Una ambulancia del 061 con personal sanitario fue movilizada la semana pasada para dejar de atender urgencias en la capital del Segura, en plena tercera ola de la pandemia de la Covid-19, con el objetivo de desplazarse a la Consejería de Salud. Su titular, Manuel Villegas, iba a inocularse la primera dosis de la vacuna.
Después, esa misma ambulancia se desplazó a Habitamia -sede de los servicios centrales del Servicio Murciano de Salud- para proceder a la vacunación de otros altos cargos y funcionarios que no luchan en primera línea contra el coronavirus. Este episodio ha desembocado en la dimisión este miércoles del doctor Villegas, que llegó al cargo de consejero en mayo de 2017.
El inicio de la carrera política del cardiólogo Manuel Villegas coincide con la dimisión del presidente de Murcia Pedro Antonio Sánchez, cercado por casos de supuesta corrupción. El adiós de Sánchez llevó aparejadas las salidas voluntarias de miembros del Ejecutivo regional, personas que optaron por retomar sus respectivas carreteras profesionales.
Fue el caso de la consejera de Salud, Encarna Guillén, una especialista en Genética Clínica. Villegas cubrió la baja de la doctora Guillén al frente de la Consejería de Salud. "Encarna Guillén propuso a Fernando López Miras que Villegas fuese su sucesor", afirma una fuente con responsabilidad en el actual Gobierno autonómico.
El nombre de Villegas gustó en el Palacio de San Esteban porque era un hombre con un perfil muy técnico, no político, al igual que su antecesora. Valga como ejemplo de ello que en su currículum suma la publicación de 13 libros y más de 80 artículos en revistas, así como 35 ponencias.
Una de las condiciones que puso el cardiólogo para dar el salto a la política fue que le acompañase en su nueva andadura Asensio López, entonces médico en Atención Primaria y que actualmente es el gerente del Servicio Murciano de Salud. Asensio es su hombre de confianza y por eso hoy a nadie la ha extrañado que le acompañase en la rueda de prensa que ha ofrecido en la Asamblea Regional para defender que la Consejería no se ha saltado el calendario del Ministerio de Sanidad por haber vacunado tanto al propio consejero, como a otros directores generales y funcionarios que no prestan una labor asistencial. Todo ello mientras la primera dosis aún no ha llegado a grandes dependientes.
Independiente
Villegas llegó como independiente, sin carnet del PP, y que casi cuatro años después se marcha sin ser militante. "Es un médico de reputado prestigio y un hombre apreciado en el partido porque se ha entregado estos años a la gestión del sistema sanitario murciano", asegura un dirigente del PP.
Un dirigente de Comisiones Obreras asegura que la clave de la firmeza del consejero Manuel Villegas, que le ha hecho resistirse a dimitir hasta el último momento, es su carácter: "Es una persona afable y noble, no entra nunca en conflicto, ni siquiera cuando vienes con ganas de guerra sindical".
Antes de comenzar su etapa en la política Villegas era director médico del Hospital Universitario Morales Meseguer de Murcia. "Tenía que haber acudido a su centro hospitalario a vacunarse como el resto del personal sanitario, pero movilizó una ambulancia del 061 para que fuese a su despacho en la Consejería de Salud", coinciden en apuntar en UGT.
Los últimos tiempos no han sido nada fáciles para Villegas, en lo político, por la pandemia y este escándalo de la vacuna que le obliga a marcharse, y en lo personal porque en agosto de 2020 sufrió la pérdida de su hermano: José Antonio Villegas, experto en Medicina Deportiva y excatedrático de Fisiología de la UCAM.
Con 68 años, su hermano murió tras recibir varias cuchilladas en el portal del bloque de pisos en el que residía, a manos de su hijo, de 34 años, que padece problemas mentales. Este asunto le causó un hondo pesar que, con todo, no le motivó a bajar la guardia en sus obligaciones en la Consejería.
¿Consejero republicano?
Este facultativo especialista del área de Cardiología desde 1990 ocupó el cargo de director médico del Hospital Virgen de la Arrixaca en Murcia (2004-2008). Después, cambió de destino como jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Santa Lucía de Cartagena, entre 2009 y 2013.
De la ciudad portuaria regresó a la capital del Segura como jefe de sección de Cardiología del Hospital Virgen de la Arrixaca, entre 2013 y 2015; y desde octubre de 2015 es director médico del Hospital Universitario Morales Meseguer.
En este último centro una funcionaria de alto rango asegura que "es un profesional como la copa de un pino trabaje desde el color que trabaje". Las opiniones van por barrios, ya que en los pasillos de algunos hospitales por donde ha pasado el consejero de Salud, Manuel Villegas, este miércoles ciertos delegados sindicales recordaban que "mucho antes de dedicarse a la política, en conservaciones privadas se declaraba republicano".
Un dato que demuestra el talante independiente de este cardiólogo que llegó a la política con fecha de caducidad, tal y como él mismo ha subrayado en su rueda de prensa: "Mi futuro no es la política, mi futuro es volver a la medicina porque es lo que me gusta. No tengo expectativas políticas más allá de la gestión del sistema sanitario".