Jordi Évole cerró temporada en La Sexta con una entrevista a David Saavedra, exnazi pontevedrés que militó en partidos de extrema derecha durante casi dos décadas y que llegó, incluso, a planear atentados terroristas.
En el programa, cuarenta y ocho horas antes de las votaciones en Madrid, se deslizaba de forma recurrente la idea de que los planteamientos nazis abandonados por Saavedra los representaría ahora Vox. Entre ellos, "una defensa a ultranza de España, la crítica a la inmigración, la crítica al feminismo y la crítica a los lobbies en la sombra".
No se hacía tanto hincapié, sin embargo, en que Saavedra se ha convertido a la extrema izquierda y es actualmente una persona afín a Unidas Podemos y Más Madrid. Así se desprende de su libro Memorias de un exnazi: veinte años en la extrema derecha española.
Pese al paralelismo que Évole trazó en el programa entre el nazismo y Vox -"defienden ideas nazis", dijo el periodista-, el militar asegura en su libro que un nazi "nunca estaría con Vox por su apoyo al Estado de Israel, su herencia franquista y su defensa del catolicismo".
David Saavedra también desmonta las tres supuestas concomitancias entre la derecha y el nazismo que se establecieron en el programa: "la defensa a ultranza de España", "la crítica a la inmigración" y "la crítica al feminismo".
Sobre la "defensa a ultranza de España", Saavedra asegura que los nazis defienden España "de modos completamente enfrentados" a como lo hace la derecha española: "La derecha sostiene el concepto de Estado fuerte y centralizado, una cuestión administrativa con herencia histórica, pero para nosotros era una cuestión de raza, el Estado como algo biológico".
Tampoco afronta la "crítica a la inmigración" como algo exclusivo de la derecha, pues sigue defendiendo que "los extranjeros sí cometen más delitos en cifras relativas, teniendo en cuenta que solamente conforman el 10% de la población en España".
En cuanto al feminismo, el exnazi admite en su libro que "hay una diferencia constatable entre el peso mediático que se dio a La Manada de los Sanfermines, cuyos cinco condenados son españoles, frente a La Manada de Manresa, cuyos protagonistas eran todos marroquíes". Y resalta "cómo la izquierda enseguida habla de islamofobia cuando se critica a esta religión".
Para más inri, atribuye el radicalismo y la violencia política al islamismo y al abertzalismo: "Si al describir al enemigo sustituimos judíos por infieles y raza blanca por islam, nos encontraremos con el credo del islamismo radical", arguye. Y si "ponemos Estado español en el primer apartado y pueblo vasco en el segundo, cualquiera sabrá a qué me estoy refiriendo: a la banda abertzale".
Podemos y Errejón
En el libro, que sale a la venta el 13 de mayo, se asegura igualmente que "la épica, las leyendas, el pasado histórico de España, el Ejército o la bandera" se encontraban también en "ese primer Podemos que provocó un terremoto en la percepción de la izquierda desde la extrema derecha".
Tanto en la entrevista con Évole como en su libro, Saavedra cuenta cómo el entorno de Unidas Podemos y Más Madrid le ofrecieron escribir sobre su conversión del nazismo al marxismo, y explica cómo, para ese cambio, sólo "tenía que cambiar el discurso sobre los judíos, el marxismo cultural y los poderes en la sombra" por "el plusvalor, la naturaleza del mercado o el concepto de clase".
En ese proceso también hubo cambios estéticos. Y es que el exnazi cambió sus tatuajes de esvásticas por hoces y martillos, y los de jerarcas nacionalsocialistas por el rostro de Lenin. Unos dibujos que no se mostraron en el programa que emitió La Sexta.
David Saavedra termina sus memorias apoyándose en Íñigo Errejón, de quien destaca que ha entendido a Carl Schmitt. Concretamente, recuerda una entrevista que el líder de Más Madrid concedió a CTXT en 2017 y en la que reivindica "el himno, la bandera y la idea de España".
Viraje ideológico
Los grupos en los que militó este exnazi son Resistencia Aria, un grupo muy cercano al independentismo gallego que rechaza la "bandera rojigualda" y "las corridas de toros" -así lo admite en su página web-, y Alianza Nacional, cuyo líder Pedro Pablo Peña desprecia públicamente a Vox.
El viraje ideológico de David Saavedra no es tan extraño. Es el que hicieron, mutatis mutandis, Jorge Verstrynge o Ricardo Sáenz de Ynestrillas, que dejó el liderazgo en Falange para militar en Podemos. Sin olvidar que es el propio grupo el que reconoce sus similitudes con el partido que lidera Pablo Iglesias.
También cabe recordar que representantes de Falange y España 2000 admitieron en su día a este medio que Unidas Podemos es "el partido al que más se parece nuestro programa". En concreto, decían sentirse apelados por su "patriotismo social" y su defensa de "la mayoría social".