Iván Redondo (San Sebastián, 1981) es, además del jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, un reconocido seguidor de la Real Sociedad. Por eso decidió este sábado posar en la escalera del Palacio de la Moncloa con la camiseta del club: para mandar su apoyo desde el mismísimo complejo de presidencia.
Y la verdad es que le trajo suerte, pues el equipo donostiarra se impuso 0-1 al Athletic de Bilbao en la final de la Copa del Rey 2019-20, pospuesta un año con motivo de la pandemia. Una final disputada que se decantó por un gol de penalti de Oyarzabal en el minuto 63.
Redondo siguió el partido como un txuri-urdin más. Y aunque lo vivió con emoción, estaba confiado en que el equipo entrenado por Imanol Alguacil se alzaría con la victoria.
El jefe de Gabinete de la Presidencia del Gobierno es también amigo personal del presidente de la Real Sociedad, Jokin Aperribay. En la previa de la final de Copa, Redondo había pronosticado una victoria por 3-1: "Es el título de nuestra generación; no hay anda más peligroso que no arriesgarse y ser nosotros mismos. Esta vez como guipuzcoanos, además de merecer ganar, se trata de ganar".
Y aunque finalmente no acertó con su pronóstico, sí que ha podido festejar la victoria de la Real Sociedad. Un equipo que "gane o pierda siempre juega para merecer la victoria" y al que su foto desde el Palacio de la Moncloa trajo suerte.
Redondo ha confiado en su entorno que le emocionó Imanol Alguacil en la rueda de prensa posterior a la final, que el entrenador vasco concluyó enfundándose la camiseta de la Real y sujetando una bufanda blanquiazul, como un seguidor más. "Ese gesto y las palabras de Imanol me representan", ha manifestado Iván Redondo.
Quienes también siguieron la final fueron los tres ministros vascos del Gobierno: Isabel Celaá, Fernando Grande-Marlaska y Arancha González Laya.Sin embargo, los titulares de Educación, Interior y Exteriores no iban con los txuriurdin. Los tres citados ministros son aficionados del Athletic de Bilbao. Incluso la guipuzcoana González Laya. Pero para ellos no hubo suerte. Sí para el equipo de Redondo.