La Generalitat de Cataluña adjudicó una serie de contratos a la empresa del cuñado de Artur Mas por más de 10 millones de euros entre abril y julio de este año. Es decir, cuando Quim Torra todavía era presidente y no había sido inhabilitado por el Tribunal Supremo.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, estas adjudicaciones del Govern se realizaron en concepto de servicios informáticos y a través de "procedimientos de emergencia". Es decir, sin que se realizara concurso público. A dedo.
La beneficiada ha sido la empresa Seidor, estrechamente vinculada a Joan Antoni Rakosnik -hermano de Helena Rakosnik, mujer de Artur Mas-. Esta empresa ya fue investigada por la Oficina Antifraude de Cataluña en 2013 por presuntas adjudicaciones ilegales por parte de la Generalitat.
De entre todas estas recientes adjudicaciones, otorgadas en plena pandemia del coronavirus, destaca la del pasado 6 de abril. En aquella fecha, la empresa de servicios informáticos recibió 9.155.240 euros en concepto de "suscripción y soporte técnico para las licencias y el software de Microsoft instaladas en la Generalitat de Cataluña".
Para más inri, la adjudicación la firma de su puño y letra Xavier Milà i Vidal, director de estrategia del CTTI (Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información), un organismo íntimamente ligado al movimiento separatista y que fue clave en la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre.
No en vano, el organismo de la Generalitat tentaba con contratos millonarios a los colaboradores del procés. Concretamente, el directivo Josué Sallent ofreció entre uno y dos millones de euros a la empresa Scytl para que desarrollara el software del recuento de votos del 1-O. La entidad, no obstante, rechazó ese encargo.
"República digital"
En este sentido, el diputado de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña Dimas Gragera asegura a EL ESPAÑOL que su partido lleva tiempo denunciando irregularidades en la forma de administrar el dinero público por parte del Departamento de Políticas Digitales de la Generalitat.
"El departamento tiene un presupuesto de 600 millones, de los cuales unos 500 van a parar al CTTI. Esta partida ha ido aumentando en los últimos años de manera alarmante", denuncia Gragera, que considera que el organismo "se debe auditar" por ser "opaco".
El diputado de Ciudadanos también recuerda que el conseller de Políticas Digitales, Jordi Puigneró tiene como proyecto el advenimiento de "una república digital" y para ello "se emplean recursos que ponen en riesgo los datos de los catalanes".
Con respecto a las más recientes adjudicaciones de la Generalitat a Seidor, Dimas Gragera señala que desde su grupo parlamentario tienen la sospecha de que "se ha podido utilizar un decreto de contratación de emergencia durante el estado de alarma con un uso fraudulento".
"Vamos a pedir detalles sobre qué se ha contratado y por qué se ha hecho con tanta urgencia. No admitiríamos que se hayan contratado servicios que no tienen nada que ver con la emergencia Covid empleando la fórmula del estado de alarma y saltándose la libre concurrencia", zanja el diputado naranja.
Otras adjudicaciones
Joan Antoni Rakosnik es directivo de Saytel, una de las compañías pertenecientes a Seidor, que ya recibió 305 millones de euros por parte de la Generalitat cuando el presidente era Artur Mas. Concretamente, entre 2011 y 2013.
El cuñado del expresidente de la Generalitat trabajaba como responsable de calidad y jefe de proyectos en Microsistemes SA, una empresa propiedad de Seidor. Sumando ambas entidades -la filial y la matriz- la Generalitat de Artur Mas adjudicó 15 contratos por un importe total de 258,3 millones de euros en apenas tres años.
Y es que la empresa de servicios informáticos recibió cinco adjudicaciones en 2011, seis en 2012 y cuatro en 2013. De todas ellas, la más generosa fue la otorgada en diciembre de 2012. En aquel mes, Seidor recibió un contrato por valor de 148 millones de euros en concepto de "aprovisionamiento de infraestructura de datos".
Este desembolso convirtió a la empresa en la que trabaja el cuñado de Mas en la principal receptora de dinero a dedo por parte de la Generalitat. Por ello, el Servicio Especial de Blanqueo de Capitales del Banco de España (Sepblac) calificó como "particularmente anómalo" el aumento de más del 40% en la facturación de Seidor.
Desde entonces, la empresa Seidor ha estado bajo la sombra de la sospecha. Con estas últimas adjudicaciones millonarias, desvelada por este medio, Seidor vuelve al ojo del huracán.