Pablo Iglesias permanece en silencio. El vicepresidente no ha emitido opinión ni en público ni a través de su Twitter -en el que no ha dejado de escribir- a propósito de las pedradas, barricadas y agresiones a la Policía con motivo de las manifestaciones en contra de la condena a Pablo Hasél.
Su mano derecha y portavoz parlamentario, por el contrario, fue el primero en apuntarse a la polémica. Pablo Echenique expresó "todo su apoyo" a las protestas. Lo hizo el miércoles 17, cuando ya se estaban incendiando contenedores y lanzando adoquines a los mossos.
Y, después de que salieran todos los portavoces de Unidas Podemos a los micrófonos y se negaran a condenar los disturbios, cinco días después, Echenique ha rechazado "el falso debate de la condena" y se ha limitado a pronunciar que no le "gustan" las algaradas. "Ni a mí ni al 99% de los españoles, es evidente".
El jueves pasado, tanto Isa Serra como Rafa Mayoral, coportavoces del partido, y Jaume Asens, presidente del grupo parlamentario, intervinieron públicamente al respecto. Los tres se negaron a la condena.
Fuentes de Unidas Podemos anticiparon a este periódico que nunca la pronunciarían, porque sería tanto como hincar la rodilla ante el sistema y desviar la atención de lo importante, "que son las causas que llevan a los jóvenes a las calles".
Justificar y culpar
En concreto, Mayoral culpó a los propios agentes de la Policía Nacional y de los Mossos d'Esquadra de provocar las algaradas, y justificó a los agresores. Según el portavoz y diputado, "el problema es que si no haces las cosas bien y no recibes reprimendas, los que las hacen bien no tienen incentivos para hacerlo bien, y las prácticas de los que lo hacen mal se convierten en opciones viables para quienes no hallan espacios para la participación democrática".
La jerga de la frase, perfectamente calculada para esconder en circunloquios su ausencia de condena a los violentos en las manifestaciones, culpaba directamente de los altercados a la Policía y a sus jefes políticos -en última instancia, al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, uno de los enemigos de Pablo Iglesias en el Consejo de Ministros-.
"Nadie apoya la quema de contenedores, es un falso debate", ha dicho Echenique este lunes en TVE. "Con ese falso debate, de hecho, lo que se quiere es evitar el debate de fondo: el de la libertad de expresión y las condiciones en las que vive la juventud, un paro del 40% y una temporalidad del 55%", ha insistido.
Es más, a cada pregunta para que aclarara su posición de manera expresa, Echenique desviaba la atención: "Hay infinitas maneras de escribir una frase".
Y sobre el silencio de su jefe, Iglesias, el portavoz parlamentario de Unidas Podemos se limitaba a cambiar de tercio: "Que se haya estado exigiendo al presidente del Gobierno durante días que saliera a condenar la rotura de escaparates es absurdo", ha dicho antes de preguntarse: "¿Es que acaso se sospecha que Pedro Sánchez esté a favor?".
El pasado jueves, de hecho, Mayoral apuntaba a que "hay quien se fija en la luna y quien se queda en el dedo del sabio que la señala". Según Echenique, "es evidente que nadie estamos a favor ni de quemar contenedores ni de romper escaparates, no nos gusta". Para él, "manifestarse por que se acaben de dar anomalías democráticas es algo que todo demócrata debería apoyar".
Eso sí, el portavoz parlamentario ha insistido en dar "todo el apoyo, por supuesto, a las manifestaciones, que en su inmensa mayoría son pacíficas". Pero según el líder morado, "los que estamos en cargos públicos y somos referentes de opinión, debemos debatir de lo que pasa pero también de por qué pasa". Y según él, "hay causas importantes de falta de normalidad democrática en España que impulsan a muchos jóvenes a manifestarse en las calles".
Vox se querella
Vox ha presentado una querella en un juzgado de instrucción de Madrid contra Echenique, y los que "han inducido, organizado y protagonizado" los altercados en Barcelona, Madrid y otras ciudades, según ha informado Efe.
Según el partido de Santiago Abascal, Echenique habría cometido un delito de "distribución o difusión pública de mensajes o consignas" relacionado con la incitación a la comisión de alguno de los delitos de alteración del orden público.
En cuanto a los autores materiales e intelectuales de las violentas protestas, Vox apunta en la denuncia que los hechos podrían ser constitutivos de los delitos de desórdenes públicos, daños, lesiones y atentado a la autoridad.
Vox señala también que tras las diligencias de investigación "pudiera resultar acreditada la conexión necesaria para su calificación como actos terroristas y/o vinculada a organización criminal" y, en ese caso, la competencia judicial sería de la Audiencia Nacional o en el Tribunal Supremo si se tratara de Echenique por ser aforado.
Recuerda también que los graves altercados han ocasionado "numerosos y cuantiosos daños materiales a particulares, tiendas, entidades bancarias, y mobiliario urbano", cifrados hasta ahora en más de 200.000 euros en Madrid y 500.000 en Barcelona.También se han producido daños personales a policías y mossos que intervinieron en el dispositivo de seguridad, señala Vox.