Llega el cuarto estado de alarma de la democracia. Este será, sin margen de sorpresa, el desenlace del Consejo de Ministros extraordinario de este domingo. Pedro Sánchez ha elegido de nuevo este mecanismo constitucional para combatir la pandemia; esta vez, en concreto, para acotar el ocio nocturno, en el foco de los brotes.
La medida llega arropada por las peticiones de más de la mitad de las comunidades autónomas, con el apoyo de un amplio espectro parlamentario y con datos cada día más pesimistas: el coronavirus crece en España a un ritmo de 20.000 contagios diarios.
Eso sí, al contrario que el de marzo, este estado de alarma no implica el confinamiento domiciliario ni otorga el mando único al Ejecutivo central. Se trata de establecer un marco jurídico que ampare el toque de queda avanzado en varias comunidades. "Es un paraguas que sirve para poder actuar con rapidez, contundencia y determinación", apuntan fuentes de Moncloa.
A priori, siempre que se logre el consenso, el horario de apertura y cierre lo trabajará el Ejecutivo central de la mano de las Comunidades. Existe divergencia en este punto, ya que algunos presidentes autonómicos apuestan por que el toque de queda se inicie a las 22.00 y otros a las 00.00.
El Gobierno diagnostica que, por la noche, suelen construirse aquellos lugares que The Atlantic ha catalogado como "súper transmisores": sitios cerrados donde se acumulan varias personas, faltan las mascarillas y el contacto es estrecho.
Cuarto de la democracia
Fue José Luis Rodríguez Zapatero el presidente que inauguró el estado de alarma en democracia. Después llegaron los tres de Sánchez, decretados todos en menos de nueve meses. El primero de la pandemia, el que perimetró Madrid y ahora el que habilitará los toques de queda.
Sánchez e Illa pretenden recabar esta vez un gran consenso, con el PP incluido. No se antoja sencillo: todas las Comunidades socialistas y las lideradas por el nacionalismo han pedido el estado de alarma, pero no lo ha hecho ninguna de las regidas por los de Casado.
Adriana Lastra, vicesecretaria general del PSOE y portavoz en el Congreso, pidió este sábado al PP que se una "a la respuesta conjunta" contra la pandemia. "Las comunidades del PP no pueden quedarse aparte", dijo. Pero los populares no dan muestra de que vayan a recoger el guante.
Desde el partido de Casado la estrategia pasa por redundar en la reforma de Ley Sanitaria que presentaron y que "está en el limbo porque Sánchez se fue de vacaciones". En esta línea se pronunciaron claramente este sábado el portavoz popular en el Senado, Javier Maroto, y el Gobierno gallego, liderado por Alberto Núñez Feijóo. "Es casi un clamor en el ámbito jurídico y los propios altos tribunales autonómicos citan en sus sentencias que es preciso abordarla", alega.
La Comunidad de Madrid, en plena confrontación con Sánchez, volverá a ser el principal escollo en esta nueva fase de la gestión. Hasta el momento, Castilla y León, Galicia o Murcia -pese a seguir las indicaciones de Casado- no han protagonizado ningún combate jurídico reseñable con Moncloa.
La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, pese a que fue de las primeras en poner sobre la mesa la imposición de un toque de queda, ya ha pedido al Gobierno central que permita a su Gobierno seguir con la gestón en base a zonas sanitarias y con sus propios horarios.
El virus crece
El Gobierno reacciona convencido de que el virus se ha desbocado en Europa y de que su ritmo de crecimiento comienza a ser vertiginoso. Sánchez busca levantar un gran plan de carácter preventivo que pueda evitar, a la larga, el confinamiento domiciliario, tal y como aseveró el viernes en su declaración institucional.
En ese mensaje, que tuvo tintes similares al de los discursos semanales que pronunció al comienzo de la pandemia, el presidente advirtió de que las próximas semanas serán "muy duras".
Aunque los expertos sitúan la vacuna a finales de este año o principios del que viene, Salvador Illa ya se pronunció en esta línea la pasada semana. En una entrevista en Onda Cero adelantó que se avecinan "cinco o seis meses duros" y unas "Navidades diferentes".
La principal muestra de ello es la tendencia que en los últimos días dibuja el avance de la pandemia. España comenzó la semana superando el millón de contagiados acumulados y avanza al final con récord de contagios diarios hasta en siete regiones.
Según los datos recabados por EL ESPAÑOL este sábado para suplir la falta de cifras facilitadas por el departamento de Illa, en las últimas 24 horas se diagnosticaron cerca de 20.000 casos, cifra similar a la registrada a lo largo de la semana pero que no cuenta con los datos de Madrid, la comunidad que más positivos aporta, ni Castilla-La Mancha.
En concrento, las regiones que actualizaron su situación de la pandemia suman 19.465 nuevos casos, frente a los 19.851 del viernes y el récord del jueves de 20.986. Si la línea continúa este domingo, cuando Sanidad vuelva a publicar los datos el lunes, previsiblemente, se volverá a superar el máximo de contagios. La pasada semana, el acumulado del fin de semana se resolvió con 37.889 nuevos positivos.
Otro síntoma de esta dinámica es que el dato de este sábado esconde las cifras récord en hasta siete de las 15 comunidades autónomas anotadas. En concreto, alcanzaron un número de positivos inéditos diario Asturias (381), Comunidad Valenciana (1.690), Galicia (687), Cataluña (6.073), País Vasco (1.212), Extremadura (500) y Murcia (924).
También aportaron nuevos contagios Andalucía (3.378), Castilla y León (2.015), La Rioja (127), Aragón (1.345), Cantabria (185), Canarias (113), Navarra (497), Baleares (182) y las ciudades autónomas de Ceuta (45) y Melilla (111).
El ocio nocturno
La noche y las conductas que promueve se han convertido en la mayor inquietud en la lucha contra la expansión del coronavirus. "El ocio nocturno es lo que más nos preocupa ahora", constató ha dos semanas Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. Y los datos lo corroboran.
Según el último informe de Sanidad, un 29,8% de los brotes detectados en la última semana se circunscriben al ámbito social; en concreto, la mayoría de ellos se ubican en reuniones familiares o de amigos.
Además, la mayor proporción de casos de coronavirus se producen en el grupo de edad comprendido entre los 15 y los 59 años (68% del total), siendo el grupo de 15-29 años el más representado, con un 22% de los casos.