Al terminar el debate este jueves existía una gran euforia en el equipo del candidato del PSC, Salvador Illa, al considerar que se había impuesto con claridad a los demás. Uno de sus principales colaboradores analiza lo sucedido con cinco claves:
1. Fuerte: Illa protagoniza el debate. Desde el arranque evitó una posición de defensa -las acusaciones por la PCR o la vacunación- cambiándola por una actitud ofensiva. Pasó de la defensa al ataque. Primer mensaje lanzado desde el primer minuto: 'La nueva foto de Colón y la otra foto de Colón'. 'Del todos contra Illa a contra Illa vale todo, incluso la calumnia'. Percha para el segundo argumento titular: ese odio es el que tiene que cambiar en Cataluña y la conclusión/idea de campaña, que es 'pasar página'.
2. Propositivo: no habló a los candidatos, habló a los catalanes: planes, proyectos, propuestas. 2021 como año de la vacunación y la recuperación.
3. Seguro: frente a las insidias de la desesperación (PCR): "Hago exactamente lo que les pido a los ciudadanos". Los ataques a Illa evidencian falta de argumentos y conciencia de perdedores.
4. Templado: sin caer en provocaciones. Sin adjetivos. Sustantivo. Siempre fuera del gallinero en el que se convirtió en ocasiones el debate. "Déjenme hablar" fue el constante ruido de fondo. El nivel político del debate fue mejorable. Illa destacó sin necesidad de hablar. No interrumpió, pero no se dejó interrumpir.
5. Hábil: no se enredó en debates estériles, en enredos 'cometiempo'. Cada intervención fue bien utilizada, medida, para vender argumentos, sus 'fichas'. El resto de candidatos no supieron escapar de su caricatura, de los estereotipos con debates cruzados e insultos incluidos, del tono subido. Illa hizo bien en guardar silencio frente al ruido. 'Lo que han visto aquí', el ruido, se puede acabar.