La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha sostenido este viernes que la segunda regularización fiscal de Juan Carlos I, de 4 millones de euros, "es el ejemplo de que un país funciona y que le exige cuentas a todo el mundo, de una democracia con un Estado de derecho riguroso en el que nadie se puede saltar la ley".
Entrevistada en Canal Sur Radio, Calvo se ha limitado a valorar que "no estamos ante una buena noticia en el sentido de la ética", pero ha defendido que el Gobierno no puede hacer "pronunciamientos sobre un ciudadano que tiene que rendir cuentas en este caso fiscales".
Preguntada por si Moncloa estaba al tanto de esta regularización, ha deslizado que no afirmando que lo conocido ayer "es la relación de un ciudadano con la Agencia Tributaria", algo ajeno, da a entender la vicepresidenta, a los dominios del presidente o su gabinete.
Pablo Iglesias
Horas antes de esta entrevista, en Twitter, el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, era más explícito sobre su parecer acerca del nuevo pago del rey emérito: "La pregunta no debería ser por qué nosotros no aplaudimos ciertas cosas, sino por qué aplauden los demás".
Se refiere Iglesias al pasado martes, al acto en el Congreso por el 40 aniversario del golpe de Estado del 23-F, cuando optó por no aplaudir el discurso de Felipe VI, en el que el Rey ensalzó el papel de su padre aquél día crítico para la democracia, alabando su "firmeza" y "autoridad".
Sin aludir directamente a él, Calvo ha sostenido que cada cual es "libérrimo" de opinar lo que le parezca sobre la última hora del emérito.
EL ESPAÑOL avanzó este jueves en exclusiva que Juan Carlos I ha planteado a la Agencia Tributaria llevar a cabo una nueva regularización fiscal tres meses después de haber presentado una primera "declaración fuera de plazo sin requerimiento previo" mediante la que abonó a la Hacienda Pública 678.393,72 euros por las donaciones recibidas del empresario mexicano-británico Allen Sanginés-Krause.