Mohamed VI no recibirá finalmente a Sánchez, indignado por la posición de Podemos con el Sáhara
Los medios de comunicación y las redes sociales en Marruecos siguen cargando contra Pablo Iglesias por defender un referéndum en el Sáhara.
1 diciembre, 2020 02:50Noticias relacionadas
"La agenda del rey está completa" y "por seguridad sanitaria de la Covid-19" son los pretextos que excusarán que el monarca Mohamed VI no reciba al presidente Pedro Sánchez, según apuntan diversas fuentes marroquíes a EL ESPAÑOL.
La cita podría haber tenido lugar el 17 de diciembre en Rabat, con motivo de la Reunión de Alto Nivel (RAN) que ambos países preparan. Si al final no hay cambios por parte de la Casa Real, Sánchez será el primer jefe de gobierno español en las dos últimas décadas que no se entreviste con el soberano alauita tras la RAN. Sus antecesores del Partido Popular y del PSOE sí fueron recibidos en el palacio real de Rabat y Marrakech.
El rey Mohamed VI responde así a diferentes gestos del Ejecutivo de Coalición PSOE-Unidas Podemos que no agradaron en Rabat: no elegir a Marruecos en el primer viaje oficial de Pedro Sánchez como presidente, la visita de Estado a Argelia el pasado mes de octubre, el posicionamiento en relación con el Sáhara Occidental que busca una representación diplomática en el terreno y la alianza con Francia en los conflictos del Sahel y Libia.
Pero la gota que colmó el vaso fue el tuit de Pablo Iglesias reiterando su empeño en que "se celebre, sin más demora, un referéndum libre, limpio e imparcial para la libre determinación del pueblo del Sáhara Occidental". De hecho, los medios de comunicación nacionales y las redes sociales en Marruecos siguen cargando contra el vicepresidente del Gobierno desde que publicó ese mensaje en Twitter el 15 de noviembre.
Aznar, Zapatero y Rajoy
Las RAN comenzaron en 1993, tras sellarse dos años antes en Rabat el Tratado de amistad, buena vecindad y cooperación. En principio son anuales, y se celebran en España y en Marruecos, alternativamente. Su principal objetivo es ampliar las relaciones geográficas e históricas al ámbito político y económico, con reuniones en las que participan los jefes de gobierno.
Pero además, el rey tiene por costumbre recibir en audiencia en el Palacio Real a los mandatarios españoles como colofón a esas cumbres bilaterales. Lo hizo con José María Aznar (Marrakech, 2003), José Luis Rodríguez Zapatero (Rabat, 2007) y Mariano Rajoy (Rabat, 2012), los últimos tres presidentes en España antes de Pedro Sánchez. Y eso a pesar de que en otras ocasiones esas reuniones también han llegado en momentos tensos en las relaciones bilaterales, con asuntos a tratar tan delicados como la migración o la delimitación de las aguas territoriales.
La RAN prevista para diciembre del 2001 en Madrid fue retrasada de manera unilateral por Marruecos un año por problemas relacionados con el Sáhara Occidental, y entonces la excusa también fue que no se ajustaba a la "agenda de Rabat".
En 2003, tras meses de crisis con el incidente de la Isla de Perejil, se celebró la sexta RAN. Entonces, se manejaron por primera vez temas de gran tensión como la delimitación de los espacios marítimos en la costa atlántica y se creó una Comisión Mixta para concluir un acuerdo que más tarde fue suspendida sin ningún resultado. Además, se mencionaba por primera vez en la historia de las RAN la cuestión territorial del Sáhara Occidental. Igualmente, en el ámbito migratorio, se firmó un acuerdo para repatriar a los menores marroquíes que se encontraban en situación irregular en España.
Sin embargo, a pesar de la tensión, Mohamed VI sí recibió a José María Aznar en el Palacio de Marrakech junto a los ministros de Exteriores e Interior de ambos países, en presencia del embajador Fernando Arias Salgado.
Negociaciones duras
En el programa de la RAN de 2007, después de sufrir varias alteraciones, Zapatero y Mohamed VI se reunieron y se trató la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara Occidental.
En la décima y última RAN (2015), el entonces presidente Mariano Rajoy se desplazó expresamente desde Rabat, donde se había reunido con el presidente Abdelilah Benkiran, a Marrakech solo para entrevistarse con el soberano alauita en su palacio.
Ahora, la XII RAN llega en un momento delicado, en que Marruecos no ha dado el plácet o permiso del país receptor para que un nuevo embajador español tome las credenciales.
Además, España sigue sin cónsul en Rabat desde el mes de mayo. Hubo un intento con Fernando Villalonga, que renunció en un mes a su puesto, una vez anunciado en el Boletín Oficial de España (BOE), y sin pisar siquiera el territorio marroquí.
Con el cierre de las fronteras terrestres de Marruecos con Ceuta y Melilla el 13 de marzo por la Covid-19, fuentes de Rabat advirtieron a EL ESPAÑOL que "no se abrirán hasta llegar a un acuerdo con Marruecos" y que "las negociaciones serán duras y pasarán por abrir una representación consular en el Sáhara".
A lo largo de la legislatura de Sánchez se han ido acumulando cuestiones que afectan a ambos lados del Estrecho y que parece complicado que vayan a resolverse en las reuniones de un solo día.
Las dos leyes de aguas territoriales de la costa atlántica aprobadas en el parlamento de Rabat en enero, la llegada de más de 16.000 personas migrantes a las Islas Canarias de las que la mitad ya son marroquíes, el conflicto que se libra con el Frente Polisario sin enviado especial del Secretario General de la ONU y las fronteras terrestres cerradas a cal y canto con Ceuta y Melilla que quieren abrir sin aduana y comercio atípico son parte de las cuestiones que se pondrán sobre la mesa el 17 de diciembre.
De todos modos, en Marruecos insisten en "diferenciar entre el pueblo y el gobierno", explican a EL ESPAÑOL. Las relaciones hispano marroquíes son buenas, como primer socio económico y país vecino, pero las diplomáticas requieren de acuerdos sobre la mesa. Algunos de estos son urgentes, como el migratorio, al que no encontraron una solución concreta el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska y su homólogo marroquí, Abdelouafi Laftit, en Rabat el pasado 20 de noviembre.
En todo caso, en Rabat se estudia que las relaciones bilaterales se negocien directamente en el marco de la Unión Europea (UE) para ahorrar los trámites con cada uno de los países miembros. Esta decisión estaría lejos de lo rubricado con Rodríguez Zapatero en la VIII RAN de que España sería "el mejor aliado" de Marruecos en Europa, y por lo que el equipo de Sánchez aboga desde que llegó al gobierno.