Este jueves, agentes de la Policía en Gran Canaria trasladaron a la segunda remesa de 200 inmigrantes a las tiendas de campaña montadas en Barranco Seco. Y un asunto en apariencia tan sencillo -repetición del viaje en autobús del día anterior-, en realidad era una operación que implicaba a cuatro ministerios: Interior los llevaba, Seguridad Social los esperaba, Defensa los alojaba y Presidencia los coordinaba. O así... ésa es la teoría.
Pero aún quedan 1.800 personas en el muelle del puerto de Mogán. Y de urgencia, Pedro Sánchez manda este viernes a José Luis Escrivá -ministro de Migraciones- a la isla. Lo acompañará José Luis Ábalos, cuyo departamento no tiene competencias en el asunto, pero será él el encargado de presentar un Plan Canarias para Migracioes del que nada se ha sabido hasta ahora.
El caos vivido en estas últimas semanas le ha costado el desprestigio a Fernando Grande-Marlaska, de quien ya ha pedido la dimisión hasta Podemos, socio de Gobierno.
Además, se ha visto implicada Margarita Robles, con una actuación de emergencia a cargo del Ejército, y la vicepresidenta Carmen Calvo, que en teoría coordina el despliegue ministerial. A todo esto, en la crisis migratoria también tiene algo que decir Exteriores, más allá de que a la ministra Arantxa González Laya no se la haya visto por la zona, a pesar de que todo esto se encuadra en una ofensiva de Marruecos en tres frentes: la asfixia a Ceuta y Melilla, la ofensiva en el Sáhara y el descontrol migratorio.
A inicios de semana, en Arguineguín se amontonaban 2.700 personas, en unas carpas pensadas para un máximo de 400. Desde entonces, han salido unas 900, entre traslados al nuevo campamento y dos centenares de los liberados sin control ni asistencia alguna el pasado martes, oficialmente, porque se habían cumplido las 72 horas de retención policial.
La mala imagen ofrecida por España estas últimas semanas, con miles de personas hacinadas al raso en el muelle de un puerto marítimo, sin duchas durante días, sin alimento durante horas -ni acceso al agua fresca a ratos-, sólo es comparable al desbarajuste que se ha vivido en el Consejo de Ministros más poblado de la democracia.
17.000 personas
De entre las 22 carteras con las que cuenta el Gobierno de Sánchez, hay cinco con competencias implicadas en esta crisis. Unos señalan las responsabilidades de los otros. Y eso que la Vicepresidencia de Derechos Sociales que comanda Pablo Iglesias no había querido meterse en el fregado, según asegura su equipo, "por lealtad institucional".
En todo caso, el Gobierno canario, que también reúne a PSOE y Podemos, clama por una solución ante una emergencia humanitaria que ha desembarcado ya más de 17.000 personas vivas a las costas canarias en lo que va de año
"Y luego están los que se ha tragado el mar, que se calculan en miles", lamentaba Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria en un discurso en el Congreso, mientras aguantaba que desde la bancada de los grupos gubernamentales le espetaran que "sobreactuaba".
El último departamento que fue embarcado en la gestión de la emergencia ha sido el de Defensa. Renuente a implicarse en un asunto que no es de su competencia, a la ministra Robles no le quedó más remedio que ceder terrenos y materiales del Ejército para montar un campamento temporal. Las carpas, en todo caso, tienen capacidad para alojar unas 800 personas, "no más", según fuentes del Ejecutivo. Y eso no es suficiente.
Salvoconductos retrasados
De la gestión del CATE (Centro de Atención Temporal a Extranjeros) de Barranco Seco se hace cargo Defensa, pero los inmigrantes allí alojados son responsabilidad de Interior, como se encarga de aclarar una fuente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social... y Migraciones. "La última parte del nombre del departamento se refiere a la red de acogida, que es la que gestionamos en toda España", explica una portavoz oficial, "pero sólo cuando nos los pasa Interior".
Eso, en teoría, ocurre a las 72 horas de la llegada a costas españolas. "Es el plazo que tenemos para gestionarlo, tomar su filiación, los datos de procedencia y su posible solicitud de asilo, para derivarlos adecuadamente", explican un funcionario del Ministerio de Marlaska. Otras fuentes gubernamentales que prefieren hablar bajo condición de anonimato sugieren que Interior ha estado retrasando los salvoconductos, y de ahí el hacinamiento.
Mientras, Asuntos Exteriores aclara que su labor en este campo se limita a "negociar de gobierno a gobierno" con los países de procedencia. "Bueno, eso no es tan así", reponen desde Interior. "Hay muchos ministerios, de acuerdo, pero la inmigración es cosa nuestra, somos nosotros los que lo manejamos", insisten. "No hay más que ver que este viernes el ministro viaja a Marruecos a verse con su homólogo".
Guerra PSOE-Podemos
Y es que Exteriores, a lo que se dedica, es a las grandes relaciones. "Establecemos los contactos y los planes estratégicos con Marruecos, Mauritania, Senegal, Mali, Argelia..." ¿Entonces, es la cartera de González Laya la que se hace cargo de las repatriaciones? "De los acuerdos bilaterales sí, porque la gestión puntual es cosa de Interior".
¿Y qué hace el Ministerio de la Presidencia en todo esto? "Coordinar", aclara otra fuente gubernamental. El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, insistió la semana pasada a Calvo para que tomara las riendas del asunto, que se iba de las manos, con llegadas medias de entre las 500 y 1.000 personas diarias a las costas canarias.
A este desembarco de Calvo hay que apuntarle la disposición de plazas hoteleras, para 6.000 de los recién llegados a las islas, gracias a la iniciativa del Gobierno canario. Y la entrada de Defensa, cuando el Ayuntamiento de Agüimes no concedió la licencia para que unos terrenos, cedidos por la Autoridad Portuaria en Arinaga, sirvieran para instalar las carpas que ya tenía preparadas Cruz Roja el pasado verano.
Al Gobierno le ha estallado la crisis sin capacidad de devolver a los migrantes a sus países de origen, a causa de la Covid. Y en plena guerra interna entre socios, de modo que Podemos ya no calla y mete cuchara contra la política de extranjería.
Todos los ministros implicados en este asunto son socialistas, pero en Canarias los morados ya han reclamado la salida de Marlaska del Ejecutivo. Y la secretaria de Estado de la Agenda 2030, Ione Belarra, ha reclamado que Interior "deje de vulnerar los derechos humanos en las deportaciones".