Juan Marín es el primer crítico de la Ejecutiva de Ciudadanos que ha decidido jugar el partido a pecho descubierto. Este miércoles, cuando se cumplían dos años del cambio en Andalucía, celebró la hazaña acompañado de Albert Rivera, y no de su actual presidenta, Inés Arrimadas.
El gesto sorprendió tanto a los diputados del Parlamento andaluz como a los mandatarios nacionales de la formación. "Estamos flipando", cuenta a este periódico un dirigente de los naranjas en la Junta. "Es toda una declaración de guerra", apostilla una de las cabezas pensantes de Ciudadanos en Madrid.
El descontento de Marín con el modelo de partido instaurado por Inés Arrimadas era hasta ahora de consumo interno. Ha sido él quien lo ha sacado a relucir. Teniendo en cuenta las diferencias que separan a Rivera de su sucesora, no es baladí la compañía elegida por el vicepresidente andaluz en un día tan significativo.
El equipo de Arrimadas traslada a EL ESPAÑOL que no hay previsto ningún acto en esta región para conmemorar el histórico reemplazamiento del PSOE. Todo lo contrario a lo que hizo Pablo Casado, que viajó a Sevilla para abrazar a Juanma Moreno Bonilla.
Para más inri, Marín abrió el melón de la confluencia con el PP para las próximas andaluzas sin consultarlo con la dirección nacional. A preguntas de los periodistas, resumió: "No está descartado nada".
Juan Marín viene ejerciendo, junto a otros líderes autonómicos, una labor de crítica interna por el centralismo que impregna al partido. José María Espejo y Carlos Cuadrado, los vicesecretarios de Arrimadas, deciden el grueso de la estrategia "sin debatir con el resto".
Tensión en Andalucía
Andalucía es uno de los pocos caladeros de votos liberales que sobrevivió a la debacle de las últimas generales. Aporta tres de los diez escaños y dos de los nueve senadores. La propia Inés Arrimadas nació en Jerez y el vínculo con su tierra siempre fue muy estrecho en las campañas electorales.
"Aquí no ha gustado nada que no viniera. Hablamos de una fecha clave para sacar pecho. El cambio tras 37 años se produjo gracias a Ciudadanos. No fueron PP ni Vox. ¡Fuimos nosotros!", arguyen fuentes del partido naranja en el Parlamento andaluz.
"Dos años después, ¡siendo andaluza!, ¿no viene? Pero, ¿qué abandono es ese? Aquí consiguió, por cierto, una barbaridad de apoyos en las pasadas primarias. Empieza a cundir la sensación de que está obsesionada con Cataluña", concluyen.
Precisamente, la preparación de las elecciones en Cataluña es uno de los motivos esgrimidos por el gabinete de Arrimadas para justificar su ausencia en el aniversario del cambio.
Los diputados de Ciudadanos en Andalucía, a tenor de lo contrastado por este periódico, son plenamente conscientes de que "Juan va por libre". Algunos de ellos comentan: "El acto con Albert ha sido una manera hábil e inteligente de mostrar su desacuerdo".
Los parlamentarios descontentos cuentan que Espejo y Cuadrado -los vicesecretarios-, en su última visita a Sevilla, informaron de que apostarían por Andalucía: "¿Así lo están haciendo?".
De momento, el Ejecutivo andaluz de PP y Cs sostenido por Vox avanza sin demasiados problemas. Acaba de alcanzar un acuerdo presupuestario que garantiza su supervivencia hasta el final de la legislatura.