección".
Por último, se habla de "crear espacios de trabajo y resolución de conflictos conjuntos de Unidas Podemos en los distintos ámbitos territoriales o sectoriales donde confluyan distintas organizaciones de base de las formaciones políticas integrantes de UP". La conclusión: "Desmontar" IU como "partido político". Aunque con denominación propia, la organización que lidera Alberto Garzón se convertiría en una suerte de corriente interna de Unidas Podemos.
Distintos miembros de IU, en conversación con este diario, recuerdan que en las propias asambleas de Izquierda Unida se ha aprobado en más de una ocasión superar el modelo de partido político: "Nunca quisimos serlo, nacimos como movimiento". Pero la dirección de IU nunca ha llegado a dar ese paso. Son muchos los cargos -con sus correspondientes sueldos- y las listas electorales de los que habría que prescindir.
Este periódico ha intentado recabar la versión de Alberto Garzón al respecto, pero el también ministro de Consumo ha preferido no hacer declaraciones. En Izquierda Unida se remiten a la asamblea que se celebrará en enero, donde este asunto estará sobre la mesa a propuesta del Partido Comunista.
La votación será complicada porque, aunque el PCE tiene fuerza dentro de IU, la militancia es heterogénea y proviene de distintas siglas. El aparato de Izquierda Unida reconoce a EL ESPAÑOL que desconocen el porcentaje de militantes que a su vez integran el PCE.
Veteranos de Izquierda Unida reconocen fuera de micro que el debate es el siguiente: "Algunos de los que están aquí quieren superar la marca de IU, pero otros no. Veremos qué postura se impone".
"Todo lo que ayude a simplificar y evitar duplicidades facilitará el trabajo. El camino para ello es construir un espacio común. Queremos que haya una coordinación más allá del grupo parlamentario", especifica uno de los que está a favor de "desmontar" IU.
Quienes se postulan en contra tienen la esperanza de que Alberto Garzón dé un paso al frente y se oponga a la laminación de Izquierda Unida, que nació como coalición en 1986 y se inscribió en el Registro de Partidos en 1992.