¿Quién manda en el PSC? ¿Miquel Iceta, Salvador Illa Pedro Sánchez? Parece evidente que quien no manda es el primer secretario de los socialistas catalanes, porque él quería ser presidente de la Generalitat catalana... y para eso ganó el congreso de diciembre de 2019. Es más, se las prometía felices cuando nadie se presentó en su contra en las primarias previstas para el pasado noviembre.

Pero entonces, ¿por qué será el ministro de Sanidad quien encabece la lista para la Generalitat? Pues porque así lo quiere el líder del PSOE, y presidente del Gobierno. Y tiene razones para ello. A la vista del último sondeo electoral en Cataluña antes de la proclamación de Illa como candidato, realizado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL, Sánchez toma una decisión arriesgada pero necesaria.

El alza del PSC se ha detenido en los últimos meses. Incluso sus expectativas electorales han caído más de dos puntos desde el pasado verano, perdiendo apoyos en el tracking de este instituto demoscópico. Hasta este martes, aún con Iceta como cabeza de cartel, el PSC reunía el 16,7% de la expectativa de voto, con una proyección de 22/23 escaños.

Al mismo tiempo que se aplanaba la curva socialista y empezaba una lenta pero sostenida decaída, los partidos independentistas consolidaban su ventaja. ERC (21,7% y de 33 a 34 escaños), JxCat (20,3% y 32/33), PDeCAT (1,6% y 0/1) y la CUP (4,9% y 5/6), sumados, alcanzan el 48,5% de la intención de voto. A la que habría que añadir el medio punto porcentual que detecta SocioMétrica para el PNC de Marta Pascal -antigua líder del PDeCAT-, y ya estarían en el 49%. En total, un frente de entre 72 y 74 escaños.

Con la mayoría absoluta cifrada en los 68 diputados, el independentismo ampliaría su ventaja con comodidad. Lo que dejaría a los socialistas con las ganas de gobernar, o de participar en un Ejecutivo tripartito con los comunes de Jessica Albiach, que tampoco remontan (7,7% y entre 8 y 9 escaños). Y es que el PSC de Iceta no alcanzaba la suma uniéndose a los socios de Podemos en Cataluña y a una ERC que ahora pretende mostrarse menos rupturista y más posibilista.

Menos identidad, más clase

Quien manda en el PSC es Pedro Sánchez. Y por eso, después de prepararlo con mimo por si al final le hacía falta, Sánchez se ha decidido finalmente por el cambio de jinete a mes y medio de la carrera.

Y es que Illa es un perfil muy distinto del de Iceta. El ministro saliente es un político pragmático y con una visión mucho más a nivel nacional de la política. Centrado en el mensaje progresista e inclusivo. Iceta, de carácter más afable y abierto, es al mismo tiempo un líder del socialismo más catalanista. El mayor peso de sus mensajes siempre partió de la identidad propia para hacer políticas. 

Sánchez, a la vista de que en el caladero soberanista no estaba haciendo mella, ha decidido tratar de pescar en el de los electores desencantados con el viraje a la derecha de Ciudadanos. Entre otras cosas, porque su única esperanza de gobernar es con ERC y En Comú Podem

...y para eso debe tener en cuenta dos cosas: que Laura Borràs, candidata de la lista de Carles Puigdemont es la mejor valorada (4,8) de largo, muy por encima del president en funciones de ERC, Pere Aragonès (4,2); y que el PSC no debe crecer a su costa de morados y republicanos para no debilitar su posible suma, sino mirar al centro.

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Sobre todo, activando una gran cantidad de votantes que parece que esta vez se van a quedar en casa, porque la participación se prevé menor del 70%, cuando en 2017 fue de un histórico 81%. 

Ligeramente recuperados (hasta el actual 13,2%) desde la llegada de la Covid, los liberales habían vivido un auténtico descalabro (cuando llegaron a rondar el 9% de intención de voto en Cataluña) desde julio de 2019, en pleno interregno electoral. Entonces, decayeron las opciones de un acuerdo de Gobierno entre Albert Rivera y Pedro Sánchez, y sus votantes entendieron que la salida de Inés Arrimadas hacia Madrid no les rentaba... a la vista de los mensajes monolíticos del líder naranja a nivel nacional.

No en vano, gran parte del alaza de los liberales -cuando Arrimadas encabezó la lista el diciembre de 2017 y logró una histórica victoria electoral- vino del cinturón obrero, habitual baluarte del PSC, que ahora quiere recuperar el socialismo. Y ahí quiere insistir el socialismo.

Sobre todo, dado que el PP de Alejandro Fernández -y ahora de Lorena Roldán- no parece haber conseguido capitalizar el hundimiento liberal. Los populares estarían en un 6,3% de la intención de voto, con 6/7 escaños. Los mismos que alcanzaría Vox, con una entrada fulgurante de Ignacio Garriga en el Parlament gracias al 6,1% de los votos.

Ficha técnica:

Se han realizado 1.200 encuestas 50% CATI y 50% CAWI entre el 23 y el 29 de diciembre a través de la plataforma Gandia Integra (c) en las cuatro provincias catalanas mediante 3 cuotas de tamaño municipal en cada una. Las respuestas se ponderan mediante iteracción por sexo, edad y situación laboral actual según datos INE (incluye ERTE). Mediante algoritmo en R se realiza una postponderación por recuerdo de voto en las generales de Nov19 y autonómicas de Dic17. El estadístico de convergencia para el total nacional es del 97% (margen de error es <3%). Sociometrica es miembro de Insight Analytics.

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