Inés Arrimadas busca hueco. Su partido se ha visto atrapado entre la presión desde la derecha y la que le llega de la izquierda y los independentistas. No quiere presentar una enmienda a la totalidad a los Presupuestos del Gobierno de coalición, ésos que son "socialcomunistas", según Pablo Echenique. "Nosotros podríamos hacer dos cosas, lo del PP y Vox, que no sirve de nada, o tratar de hablar con el Ejecutivo para mejorar estas cuentas".
La política es cada vez más un juego de palabras. Y así, Arrimadas que lleva desde la dimisión de Albert Rivera un año huyendo del apelativo "veleta" para su partido, pareció aceptar que se les califique de "ovni"... aunque, eso sí, para echárselo en cara a quien lo haga. "En 40 años, nunca jamás han negociado un Presupuesto entre el PSOE o el PP, ni unos ni otros, siempre han presentado enmiendas a la totalidad. Aparece un partido liberal intentando negociar con los dos y claro, somos un ovni. ¡No! Es política", dijo la líder liberal.
Minutos antes del discurso de la presidenta de Cs, se había desarrollado un minidebate curioso entre los grupos del Gobierno. Si Echenique y Gabriel Rufián habían dedicado sus minutos de defensa del Presupuesto a atacar a los naranjas -uno de los presuntos socios del mismo-, la ministra de la cosa, María Jesús Montero, defendió a los liberales: "No tiene sentido poner el 'con quién' por delante de 'el qué' en un momento como éste", el de la pandemia que ha devastado la economía española.
Y ahí quiso meter cuña Arrimadas cuando le espetó a la socialista coaligada con el podemita: "Escuchen a las voces moderadas de su Gobierno". La líder de Cs, que tiene el partido removido por los críticos que le afean que mantenga su empeño en pactar con Pedro Sánchez, reivindicó la "política útil" de Ciudadanos, atribuyéndose méritos dudosos.
"Líneas naranjas"
"Ustedes querían gravar con 21% la sanidad privada y la enseñanza concertada. Querían subir al 15% el impuesto de sociedades... ni una cosa ni la otra la van a hacer, porque son líneas naranjas", presumió. "Yo prefiero conseguir algo", repitió mirando de reojo a su diestra , a PP y Vox. Y aunque éste "no es un Gobierno que nos guste, ni un Presupuesto que nos guste, prefiero negociar que cerrarme en banda", repuso, en este caso, echando la mirada al frente siniestro, el de Echenique y Rufián.
Y es que la líder naranja mantuvo su desafío a Montero, conminando a ella y a Sánchez a elegir entre Ciudadanos y los radicales, "pero no por nosotros, sino por lo que hacen ellos". Recordó Arrimadas que "llevamos 40 años viendo cómo siempre acuden a los partidos separatistas. Ustedes van a tener que elegir pero no sólo entre dos partidos, sino entre dos vías: entre la moderación económica de Cs o la radicalidad de ERC".
Concesiones políticas
Las cuentas, en teoría, no se han negociado todavía. Al menos, los números de las mismas. Pero las posiciones previas de los grupos ya demuestran que el Gobierno tiene acuerdos con lo que Pablo Iglesias llama "la mayoría de la investidura", y que con esos pactos quiere convertir en "una mayoría de legislatura".
Esos acercamientos han llegado por otras negociaciones. Como, por ejemplo, el acercamiento de presos de ETA para que Bildu dé el sí. O como en otras leyes, por ejemplo la de Educación, en la que PSOE, Podemos y ERC pactaron una enmienda que borró el español como lengua vehicular de la enseñanza: "Con la tramitación de la ley Celaá nos han vuelto a vender por un puñado de votos en el congreso. Aquí tiene una mano moderada en lo económico y firme en la defensa de la igualdad, si no la cogen jamás podrán decir que no tenían otra opción", apuntó.
Montero, en su réplica, respondió a eso con una triquiñuela defensiva, que trataba de tapar la posición difícil en la que ha quedado Sánchez, ahora que Iglesias ha logrado empujar a Cs al ultimátum: "Si esta negociación va a depender de lo que digan otras leyes, con la complejidad de estos Presupuestos, por ahí no creo que nos podamos encontrar". Pero es que precisamente ésas son las leyes en las que el PSOE ha hecho concesiones a los separatistas vascos y catalanes.
"Ustedes nos quieren engañar y hacer creer que lo normal para un socialdemócrata es pactar con lo más retrógrado y de derechas que hay, que es el nacionalismo", repuso finalmente Arrimadas. "Ustedes verán, pero en Europa los liberales estamos en el centro, y España está en Europa. Allí pactamos con socialistas y conservadores, incluso los tres a la vez. Yo seguiré intentando mejorar estas cuentas y evitar locuras podemitas. No lograré lo que quiero, pero ustedes tendrán que elegir entre que sus Presupuestos se inclinen hacia la moderación y hacia la radicalidad".