Continúa la polémica por el supuesto pacto del PSOE con Bildu de cara al apoyo de los abertzales a los Presupuestos Generales del Estado. Un pacto que los socialistas ahora niegan, después de haberlo defendido públicamente, y que ha provocado un aluvión de críticas internas por parte de los barones regionales.
Si ayer el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, negaba ante la presión que existiera un acuerdo con la coalición que dirige Arnaldo Otegi, este martes Gabriel Rufián (ERC) lo ha dado por hecho: "Es obvio que tienen un pacto y además es buena noticia". Un desmentido en toda regla por parte de quien se ha convertido en uno de los socios habituales del Gobierno.
En este sentido, el portavoz de Esquerra Republicana ha criticado el empeño del PSOE en negar ese acuerdo cuando el propio Arnaldo Otegi comentó públicamente que las negociaciones iban bien encaminadas. "Eso en mi pueblo se llama tener un acuerdo", ha sentenciado.
Rufián ha restado credibilidad a las palabras de Ábalos y ha dado a entender que sabía de antemano que Bildu iba a hacer público su apoyo a los Presupuestos de 2021 antes del debate de totalidad: "Tenemos un acuerdo de coordinación con la izquierda abertzale y nos sorprenden pocas cosas de Bildu. Hace tiempo que está haciendo política interesante y muy coordinada con nosotros".
Ambas formaciones separatistas, ERC y Bildu, son socios prioritarios para Unidas Podemos de cara a la aprobación de las Cuentas Públicas. El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, aspira a construir con ellos un "bloque de legislatura y de dirección de Estado" para romper con el sistema del 78 y encaminarse a la "transición más importante en 40 años".
Unas compañías que, sin embargo, provocan división dentro del seno del Partido Socialista. Si bien Adriana Lastra defendió la "normalización democrática" de pactar con los herederos de Herri Batasuna y Ábalos puso en valor su "responsabilidad" frente a la del PP, los barones territoriales son muy críticos con la posibilidad de pactar los Presupuestos más importantes de la historia reciente con la coalición que dirige Otegi.
El enfado de los barones socialistas, unido a la crítica de medios de comunicación y oposición parlamentaria, ha provocado un giro de 180 grados del PSOE, que ha pasado de elogiar a Bildu a negar el pacto en cuestión de 24 horas. Gabriel Rufián ha puesto en evidencia esa incoherencia en el argumentario.
División en el PSOE
Gabriel Rufián también ha salido en defensa de Bildu y ha calificado de "anomalía democrática" el calificar al partido "como la ETA". El portavoz separatista, partidario junto a Iglesias de sacar a Ciudadanos de los Presupuestos, ha dicho no poder hablar "por los PSOEs" y ha admitido que para algunos socialistas "es mediáticamente mucho más cómodo" pactar con los de Inés Arrimadas.
Rufián hacía aquí referencia a las dos almas del PSOE: la de los partidarios a la "normalización democrática" de Bildu con tal de ganarse sus votos y la de los barones territoriales como Javier Lambán -que calificó de "inquietante" el apoyo de los abertzales-, Guillermo Fernández Vara, Susana Díaz o Emiliano García-Page, que sostuvo que "lo de Bildu no tiene un pase".
Pero no sólo los barones territoriales se oponen a otorgar carta de naturaleza democrática a la coalición que dirige Arnaldo Otegi. También exdirigentes socialistas como Nicolás Redondo, Eduardo Madina, Alfonso Guerra y, más recientemente, Juan Carlos Rodríguez Ibarra.
Por otro lado, Rufián ha negado que la reforma del delito de sedición tenga que ver con la negociación de los Presupuestos: "Entiendo que es muy goloso vincular una cosa con otra o calificar, según qué anuncio o globo sonda como gestos para con ERC o con el independentismo, pero no tiene que ver una cosa con otra".