España ha decidido poner en marcha un fondo de 400.000 euros para facilitar a Gambia el cumplimiento de sus compromisos con nuestro país. El objetivo es acabar con la crisis migratoria causada por la avalancha de pateras y cayucos procedentes de este pequeño país, Senegal, Mauritania y Marruecos. Unas mafias que operan en todos los suelos: este mismo viernes, la Policía Nacional desmantelaba una mafia que había trasladado a cientos de migrantes de Lanzarote a la Península, a cambio de unos 1.500 euros por persona.
Los fondos para Gambia se destinarán, esencialmente, a la adquisición de vehículos instrumentos de visión nocturna y otro material para prevenir la emigración ilegal. Gambia es, de hecho, uno de los países con los que existe una cooperación más estrecha en este ámbito, según dijo la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores, Cristina Gallach.
En el Ministerio de Asuntos Exteriores destacan siempre que pueden que su segundo apellido es "de Cooperación". La número dos de Exteriores, estos días de viaje en Gambia para renovar los acuerdos con el pequeño país subsahariano, hizo especial hincapié en ello en su última comparecencia en el Congreso, hace tres semanas.
Allí dio cuenta de los Presupuestos de su departamento, reflejó el alza en las partidas que buscan alcanzar el 0,5% del PIB en este objetivo al acabar la legislatura... aún lejos del compromiso del 0,7%.
Un cambio de fondo
Pero lo cierto es que la cooperación ha ido cambiando en los últimos años de la asistencia humanitaria al trabajo conjunto con objetivos muy concretos. Y en el norte y noroeste de África, sobre todo, éstos son el control de las migraciones irregulares, la lucha contra las mafias y la seguridad de las costas y los mares.
Gallach aterrizó el jueves en Banjul y mantuvo un encuentro con el ministro de Exteriores, Cooperación Internacional y Gambianos en el exterior, Momodou Tangara, con quien se entrevistó -vía telefónica- la ministra Arancha González Laya el pasado 1 de julio.
"Gambia es un país que trabaja positivamente y es lo que más nos interesa a nosotros, reforzar y asegurar que si hay algún aspecto donde podamos hacerlo mejor lo hagamos", aseguró na los periodistas. Según Gallach, el propio Gobierno gambiano está "muy interesado en controlar mejor la emigración ilegal".
Después visitó el puerto de la capital, donde se atracaba la embarcación Poseidón de la Guardia Civil que patrulla la costa gambiana y la playa de Bakau, desde donde salen a faenar cada día los cayucos que, en algunos casos, se emplean para alcanzar las costas de Canarias.
Así, 14 años después de la anterior crisis de los cayucos, desde el 3 de diciembre la Guardia Civil vuelve a patrullar la costa de Gambia, acompañada de una embarcación semirrígida de agentes locales.
Material e inteligencia
El Gobierno gambiano pidió al de España principalmente material para controlar las salidas. Aparte de las patrullas conjuntas, que están siendo "muy eficaces por el efecto disuasorio", en enero empezará a llegar el material valorado en 400.000 euros para las distintas agencias de seguridad gambianas.
A partir de marzo, la cooperación dará un paso cualitativo con la incorporación de tareas de inteligencia. Dos policías nacionales, con apoyo de Alemania y financiación europea ayudarán a crear una unidad de inteligencia contra las mafias. "Es muy importante tener buena información de quienes se lucran de una tragedia humana".
Según Gallach, éste "es un trabajo que se puede hacer con muy pocas personas pero se requiere crear un método". Y para ello, hace falta "tener unos recursos para hacer un proyecto transformador".
"Mecanismos de retorno"
Gambia no es el origen de la mayor cantidad de los migrantes irregulares llegados a las costas españolas. Aunque no hay datos oficiales, porque los migrantes llegan indocumentados, algunas fuentes los estiman en unos pocos cientos. En 2018 llegaron a suponer un 3% de los más de 57.000 que arribaron a España.
Este viernes, Gallach mantuvo encuentros con el ministro del Interior, Yankuba Sonko; el ministro de Defensa, jeque Omar Faye; y la vicepresidenta de Gambia, Isatou Touray.
Gallach concluyó este viernes su visita con el convencimiento de que "hay una coincidencia total en hacer todo lo posible para que no haya salidas" de migrantes irregulares, y también, en que, si estas se producen, "los mecanismos de retorno se hagan siempre conforme a la ley, en discreción y en un proceso diplomático de mutuo acuerdo".
Gallach ha destacado que "en estos momento de dificultad hay que arrimar el hombro todos y colaborar eficazmente", pero que en el medio plazo "la solución está en los trabajos para el desarrollo socioeconómico de un país pequeño, con grandes desafíos, cuyos líderes quieren trabajar con España".