Cuando estalló el debate de la Cadena Ser, las fuerzas de la izquierda -PSOE, Podemos y Más Madrid- se negaron a volver a confrontar con Vox. No es el caso de Edmundo Bal, que acaba de retar a un cara a cara a Rocío Monasterio. Se ha dirigido a ella ante las cámaras de televisión en la comparecencia posterior a la Ejecutiva de Ciudadanos.
"Querría debatir con todos, pero Ángel Gabilondo, Mónica García y Pablo Iglesias ya han manifestado esa idea suya de que no merece la pena la palabra", ha justificado Bal. La gran mayoría de las encuestas arroja una mayoría de gobierno para las fuerzas que van del centro al extremo derecho del tablero. Por tanto, los electores deben resolver la incógnita de la vicepresidencia: ¿Bal o Monasterio? ¿Ciudadanos o Vox?
Así lo piensa el candidato liberal. De ahí su propuesta, que ha explicado con esa disyuntiva. "Los madrileños podrán conocer y comparar nuestras propuestas con las suyas. La esencia de la democracia es sentarse a hablar en una mesa", ha incidido Bal.
El contendiente de Ciudadanos se ha reafirmado en su programa: reeditar el pacto con Ayuso, "que estaba funcionando muy bien". Bal ha vuelto a describir a su partido como el "único capaz de impedir que los extremos -Podemos y Vox- entren en el gobierno de la Comunidad de Madrid".
Según Bal, la cita de la Cadena Ser estalló "a consecuencia de que Iglesias pidiera a Monasterio que condenara la amenaza de la carta con balas": "Le dijo que, si no lo hacía, él se iba. Y ella le dijo que se alegraba de que se fuera. Estoy muy preocupado".
Bal ha criticado, con nombre y apellido, todos los actos violentos acaecidos en las últimas semanas: las amenazas de muerte contra Pablo Iglesias y Reyes Maroto, los ataques a Vox en Vallecas... "¡Que lo digan todos! ¡Que condenen todas las violencias!", ha arengado el de Ciudadanos.
Edmundo Bal, cuando Iglesias se levantó ante las risas de Monasterio, pidió a todos sus adversarios que se mantuvieran sentados y debatieran. No sólo se torció ese debate, sino que se cancelaron los que estaban por venir. Una circunstancia que ha permitido el golpe de efecto de los liberales. El reto todavía está pendiente de la respuesta de Rocío Monasterio.
"Miramos a 2036"
Bal se ha dirigido en rueda de prensa a los votantes de centro izquierda que no desean la entrada de Podemos en el Gobierno; y a los de centro derecha que no quieren a Vox en el Ejecutivo.
"Ayuso no niega que esté dispuesta a gobernar con Vox (...) Gabilondo ya ha dicho que lo hará con Iglesias", ha reiterado Bal. "Nosotros nos dirigimos a todos los madrileños. Miramos hacia el futuro, y no al pasado. Tenemos la vista puesta en 2036, y no en 1936. El 4-M es una oportunidad histórica", ha aseverado.
Si Ciudadanos no entra en la Asamblea de Madrid -ha relatado Bal-, "la crispación anidará en esta Comunidad como una mala hierba". "Si estamos en el Gobierno, garantizaremos la tolerancia, el respeto y la paz", ha concluido.