"¿Si te pudieras cargar a Juan Carlos de Borbón, Amancio Ortega o Aznar, a quién te cargarías de los tres?". Esta es la pregunta que el rapero Pablo Hasél hizo a Pablo Iglesias en una entrevista tras un mitin electoral en Alicante en mayo de 2014.
La respuesta del líder de Podemos fue la siguiente: "No quiero matar a nadie y, además, desprecio profundamente a los que convierten la política en una cuestión de odio personal y que convierten su excitación narcisista en algo que tenga que ver con la política. La vida humana es lo suficientemente seria como para no formular preguntas de este tipo de a quién matarías".
Pablo Iglesias asegura en ese vídeo, de 16 minutos: "Me gustaría que hubiera leyes para poder juzgar a gente como ésta con un proceso justo, con todas las garantías". Es la frase de la controversia, de la que se puede interpretar que Iglesias ve la necesidad de poner límites a la libertad de expresión. Es decir, que se refiere a Hasél.
Podemos no lo ve así. En un tuit, reacciona al vídeo asegurando que al afirmar "me gustaría que hubiera leyes para juzgar a gente como ésta", Iglesias no está aludiendo a Hasél sino que se refería a Juan Carlos I, Amancio Ortega o Aznar, que ellos son los que deberían responder ante los tribunales.
"De psiquiátrico"
Durante la entrevista, Pablo Iglesias afirma que "lo peor que le puede ocurrir a alguien de izquierdas es convertirse en la caricatura que construyen los enemigos de la izquierda".
"Un amigo anarquista decía, ¿cómo ha presentado siempre la burguesía a los anarquistas como terroristas que tiran bombas? Cuando ves a un colectivo anarquista que se pone como símbolo una bomba como sois imbéciles, os habéis disfrazado con el mismo traje con el que os pinta la burguesía. Ver a alguien que se dice a sí mismo comunista por digamos como la peor caricatura de lo que el anticomunismo siempre ha presentado a los comunistas como asesinos, como gente que desea la muerte, como tipos agresivos que desprecian la vida, arrogantes, minoritarios, marginales... pues en fin, es el mejor favor que se le puede hacer al enemigo".
"Con esta gente ni que se acerquen a mí, que se ocupen de otras cosas. No queremos tener nada que ver con gente cuyos problemas no son políticos, son de psiquiátrico", finaliza Pablo Iglesias.