Unidas Podemos ha registrado, junto al PSOE, una proposición de ley para eliminar el voto rogado, que obliga a los electores que viven en el extranjero a solicitar expresamente el voto en unos plazos muy breves, algo que ha provocado que el voto desde el exterior se desplome cada año.
PSOE y Unidas Podemos proponen que los electores puedan descargarse telemáticamente las papeletas, lo que facilitará que se reciba la documentación en plazo, a diferencia de lo que "ha venido sucediendo hasta ahora", recoge el texto.
Según la proposición, a la que ha tenido acceso EFE, los dos socios plantean reformar el artículo 75 de la Ley Orgánica 5/1985 del Régimen Electoral General, introducido a propuesta del PSOE con la reforma de 2011.
La introducción del voto rogado obliga a los electores a solicitar expresamente el voto cumpliendo una serie de plazos muy breves tanto para la solicitud de la documentación electoral como para la remisión del voto por correo postal o su depósito en urna.
Estos trámites que han de realizarse en un escaso margen de tiempo dificultan el cumplimiento de los plazos previstos en la normativa electoral e impiden el ejercicio de este derecho fundamental a un número muy elevado de ciudadanos, según recuerdan el PSOE y Unidas Podemos en su proposición.
Los dos socios quieren "responder a las demandas de la colectividad española en el exterior" y plantean para ello que los españoles residentes en el extranjero puedan recibir la documentación en su domicilio y también descargar telemáticamente las papeletas.
"Todo ello facilitará que los electores reciban la documentación en plazo, a diferencia de lo que ha venido sucediendo hasta ahora en muchos casos, al ser posible el envío de la documentación antes de la proclamación de las candidaturas y la resolución de las impugnaciones", dice el texto que los dos grupos registrarán hoy.
Además, se ampliaría el plazo para la apertura de los votos emitidos desde el extranjero de tres a cinco días, retrasando en el mismo intervalo el plazo del escrutinio general.
Los dos socios defienden que esa medida es imprescindible si se quiere que el esfuerzo de participación democrática sea tomado en consideración, ya que entienden que el plazo actual de tres días desde la fecha de la votación hasta la de apertura de los votos se ha demostrado "insuficiente".
Sí proponen mantener el PSOE y Unidas Podemos el sistema de identificación de los votantes introducido en la reforma de 2011: sería obligatorio incluir en el sobre dirigido a la Junta Electoral una fotocopia del pasaporte o del Documento Nacional de Identidad o la inscripción en el Registro de Matrícula Consular expedida por la Oficina Consular de Carrera o la Sección Consular de la Misión Diplomática de España en el país de residencia.
La supresión del voto rogado, como se conoce a los trámites previos que deben hacer los españoles en el exterior para poder votar, es uno de los puntos que figuran en el acuerdo de gobierno firmado por ambos partidos y previsiblemente su tramitación podría votarse en el Congreso la última semana de febrero.
Esta no es la primera vez que las cámaras debaten este asunto: en febrero de 2020 el Senado aprobó una moción por la que instaba al Gobierno a "promover e impulsar, en un plazo no superior a los seis meses, una iniciativa legislativa dirigida a suprimir de la legislación electoral la exigencia del voto rogado".
La implantación en 2011 y a propuesta del PSOE de un sistema por el cual los residentes en el extranjero que quisieran participar en una elecciones debían declararlo previamente hizo caer estrepitosamente la participación en los siguientes comicios.
La complejidad del procedimiento para el voto, con dificultades añadidas por la falta de medios en los consulados, retrasos en el envío de papeletas y plazos muy restringidos, provocó que el voto exterior cayese de un 32% en 2008 a un 5% en 2011, tendencia que se ha mantenido desde entonces.