Pablo Iglesias se irá del Congreso en breve, pero será aprovechando para hacer campaña. Y lo hará con una técnica de la que siempre se ha quejado Unidas Podemos pero que ha utilizado en muchas ocasiones: laa judicialización de la política. El aún vicepresidente del Gobierno ha cerrado su última intervención en una sesión de control anunciando una denuncia por corrupción contra Teodoro García Egea al que acusa de "comprar diputados".
Después de que el Gobierno del que todavía forma parte impulsara la moción de censura en Murcia, Iglesias pretende que la estrategia defensiva que mantuvo el poder para el PP se le vuelva en contra. La denuncia cuya presentación ha anunciado le servirá durante la campaña electoral para sostener que los tribunales investigan la corrupción de los populares para mantener el poder en Murcia, y la "compra con dinero público" del mismo "a cambio de sillones", como han sostenido hasta ahora.
"Me despido de usted agradeciéndole su cortesía parlamentaria", dijo Iglesias, "y con un anuncio: a la salida del Congreso, nos iremos a la Fiscalía Anticorrupción a presentar una denuncia por delito de cohecho. ¡Ya está bien de corruptos y de comprar diputados!".
En la rueda de prensa posterior a la sesión del control, el presidente del grupo parlamentario de Unidas Podemos, Jaume Asens, ha señalado que la denuncia a Egea se ampliará al presidente de la región de Murcia, Fernando López Miras, el ex secretario de organización de Cs Fernando Hervías y los tres exdiputados de la formación naranja que votaron contra la moción de censura y que se han integrado en el Gobierno regional: Isabel Franco, Valle Miguélez y Francisco Álvarez.
Asens ha señalado al secretario general del PP como el "inductor" y "cooperador necesario" de este presunto delito, al desplazarse específicamente a Murcia para alterar el sentido del voto de la moción de censura con la "compra de voluntades" de estos tres parlamentarios.
Intervención de Egea
Teodoro García Egea había comenzado su pregunta con un inciso, un "consejo" al presidente Pedro Sánchez: "Si quieren hablar de corrupción en Murcia, le aconsejo que mire a su secretario general en la región, que lo tienen imputado".
Y continuó reclamando a Iglesias que a la salida del Congreso, pasase por el registro de la Cámara para renunciar a su acta: "Predique usted con el ejemplo, y vaya a las elecciones como un ciudadanos normal, sin privilegios". Y es que, tal como informa este periódico, sobre Iglesias pende la posibilidad de ser imputado en el momento en que deje de estar aforado.
El juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón podría llamarlo a declarar como investigado en el caso Dina como ha sido su deseo. Así lo demostró al enviar una exposición razonada al Tribunal Supremo para que abriera una causa penal contra el aún vicepresidente del Gobierno por haberse quedado con la tarjeta del móvil de su exasesora y por haber denunciado falsamente.
Iglesias sorprendió a García Egea anunciando que no sólo dimitirá como diputado "días antes del inicio de la campaña electoral", como mantenía hasta ahora. Sino que lo hará diputado antes que como vicepresidente. Y la ley de la Comunidad de Madrid le exige hacer lo segundo en un plazo de una semana. "Nosotros no somos como ustedes", remachó.
A Iglesias le cayó también la sospecha de los 53 millones de euros que el Gobierno ha entregado a la aerolínea Plus Ultra "vayan a acabar en las cuentas de Podemos", dadas las conexiones con el régimen venezolano de sus principales accionistas. De hecho, el secretario general del PP no ir a los tribunales, sino que anunció la presentación de una comisión de investigación sobre el 'caso Plus Ultra'.
Y el líder morado respondió con su habitual agresividad: "La historia del PP de Madrid es la de dos fraudes", dijo recordando el Tamayazo: "Uno, a la democracia, cuando compraron a dos diputados del PSOE; y otro, a las cuentas públicas, porque han ido dopados de financiación ilegal a todas las elecciones desde entonces".
"Madrid financia al PP"
Perro presume Iglesias de que su desembarco en las elecciones madrileñas del 4-M ha hecho que "vuelva a haber partido", que en realidad es un modo de admitir que Unidas Podemos arriesgaba la desaparición de la Asamblea, porque los sondeos le auguraban quedar por debajo del 5% de los apoyos. Y ésta es la barrera para lograr representación parlamentaria.
Eso de que "haya partido" le sirve para cimentar su estrategia, la de que con él en las papeletas "hay posibilidad de echar a Ayuso y a su Gobierno criminal" de la Puerta del Sol. Y por ahí trató de echar sal en las heridas del PP: "Usted habla sólo de Madrid en este hemiciclo porque Madrid es de lo poquito que les queda, y no están tan seguros de mantenerlo", afirmó.
"Como saben que no regresarán al Consejo de Ministros, necesitan Madrid, cuyo Gobierno es la vía de financiación principal de su formación política", deslizó, "como admitió su predecesora, María Dolores de Cospedal, quien ayer declaraba en el 'caso Bárcenas'".
Consejos a Iglesias
A García Egea, tal afirmación lo dejó frío. Estaba disfrutando de su despedida de Iglesias y, sobre todo, de lo que minutos antes había dicho su líder, Pablo Casado: el "triple fracaso del estratega de Moncloa" con la moción de Murcia, la de Castilla y León y "la que diputados de Ciudadanos han admitido que venía en Madrid". Para el PP, ese experto estratega "debe de ser el mismo del comité de expertos inexistente para el coronavirus".
El número dos del PPP eso sí, se dio el gusto de aconsejar a Iglesias cómo hacer su campaña, más allá de la denuncia. Le sugirió que si va a Vallecas, donde vivía antes de entrar en política, "explique a sus vecinos si sigue pensando lo mismo de los gobernantes que viven en chalés o en casas de más de 600.000 euros". Y que ya que se bajará "del coche oficial", les hable de cuando defendía que "los políticos deben ir en transporte público".
Le indicó, en política de Vivienda, que explique "a los propietarios cuál es su idea para defenderlos de los okupas": Y a quienes buscan empleo, "que les hable de los enchufes y puertas giratorias de su Ministerio", y a los empresarios y los autónomos "no les diga nada, que no esperan nada de usted".
Eso sí, sobre su gran medalla de su estancia en el Ejecutivo, el Ingreso Mínimo Vital, "a sus beneficiarios, pídales perdón, porque no lo están cobrando". Para acabar con su gestión de las residencias de ancianos, donde ya han muerto 30.000 usuarios durante la pandemia: "A los mayores, dígales que les va a cuidar como hasta ahora".