"Pero, ¿qué es esto? Hay un tío que se lleva el atril pa casa. ¡Otro va disfrazado con unos cuernos y lleva una lanza!". Miguel Ángel Revilla acaba de llegar a casa. Ha puesto la tele porque le ha llamado su hija Lara, que estudia Psicología y le gusta mucho todo lo que tiene que ver con Estados Unidos. Alterna la CNN con las cadenas españolas. También enciende la radio. "¡Papá, que asaltan el Capitolio!".
El presidente de Cantabria ha estado visitando la estación de esquí de Brañavieja. Se sienta frente a la pantalla y coge temperatura. Fuego y cristales rotos. "¡Cómo es posible! ¡Era siquiera impensable acercarse al Capitolio! La policía no da abasto, pega unos cuantos chuchazos, pero está desbordada. Si los asaltantes quieren, ¡montan una barbacoa!".
Un día después, Revilla reconstruye en conversación con este periódico su noche de los transistores. Bien arrimado a las noticias, como aquel febrero de hace cuarenta años. Empieza por lo práctico. No alcanza a entender cómo la turba ha podido penetrar en el edificio: "Es increíble. No me entra en la cabeza. Tuvo que haber alguien que lo facilitó desde dentro. Alguna complicidad. Estados Unidos es el país de lo blindado. La Casa Blanca y el Capitolio no se podían ni rozar".
-Usted no ha viajado nunca a Estados Unidos. ¿Se plantea hacerlo cuando remita la pandemia para conocer de primera mano lo que está sucediendo?
-No lo tengo previsto. ¿Sabe? Yo no hablo inglés y no me gusta utilizar intérpretes porque acompaso el tono a lo que digo.
El saldo de lo sucedido -cuatro muertos y medio centenar de detenidos- le parece "horrible", pero insiste en que podía haber sido "mucho peor": "No hicieron una escabechina porque no quisieron. Un milagro. Lo llegan a saber cinco suicidas yihadistas y lo vuelan todo por los aires. Se podían haber plantado allí con kilos y kilos de dinamita. Habrían acabado con los congresistas, con los senadores...".
Revilla se dice "sobrecogido": "Ha quedado demostrado que una potencia mundial con capacidad para invadir todos los países del mundo puede destruirse desde dentro. Hay un vacío de poder. El presidente Trump está loco. Es el responsable de las fuerzas armadas. ¿A quién recurres? Estados Unidos tiene los pies de barro".
Sobre el 23-F
"Loco" es el adjetivo más utilizado por el presidente cántabro para referirse a Donald Trump: "Además de alentar el asalto, ha creado durante años un caldo de cultivo. Ha hecho creer a sus votantes que no son ricos y prósperos por culpa de los mexicanos y los negros. Piensa que vive en el Estados Unidos de la esclavitud y la supremacía blanca".
Revilla diagnostica así los apoyos recibidos por Trump en las dos últimas elecciones: "Aparte de sus recetas demagógicas, le apoyó un lobby poderosísimo con intereses económicos. La industria armamentística, la del gas, la del petróleo...". "La industria de la guerra necesita un tipo duro que no apague fuegos, sino que los encienda", dejó escrito el cántabro en 2018.
Cree que Trump "tiene miedo a acabar en la cárcel" por sus "negocios" y sus "incitaciones a la violencia": "Cuidado porque en Estados Unidos los tribunales no se cortan un pelo y meten en la cárcel a gente muy gorda".
-¿Encuentra similitudes con el 23-F?
-Lo de Tejero, comparado con esto, fue una broma. Una patochada. En el asalto al Capitolio han muerto cuatro personas y la turba era enorme. Eso sí, se vieron imágenes parecidas. Todos los congresistas tumbados, agazapados en el suelo.
Revilla reitera que lo de Estados Unidos es "mucho más grave" porque se trata del "faro de la democracia": "Van de predicadores. Se recurre a ellos para organizar elecciones y captar observadores internacionales. En 1981, España, en cambio, no había consolidado su democracia. Permanecía un componente de rebelión militar. En América ha habido un golpe de Estado alentado por un presidente y protagonizado por la sociedad civil".
-Ha habido lío en redes sociales. Los políticos de Podemos y los separatistas han sido criticados por emplear una "doble vara de medir".
-Es que es verdad. En Cataluña, la turba se subía a los coches de la Guardia Civil. Y Podemos alentó el "rodea el Congreso". La situación no llegó al extremo de Estados Unidos, pero los intentos fueron parecidos. En definitiva, una vulneración del Estado de Derecho. ¿Ahora critican lo del Capitolio? Hipocresía.
-Y si usted fuera presidente de Estados Unidos, ¿qué haría para arreglar este asunto?
-Mucha pedagogía. Me gustó el discurso de Biden. Me recordó a Roosevelt. Duras pero acertadas palabras. Estados Unidos debe ir aislando al loco de Trump y desarmar los argumentos de sus millones de votantes.