A sólo unas horas del inicio de las dos sesiones plenarias del Congreso que ocupará la quinta moción de censura de la historia de la democracia española, ni uno solo de los diputados del PP consultados por EL ESPAÑOL dice conocer todavía cuál será el sentido de su voto el próximo jueves.
Ninguno de ellos ha podido confirmar, por tanto, si la información del diario La Razón, que decía saber que Pablo Casado ha optado finalmente por el no, es cierta.
"A los diputados no nos han dicho nada" afirma una diputada popular. Preguntada por la atmósfera que se respira en el partido, responde: "Podría ser que la información de La Razón fuera cierta. Si me preguntas por mi intuición, yo diría que votaremos no".
Oficialmente, el PP ha dado el tema por zanjado. También ha afirmado haber tomado la decisión hace tiempo, aunque la realidad es que Pablo Casado ha dudado hasta el último momento y que este fin de semana aún no había adoptado ninguna determinación.
Un sector mayoritario del partido, con algunos barones a la cabeza, ha presionado para que el voto fuera no. Su argumento es el de que la moción de censura de Vox no se dirige contra Pedro Sánchez, sino contra el propio PP. Y de ahí la necesidad de oponerse a la moción y arrinconar a Vox en la marginalidad de una iniciativa a favor de la cual sólo votarán sus 52 diputados.
"Votar abstención es reconocer que la moción la debería haber presentado el PP" afirma una fuente cercana a la cúpula del partido. "Muchos votantes populares entienden que la oposición en España es Vox, así que la única opción posible para Casado es hacerle un cordón sanitario tácito a Santiago Abascal para descartarlo como opción válida de gobierno" afirma también.
Un segundo sector del partido, encabezado por la exportavoz del partido Cayetana Álvarez de Toledo, ha defendido que la única opción lógica pasa por la abstención.
De acuerdo a ese sector del partido, no se puede apoyar a Pedro Sánchez y votar en el mismo sentido que ERC, JxCAT, la CUP, EH Bildu y Podemos. Pero tampoco votar como presidente a Santiago Abascal, por más que este prometa convocar elecciones generales inmediatas en caso de ganar la moción.
Y de ahí que la única opción razonable, desde el punto de vista de este sector crítico del partido, sea la abstención.
Uno de los diputados de ese sector crítico confirma, en conversación con EL ESPAÑOL, no tener todavía la menor noticia de cuál será finalmente el sentido de su voto.
"¿Si son ciertos los rumores de que vamos a votar no?" se pregunta retóricamente. "Ojalá no lo sean. Intuyo que el que ya ha decidido que se va a votar en contra no es Casado, sino otro miembro de la Junta Directiva". La referencia parece hacer alusión a Teodoro García Egea, secretario general del PP y el único miembro de esa Junta con la suficiente influencia sobre Casado como para decantar una decisión de este calado.
"A mí me da algo como haya que votar no" afirma luego este diputado.
Elecciones inmediatas
Un tercer sector del partido, muy minoritario, habría manifestado su deseo de votar a favor de la moción, siempre con la condición de que Abascal se comprometa a convocar elecciones de inmediato. Pero ninguna de las fuentes del partido dice haber considerado siquiera la opción de votar a favor de la moción de Vox. La duda, en definitiva, siempre ha estado entre el no y la abstención.
El resto de los diputados consultados niegan, como los anteriores, conocer el sentido de su voto. Una fuente del partido cercana a la dirección del partido incluso responde con ironía cuando se le cuestiona por el sentido del voto del PP a cuenta de la información del diario La Razón. "No leo La Razón, sólo EL ESPAÑOL".
Moción imposible
Si el PP vota finalmente no, Vox obtendrá sólo los 52 votos favorables de sus propios diputados, convirtiendo esta moción de censura en la menos votada en cuarenta años de democracia. En la primera, la que presentó en 1980 el PSOE contra Adolfo Suárez, los socialistas obtuvieron 152 votos a favor y 166 en contra.
En la segunda, la que presentó Antonio Hernández Mancha contra Felipe González en 1987, Alianza Popular obtuvo sólo 67 votos a favor. Los suyos y los de Unión Valenciana.
Podemos presentó la tercera moción de censura de la democracia en 2017 contra Mariano Rajoy. Pablo Iglesias obtuvo entonces 82 votos a favor. Los de su propio partido y los de ERC, EH Bildu y Compromís. El PSOE de Pedro Sánchez se abstuvo.
La cuarta moción de la democracia, la única que ha llegado a puerto, fue la que presentó el PSOE en 2018 contra Mariano Rajoy. Sánchez sumó entonces 180 votos favorables. Los de PSOE, Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, EH Bildu y Nueva Canarias. En contra votaron los 169 diputados de PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias.
Para que la moción de censura saliera adelante, Vox necesitaría una mayoría absoluta en el Congreso de 176 votos. En la práctica, eso implica que a los votos hipotéticos de sus propios diputados (52), los del PP (88), Ciudadanos (10) y Navarra Suma (2), Vox debería sumar también los de ERC, JxCAT y PNV. Misión imposible para los de Abascal.