La sesón de control en el Senado comenzó este martes con un minuto de silencio en recuerdo a la muerte por Covid del hijo del parlamentario Josep Maria Matamala. Pedro Sánchez y parte de su Gobierno, junto a todo el hemiciclo, se levantaron de sus escaños a indicación de la presidenta de la Cámara Alta, Pilar Llop.
De inmediato dio comienzo la ronda de preguntas de los martes al presidente y los ministros. Y en la primera refriega, la del portavoz popular, Javier Maroto, contra el jefe del Ejecutivo sólo hubo dos momentos llamativos. El senador del PP entró en campaña electoral y arremetió contra Sánchez: "En lugar de atacar al virus, usted sólo ataca a Ayuso, ¡y eso es indecente!".
El presidente del Gobierno, que trataba de ceñirse a la literalidad de la pregunta escrita, respondió cerrando muy efectista: "Usted dice que le recuerdo a Zapatero, pero mire, ustedes sí que me recuerdan a alguien... ¿Qué han propuesto ustedes en materia de protección social en estos meses?", e hizo una pausa, "¿lo escuchan? Es el silencio... ¡Nada!".
Cuando bajó el micrófono, Sánchez sí escuchó. Era la bancada socialista partiéndose las manos en aplausos a su líder. Y eso que el presidente, hasta ese momento, no había hecho más que tirar de reproches extraídos del manual de la bronca escrita que maneja todo buen político español. Nada nuevo.
La pregunta
Decíamos que Sánchez no había querido dejarse llevar fuera de la cuestión registrada por Maroto. En el orden del día constaba que el senador del PP le preguntaría por "las medidas que tiene previsto impulsar el Gobierno para resolver los problemas de los españoles". Pero el portavoz popular quiso "ampliar un poco" la cuestión. "Ya que estamos y que le veo protegido con la mascarilla FFP2, le quiero preguntar si tiene a bien explicarnos por qué no le bajaron ustedes el IVA y luego la usan en público para protegerse".
Sánchez, efectivamente, hizo silencio sobre este asunto y evitó dedicarle un solo segundo a la presunta contradicción a la vista. Así que, demostrando lo preparada que llevaba su respuesta, pasó a recitarla: "Bienvenido a la realidad, señor Maroto. Que llevamos 12 meses de legislatura haciendo frente al virus y modernizando este país".
Y pivotó su siguiente argumento entre el pasado y el futuro: "Ahora que estamos al principio del fin de la pandemia, le digo que cuando todo esto pase, estoy convencido de que la ciudadanía pondrá a cada uno en su sitio".
Algo muy parecido le espetó Maroto. El popular, después de reprochar a Sánchez que hubiera ido al Senado sin "propuestas reales y con mentiras sobre todo" y simplemente "a hacer campaña", fue él mismo el que dejó de inquirir sobre la recuperación y las vacunas para ponerse la camiseta de Isabel Díaz Ayuso: "Los españoles le harán pagar sus mentiras, pero antes lo harán los madrileños... ¡el día 4 de mayo y en las urnas!".
También al líder popular en el Senado le aplaudieron los suyos a rabiar. Es más, incluso le interrumpían con comentarios de ánimo que se colaban por su micrófono. Pero lo cierto es que la refriega no tuvo mucho más: el PP "vota a todo en contra", pues el Gobierno "llega siempre tarde"; Sánchez y el PSOE "odian a Madrid"; pues los populares "van a Europa a sembrar dudas sobre España"...
Y es que las sesiones de control de los miércoles por la mañana en el Congreso son poco más que una colección de frases ocurrentes para cazar el titular. Lo mismo que las de los martes por la tarde en el Senado.
Sólo que la que nos espera mañana, al menos, tiene más tradición... y un rival -Pablo Casado- que le resulta más creíble a Sánchez, que se despachó con Maroto riéndose de su adscripción "para poder ser senador, a un pequeño pueblito de Segovia, esa tierra despoblada a la que perjudica, precisamente, la política fiscal de Ayuso que aquí está jaleando".
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