Los servicios jurídicos del Gobierno de Castilla y León han pasado toda la noche trabajando para darle una respuesta a Alfonso Fernández Mañueco, Francisco Igea y Verónica Casado, presidente, vicepresidente y consejera de Sanidad de la región. "Si el ministro Salvador Illa no viene con una respuesta este viernes, la daremos nosotros... ¡ya está bien! Necesitamos el toque de queda ya".
El que habla es el propio Igea, en conversación con este periódico, quien relataba lo "sorprendida" que se había quedado el jueves por la tarde la consejera Casado cuando Illa no le supo contestar a la pregunta de cómo debía hacer para imponer el toque de queda en todo su territorio. "¿Podemos hacerlo por decreto o hace falta el estado de alarma?", relata Igea que preguntó Casado. Pero "la respuesta fue que no sabían".
Este viernes, el ministro viaja a Valladolid, y fue emplazado por el Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos en Castilla y León a llegar con una respuesta. "La gente se contagia, se muere, hay transmisión comunitaria y no nos dan instrumentos jurídicos para pararlo, es una vergüenza".
No son los únicos que no esperarán al Gobierno de Pedro Sánchez. El mismo Ximo Puig, barón valenciano del PSOE, anunció ya de noche que su Ejecutivo impondrá el toque de queda. A falta de cobertura jurídica, le puso fecha, ya la semana que viene, y anunció los trabajos de sus servicios jurídicos por si los de Madrid no llegan a tiempo.
París como ejemplo...
Ninguno de los asistentes a la reunión con Illa de este jueves entendió que no se hubiera trabajado en este punto. Y es que hace ya tres días que la Comunidad de Madrid puso sobre la mesa la idea de decretar un toque de queda como medida para combatir la expansión del coronavirus.
Hace ya más de una semana que Emmanuel Macron lo decretó en París y otras grandes urbes francesas.
Y sobre todo, hace dos semanas que Salvador Illa ponía a la capital del país vecino como "ejemplo de quien actúa con contundencia y anticipación para parar al virus", con el objetivo de afearle a la Comunidad que preside Isabel Díaz Ayuso que "ya llegaba tarde".
...pero sin respuesta
Y con todo esto, incluso después de retrasar 24 horas la reunión del Consejo Interterritorial de Salud, este jueves el ministro no supo qué responder a los consejeros de Sanidad cuando éstos le plantearon que querían decretar "restricciones a la movilidad nocturna" y que necesitaban la cobertura jurídica del Ministerio.
"No puede ser", lamenta el vicepresidente Igea indignado al otro lado del teléfono. La consejera de Sanidad de su Comunidad Autónoma, que llegó con una petición por escrito para el toque de queda a la reunión con sus pares y el ministro, es de su partido. Y él tenía toda la información de lo acontecido. "No puede ser que después de ocho meses de pandemia ésa sea la respuesta de Sanidad".
Lo cierto es que Illa llegó a la reunión sin poder responder a los consejeros si les bastaría con invocar la Ley General de Sanidad de 1986 o si sería necesario pedir el estado de alarma para confinar de noche a los habitantes de toda una autonomía. Y que luego trató de sortear las explicaciones que le reclamaban los reporteros en la rueda de prensa.
Y por eso lo que ocurrió en la reunión fue que se pasó palabra después de que casi todos los presentes se mostraran favorables a la medida restrictiva y reclamaran cobertura legal. La versión de Illa ante la prensa fue lacónica: "Hemos valorado esta posible medida, y nos hemos emplazado a seguir valorándola", dijo, negándose a dar su opinión sobre si la ve conveniente. A su lado, Fernando Simón sí se pronunció: "Sin duda podría ayudar, reduciría los contagios en donde más se están produciendo ahora mismo".
Y entonces, ¿por qué no se había trabajado en ello? Durante la cita se fueron filtrando informaciones de que Castilla y León había pedido el toque de queda y que contaba con el apoyo de todas las CCAA menos la madrileña y el País Vasco. Sin embargo, el encuentro se cerró con la aprobación de un documento con criterios conjuntos y medidas comunes... de cumplimiento voluntario.
"Es un documento muy útil, muy trabajado, y que venían reclamando las CCAA desde hace tres semanas", explicaba el ministro. Y lo cierto es que en el cuadro que se incluye dentro de estas Actuaciones de respuesta coordinada se prevén cuatro escenarios de alerta: en el más alto de ellos -en el que hoy estaría Castilla y León, aunque ministro y director del CCAES se negaron a confirmarlo de palabra-, cuando hacen falta medidas excepcionales, es la Comunidad Autónoma la que debe pedir el estado de alarma.
Entonces, si se aprobó este jueves, ¿por qué no se empezó a aplicar este mismo jueves para quien necesitara el toque de queda? Ni Illa ni Simón respondieron a esa pregunta. Pero sí Igea: "Es que no sabemos si basta con la alarma... o hace falta más. Este viernes lo sabremos. O nos lo dice el ministro en Valladolid o se lo decimos nosotros".
En la reunión, el consenso había sido casi total. Tanto que a la salida, y tras las explicaciones insatisfactorias de Illa, su compañero de en el PSOE y presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, anunció lo mismo que Igea. La asesoría jurídica de la Generalitat trabajaría sin descanso, desde la noche pasada, hasta encontrar el instrumento legal para imponer el toque de queda: "Lo haremos por decreto si hace falta, no podemos dilatar en el tiempo una decisión necesaria", dijo Puig.
Y hasta le puso fechas de inicio y fin, desde la semana que viene hasta el 9 de diciembre. Y horarios concretos, de 0.00 horas a 6.00 de la mañana